Capítulo 2

Ok a descansar mañana es día de estudio.

"Si supiera que no voy a estudiar hace mucho, pobre tonta"

Trago con fuerza, porque se que no está bien leer la mente de los demás sin su permiso, pero ella me está preocupando mucho.

Me despido y me voy a trabajar, es lo único que ahora me puede distraer.

- Mamá. - Lía llega a mi despacho y está bastante mal, miro por la ventana y me doy cuenta de que es noche de luna llena.

- A la cama, tienes que acostarte.

La llevo de vuelta a la cama y me dedico a ella el resto de la noche sus cambios son muy rápidos pero al no poder controlarlos la temperatura corporal aumenta, muchas noches salimos al pequeño bosque que hay cerca de casa. Para que ella pueda sentirse más segura de si misma.

Verla ardiendo en fiebre y en la cama me parte el corazón, no ha querido aceptar lo que es por eso es tan duro.

Los días siguientes fueron más movidos de lo normal, tenía que trabajar para Víctor y también para Asher.

- Mamá mañana tiene que ir al instituto. - Como siempre la reconozco por su amabilidad.

- Hola hija como te fue, me alegra mucho y claro con gusto estaré ahí.

Con un gesto de la mano sale de mi oficina eso me hace entender que le importa un c*** lo que yo le diga, o lo que me vayan a decir.

Al día siguiente y sin ánimos llegó al instituto sabiendo lo que me van a decir ya, eso no es un secreto para mí, aunque muy en el fondo quisiera estar equivocada.

- Estás acá. - Esa voz la conozco y cuando miro en dirección del hermoso sonido, me encuentro con Víctor Henderson.

- Señor.

- No me hables así. Estamos fuera del horario laboral.

- Está bien Víctor, cómo estás nunca te había visto acá.

- Es la primera vez que me llaman. - Al igual que a mí. - Y parece que por tu parte también es así.

- Si, pero ya se lo que me van a decir.

- Como puedes saberlo.

- El comportamiento de mi hija me lo dice todo. - Y sus pensamientos pero eso me lo guardo.

- No podría decir si el comportamiento de mi hijo ha cambiado, mi trabajo me mantiene alejado del hogar y en especial de él.

- Hay que compensar todo, yo trato de estar para mis hijas y mira, no ha servido de nada por lo que veo.

Seguimos hablando de cosas más banales es la primera vez desde que trabajo con él que estamos hablando de una forma tranquila y mas amistosa, podría decirse que más familiar, hay algo en Víctor que me hace sentir cómoda y tranquila.

Y como lo suponía a los dos nos habían citado porque iban a expulsar a Malory y a el hijo de Víctor Sam.

Salgo bastante desilusionada de todo, a pesar de que tienen todo lo que puedo darles eso no es suficiente, les he dedicado mucho tiempo, amor, respeto, pero eso no vale nada.

- Quieres tomar algo.

- No lo sé. - Mis sentidos estaban desbordados y no quería explotar ante nadie, menos ante el.

- Se que es una situación difícil, pero cálmate. - Estaba tan cerca, no me había dado cuenta que se había acercado a mi. - Son niños y están en una etapa dura. - Sus ojos estaban completamente negros, era la misma noche la que habitaba hay y me llamaba.

Quería unirme en esa oscuridad, no me importaba las consecuencias, y sin dejar de mirar sus ojos le respondí.

- Está bien un café.

- Esa es mi chica. - Pasa el dorso de su mano por mi mejilla y yo me estremezco, pero no por miedo si no por placer o anticipación, no lo sé.

Caminamos en un silencio relajante, con lo que acaba de pasar no necesitamos palabras, despejó mi mente y trato de concentrarme en Víctor, mi jefe un vampiro original, que por lo que he notado tiene muchos muros, que impiden saber cuál es su verdadero yo.

- Acá estamos. - Abre la puerta de un pequeño restaurante, tan admirada estaba de está nueva faceta de él, que no me di cuenta que ya habíamos llegado.

- Es hermoso.

- No se compara con tu belleza. - Salgo de mi letargo al escuchar esas palabras. Me acaba de decir que soy hermosa esto no puede estar pasando. - Lo siento si me sobrepase es que la verdad desde que te vi me gustas, tienes una manera de ser única, fuerte, educada, bella, una madre ejemplar.

- Mmm... Gracias. - Ahora suenas como una estúpida, pero como podía responder, los únicos cumplidos que he recibido son de Asher.

- Se ve que no te lo dicen muy a menudo, lo veo en tu expresión, o si te lo dicen no lo crees.

- No, eso es verdad, es difícil confiar en los hombres y más en los guapos - Pero lo piensan demasiado aunque no se atrevan a decirlo.

- Ha sido una noche encantadora, nos podemos ver después fuera de la oficina, tu compañía es muy agradable. - Aunque no me llama mucho la atención estár cerca de este hombre, pero hay algo que me guía a aprender de él, y buscar que relación tiene con mi esposo. - Y en verdad quiero conocerte mejor.

- Está bien, me gustaría volver a salir contigo.

Poco a poco se va acercando y sus labios rozan mi mejilla. Mis ojos se cierran al sentir sus labios, suaves.

- Estaré muy ansioso. - Me lo dice en el oído, haciendo que mi cuerpo se estremezca.

Nos despedimos y cada uno se va a su auto en mi caso con las piernas hechas una gelatina, pero antes de que pudiera llegar al mío varios hombres encapuchados y al parecer mujeres también se acercan a mi.

- Pero que tenemos acá.

- Una deliciosa cena, carne fresca. - Hablan entre ellos como si no estuviera ahí, eso me hace acordar la vez que memordieron y que me enteré de que era bruja.

- No quiero problemas. - Todos me rodean evitando que me pueda mover de mi lugar, no quiero lastimar a nadie, se de lo que soy capaz y ellos son apenas unos niños.

- Y está simple humana que puede hacer, a caso se cree cazadora de vampiros, o es que piensa que por hacerse la fuerte nos vamos a ir.

- Tiene mucha fe en que puede hacernos daño a nosotros, somos vampiros.

- Son apenas unos pequeños neófitos. - Puedo ver cómo se tensan al escuchar mis palabras.

- Como lo sabe, acaso conoce como se ven los neófitos de los originales. O solo has leído historias y te las vienes a dar de... - lo interrumpo.

- Por favor no quiero problemas. - hablo de la forma más calmada posible

Intento caminar pero ellos no se rinden, el círculo cada vez es más pequeño y eso me está volviendo más inestable, con los problemas de mi hija, el hecho de que pronto me voy a volver a ver con mi esposo y también la invitación de Víctor. No aguanto mucho más y explotó.

Así que me transformó, mis ojos se que ahora están completamente rojos, los colmillos comenzaron a crecer en mi boca, ya no tenía uñas lindas sino unas garras impresionantes.

- Que demonios eres... - Dice uno de los hombres.

- La peor pesadilla de todos ustedes.

- Tras ella.

Dice otro hombre pero no me quedo atrás uno a uno van cayendo, al ser recién convertidos sus movimientos todavía son lentos, mientras que yo estoy más relacionada con mi poder, con lo que no cuentan ellos es que al ser bruja mi sangre es más venenosa que cualquiera.

Me muerden, pensando que me harían daño, pero fue un gran error, si yo no los mato, el veneno lo hace.

Al ver qué ya no hay peligro vuelvo a mi forma humana pero siento que alguien a lo lejos me está observando solo espero que no tengan videos o fotos que me delaten.

- Impresionante. - Pego un brinco al escucharlo.

- Víctor.

- Había escuchado ruido y gritos, pensé que necesitabas ayuda pero te acabas de encargar de ellos. - Esto no me gusta.

- Sorprendido.

- Bastante, eres humana pero lo que acabo de ver me deja muy claro que no del todo.

- Ya lo sabes y ahora.

- Que descanses.

Y se va sin decir una sola palabra, un año tratando de ocultar mi esencia y ahora estaba parada en medio de un estacionamiento, llena de sangre esperando que esto no me trajera más consecuencias o problemas.

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