Capítulo dieciocho.

Stacy

—No importa. No planeo enojarme antes de tiempo —susurro y sacudo mi cabeza, horrorizada de solo pensar en lo calva que me quedaré por el estrés causado por Darlen, en un futuro hipotético, tendré que rezarles a los cielos para que Darlen no esté dentro del reparto.

—Tienes razón. No hay que preocuparnos por cosas que todavía no suceden —Bella también sacude su cabeza, como si alejará los malos pensamientos al igual que yo, le sonrío emocionada.

—¿Quieres un poco de café? Está empezando a ser un poco de frío, ¿no crees?

—¿Traes café? —pregunta Bella emocionada, girando su cuerpo hacía mí a una velocidad que bien pudo lastimarla, pero no lo hizo—. ¿Traes de ese maravilloso, glorioso, delicioso café que solo tú sabes preparar? —sonrío divertida y asiento.

—¿Quieres un poco? —Bella asiente emocionada, junta sus manos como si estuviera a punto de orar.

—¡Oh, bendito Dios! ¡Gracias por dejarme probar una vez más el café delicioso de mi mejor amiga! —me río, de la canasta que ya está vacía a excepción de los trastes que traigo ahí, saco el termo donde tengo el café, sigue caliente, amo este termo. Lo destapo y en la tapa con forma de vaso le sirvo un poco a Bella y me sirvo a mí en otro vaso que traigo.

—Siempre hay que ser amigas —me pide, mientras le da un sorbo a su café. Me estoy riendo cuando escucho una voz chillona y muy reconocible para mí.

—¡¿Qué hace está tipa aquí?! —pregunta, Darlen. Levanto mi mirada de mi café, Darlen se acerca hasta mí como si fuera un toro enfurecido. Arqueo mis cejas y en cuanto se detiene comienza a gritarle a todos—. ¡¿Quién le permitió el paso a esta zorra?! ¡¿Cómo te atreves a venir a un lugar como este?! ¡No es un lugar en el que pueda estar una tipa como tú!

A pesar de lo que estaba creyendo hace unos momentos, de que me enfadaría y respondería a cualquier tontería que dijera Darlen, en estos momentos, es diferente. No tengo ánimos de caer en sus provocaciones tontas e infantiles.

Le doy un sorbo a mi café, de verdad, que es el mejor café que he probado, y no lo sigo por ser yo quien lo preparó.

—¿Estás sorda? ¿Por qué no has respondido a mi pregunta? —parece que no se rinde, se cruza de brazos y su rostro hermoso, se ve horrible enrojecido y con el ceño fruncido. Supongo que su pregunta va más allá con que este en este lugar de rodaje, también incluye a que haya vuelto al país.

—A pasado un año desde que nos vimos por última vez, ¿por qué sigues siendo tan molesta? —me separé de su hermano, tal y como quería, le dejé el camino completamente libre a Kristel con respecto a que ahora era divorciado. Entones, ¿por qué? ¿Por qué esa pequeña arpía idéntica a su madre seguía molestándome?

—¡Eres una...! —en su arranque de rabia, Darlen de alguna forma me arrebata mi vaso con café hirviendo y trata de lanzarlo a mi cara, alcanzo a reaccionar cubriendo mi rostro con mis brazos.

Para mi mala suerte hoy llevo una camiseta de manda corta.

—¡Ah! —aunque están sorprendidos y han gritado, nadie reacciona, todos están demasiado impactados, tal vez porque nunca vieron a Darlen actuar más allá de su comportamiento inmaduro. Ahora no solo es una gritona, también es una agresiva psicópata.

¡Stacy! —grita Bella. Observo mi brazo que fue quemado, de inmediato se ha puesto rojo e hinchado, veo a Bella que actúa de inmediato y le habla a su representante—. Trae agua fría, debemos refrescar su quemadura, ¡rápido! —grita, se pone de pie enfadada, ignorando cualquiera que esté a su alrededor, me sorprende lo molesta que está por mí y me hace sentir querida—. ¡¿Acaso estás loca?! ¡¿Cómo te atreves a actuar de esa manera?! —Bella levanta su mano, entiendo que viene una bofetada de su parte hacia Darlen quien no reacciona después de haberme quemado.

Me pongo de pie y detengo la mano de Bella, haciendo que me observe. Su mirada tiembla y creo que quiere llorar de solo verme.

—Está bien, Bella. Recuerda que eres una actriz muy popular, nadie debe infundir malos rumores hacía ti debido a esto, afectará tu reputación y la imagen que tú sola has conseguido —Bella se contiene y gira su cabeza enfadada, cubre su rostro con su cabello para que no vean sus ojos enrojecidos.

Bella no debería hacer esto, ella es una persona reconocida, pero yo no. Le arrebato el vaso, el café ya se enfrío debido al clima escalofriante en este lugar, por eso quería tomármelo enseguida, así que aprovecho que esta tibio y le lanzo el resto de la bebida en la cara de Darlen.

Ya no estoy para ser el saco de golpeo de nadie. Ni siquiera de está mocosa mimada. El maquillaje de Darlen se arruina y chilla por la sorpresa, el café ha arruinado también su cabello, añadiendo que el día de hoy Darlen había decidido usar un vestido blanco que ahora luce lamentable.

No sirve de nada golpearla, porque reaccionaría de la misma manera agresiva, tampoco voy a gritarle lo que se merece porque es capaz de ignorarme y no le afectará en nada lo que le diga, así que su daño físico hacía mí ha sido cobrado con el daño en su apariencia física.

Lo que más odia Darlen es que su imagen se vea afectada enfrente de los demás, no importa con quien este no soporta que nadie la vea siendo humillada o luciendo lamentable como ahora.

—¡ERES UNA PERRA PSICÓPATA! —grita, me alejo unos pasos de ella, porque luce como un perro rabioso a punto de morder, escucho la pequeña risa de Bella, Darlen está más concentrada en gritarme groserías que en ver su aspecto o preocuparse por su imagen, de todos modos, lo más seguro es que su hermano se haga cargo de que nada de esto salga a la luz—. ¡MALDITA ZORRA ESTÚPIDA! —estira sus brazos hacía mí, como si quisiera ahorcarme, pero luego las lleva a su rostro intentando quitarse el exceso de café y creo que está dispuesta a correr hacía mí para golpearme o jalar mi cabello.

—¿Qué está pasando? —todos se detienen, algunos se tensan y la loca Darlen, logra calmarse por unos segundos, dejo de verla y detrás de toda la gente que se ha amontonado y que ahora se alejan para darle espacio de pasar, veo a Mason.