Capítulo veinte.

Mason

Darlen miro de Stacy a mí, sin comprender lo que le dije, aunque fui demasiado claro, en especial porque todos se han dado cuenta de que lo que pedí no es nada difícil. Stacy luce sorprendida porque haya decidido favorecerla, pero luego su ceño se frunce y oculta su brazo detrás de ella.

Entiendo lo que quiere decir, aunque no hable. Por unos momentos quiero concentrarme totalmente en Stacy, pero Darlen me sorprende gritando.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué debería disculparme con ella?! ¡No lo haré! ¡No me voy a disculpar con esa tipa! —grita, haciendo todavía las cosas más difíciles, quiero respirar hondo o yo qué sé para controlar la furia que se está cocinando en mi interior, creo que últimamente he sido muy permisivo con Darlen, como para que actúe de esa forma.

—¡Darlen! —grito en respuesta, callando lo que sea que fuera a decir, estoy seguro de que no iba a decir nada bueno debido a su expresión. Darlen se queda boquiabierta y creo que quiere replicar así que me adelanto—. Creo que fui muy claro. Todos aquí vieron lo que hiciste, así que discúlpate. No puedes ni debes ensuciar el apellido McGraw, no manches la reputación de la familia, Darlen. Discúlpate con la señorita Thames. ¿Así o más claro quieres que sea?

Supongo que es mi mirada la que la calma por completo. Luce más tranquila y ya no parece gritar, pero no me hace caso, en su lugar solo se cruza de brazos y desvía su mirada, actuando como una verdadera niña pequeña.

Bien, después aclararé las cosas con ella. Últimamente no he estado de aguante con la actitud de las personas. Mejor me concentro en lo más importante. Volteo para ver a Stacy que sigue aquí, para mi suerte.

—Por favor, Stacy. Deja que te lleve al hospital y que traten la quemadura. No podemos dejarlo así —Stacy parpadea y abre su boca para responderme.

—No —mi ceño se frunce.

—Stacy... mi hermana te quemó, deja que me haga responsable de ello, por favor —le vuelvo a pedir. Esto es extraño.

—No, gracias. Como lo has dicho, fue tu hermana quien me quemó. Ella no se quiere hacer responsable, entonces no importa. Yo me haré cargo —me contengo de darle órdenes, ella no trabaja para mí, así no funcionan las cosas ahora. Respiro hondo y estoy dispuesto a replicar, pero Stacy se adelanta—. Por favor, no —su rechazo es intenso, no solo me lo dice con palabras, también con su mirada y su lenguaje corporal. Stacy está rotundamente negada a aceptar mi ayuda. Eso de alguna manera me hace infeliz.

Creí que podría hacer algo por ella, al menos un poco.

Aunque estoy algo infeliz por su rechazo, no dejo que se vea en mi mirada, de hecho, mantengo mi rostro inexpresivo. Stacy y yo nos observamos en silencio, sin que ninguno de los dos dé un paso atrás.

Durante unos minutos que se sienten eternos, solo hay un ambiente tenso.

—Basta —alguien aplaude llamando nuestra atención, ambos volteamos a ver al guionista Billy, el señor Wilder, tengo entendido que es el actual profesor de Stacy, el susodicho se interpone entre los dos y me da la espalda a mí, para hablar con Stacy.

—Stacy, por favor, ve primero al hospital. Lo demás puede esperar, la prioridad es tratar la quemadura. No quiero que mi alumna se retire por una quemadura complicada —veo a Stacy sonreírle levemente.

—Está bien —asiente y se gira, le dice algo a su amiga y se marcha, ignorándome, dirigiéndose al estacionamiento, al verla irse, me gana mi impulso y la sigo, Stacy me ignora mientras me acerco y detrás de nosotros escucho el grito de rabia de mi hermana.

Debe estar enfadada porque este preocupado por Stacy, pero este sentimiento que nunca tuve ahora solo quiere explotar.

—Aunque seas rica y todo lo tengas, hay algunas cosas que no puedes comprar con todo tu dinero y eso es la educación. A partir de este momento, no estoy dispuesto a recibir a personas sin educación como tú, por favor, márchate de inmediato. Hazlo ahora que lo estoy pidiendo amablemente —escucho la voz del guionista Wilder. No me molesto en defender a mi hermana.

Creo que es el escarmiento que merece en esta situación. Giro mi cabeza para verla irse enfadada, dando pasos apresurados, creo ver al novio de mi hermana fingir demencia y no conocerla, supongo que quiere evitar que lo embarren en sus problemas.

No me importa.

Veo a Stacy abrir la puerta de su auto, es entonces que me apresuro y antes de que pueda entrar, cierro la puerta y llamo su atención, se gira para verme y suspira.

—Deja que te lleve al hospital, Stacy —suspira y me aleja de ella, estirando su brazo entre los dos para que le dé su espacio, retrocedo unos pasos y me observa fijamente.

—Creo que fui clara, señor McGraw. No es necesario que me llegue al hospital, puedo ir sola.

—Stacy... —estoy dispuesto a insistir hasta que Stacy desista, pero se me adelanta.

—Escucha, Mason. Lo entiendo. Entiendo que lo que hiciste es solo para mantener la reputación de la familia McGraw, reprender a Darlen enfrente de todos, darme por mi lado y defenderme... todo eso... entiendo que lo hiciste por la imagen de la familia McGraw.

>> Estando en este lugar, ya no necesitas darle la cara a nadie. Puedes dejar de fingir e ir a donde tu hermana debe estar haciendo su berrinche y llorando por tu falta de atención o lo que sea —sus palabras me enfadan.

Porque está insinuando algo que no es cierto. No la defendí para proteger la imagen de la familia McGraw, yo lo hice porque en serio lo quería hacer. Y que Stacy se esté haciendo esa idea en su cabeza me enfada.

Quiero explicarle el malentendido que se está haciendo en su cabeza, pero no tengo oportunidad, ya que Stacy aprovecha mi silencio como la respuesta que esperaba y abre la puerta de su auto, entra y se marcha. Dejándome solo, sin poder explicarle lo que acaba de pasar.