Capítulo siete.

Un año después.

Stacy

—¿Qué se siente estar de vuelta? —me pregunta Bella, me río entre dientes, respirar el olor de mi ciudad natal, ver lugares conocidos y encontrarme con Bella desde el momento en que volví, ha sido como una gran bienvenida luego de un año de haber estado en el extranjero.

—Bueno, no se siente tan mal —me observa divertida, entramos a la empresa y escucho lo que me quiere contar por el momento, creo que hay muchas cosas que quiere decir, pero se confunde y habla poco a poco, contándome algunas cosas que ha hecho durante el último año, aunque no volvimos a perder el contacto como cuando estaba casado, sin duda alguna, hay cosas que se tienen que decir cara a cara.

—¿Qué hay de los americanos? ¿Hubo alguno que llamará tu atención? —cambia de tema drásticamente, llegamos hasta el elevador, Bella presiona un botón y esperamos a que el elevador llegue, mientras le respondo lo que quiere saber.

—Hay mucha variedad, conocí a tantos hombres que... —me callo, solo para darle entender cosas tontas, pero escandalosas, Bella se exalta y chilla emocionada, antes de que el elevador llegue, vemos al representante de Bella que llega casi cayéndose, tratando de salvar con su cuerpo el café que trae consigo.

—¡Señorita Thames! —exclama emocionado, como si fuera una sorpresa mi presencia en la empresa—. ¿Qué hace aquí? De todos modos, bienvenida al Grupo Ralston de Cine y Televisión —Bella rueda sus ojos, le ayuda quitándole algunos vasos de café y me entrega uno.

—Toma, lo pedí para ti, tal como te gusta, con una cucharada de azúcar y mucha leche —le sonrío, las puertas metálicas se abren y entramos, el representante de Bella se queda enfrente de nosotras—. ¿Y? ¿Qué más? ¿Hubo algún americano que conquisto tu corazón? ¿Que hace que quieras volver a América lo antes posible? —exagera, dramática.

—¿Qué te puedo decir? Muchos robaron mi atención —me encojo de hombros, le doy un sorbo a mi café y sabe delicioso, no me acostumbre nunca al café americano, presionan el botón al piso en el que nos dirigimos, las puertas metálicas se cierran y el movimiento nos estremece un poco.

—¡Ah! ¡No sabes la noticia! ¿Recuerdas esa pareja de la que se hablaba mucho?

—¿Cuál de todas las parejas? —pregunto, divertida, necesita ser más específica para que entienda, aunque en América me seguía enterando de los chismes de mi país natal, sigo perdiéndome de muchas noticias candentes.

—Ruth Murphy, esa linda actriz —asiento, recordando un rostro y asociándolo con dicho nombre—. Los rumores eran ciertos...

—¿Cuál de todos? Hubo un tiempo en que muchos rumores salieron de ella, algunos muy exagerados —recuerdo con cierto enfado, algunas veces está industria es algo cruel con las jóvenes actrices, no es como que sea muy grande, pero Ruth había pasado por mucho, es difícil de explicar.

—Ese rumor sobre su guardaespaldas —arquea sus cejas, esa es señal suficiente para que recuerde todos esos pequeños rumores y fotos, e incluso de vez en cuando tenía la oportunidad de verlos juntos, y mis ojos se agrandan.

—¡No puedo creerlo! —chillo, emocionada, aunque cuando escuchamos que las puertas se están abriendo, me controlo y guardo mis ganas de chillar como fanática loca, salgo del elevador con Bella, su representante dice que debe desviarse y que se encontrara con ella después, Bella acepta y seguimos hablando sobre el guardaespaldas de la señorita Murphy.

—¡Te lo dije! —exclama Bella y golpea mi brazo levemente, caminamos con la vista enfrente, sostengo con una mano mi café y la otra la meto al bolsillo de mi pantalón negro que va a juego con mi traje negro, confeccionado personalmente—. Desde el momento en que vi a ese tipo... y la forma en que la miraba... ¡agh! Casi me da un infarto de solo recordarlo...

—¿Cómo se llamaba...? —pregunto de manera distraída, observo el mensaje que me acaba de llegar, es un mensaje de mi nuevo jefe, levanto mi mirada y me encuentro con la persona que no creí volver a ver, bueno, tal vez sí volverlo a ver de vez en cuando, pero no creí que el primer día que llegue al país me toparía con él, mucho menos en la empresa en la que voy a comenzar a trabajar. Ni siquiera quiero saber qué hace aquí.

Miro de reojo a Bella, quien ya se dio cuenta de este momento incómodo, me mira preocupada, pero se relaja casi de inmediato al notar que mi expresión no hay cambiado.

—Quiero acompañarte, pero debo ver a Ron para hablar sobre trabajo —levanto mi celular, como evidencia de que no estoy huyendo, Bella asiente y me giro para ir en dirección opuesta a donde me dirigía principalmente.

Mason McGraw... no causas nada en mí.

Mason

Después de divorciarnos, comencé a investigar un poco sobre su paradero, ya que su padre y hermano insistían en ver a Stacy y hacerla cambiar de opinión, pero ella se había ido del país, con el apoyo de una empresa de Cine y Televisión.

Aunque vine aquí por motivos de trabajo, ya que quiero patrocinar alguna novela interesante, no me espere encontrarla aquí, no sé cuándo volvió, pero desde que escuche su voz pude reconocerla, viéndola de frente es muy diferente a hace un año.

Stacy experimentó un gran cambio desde la última vez que nos vimos, lucía más segura de sí misma, mientras caminaba, era como si estuviera modelando, con toda su personalidad y su cuerpo luciendo un traje ajustado y negro, su cabello rizado y sus labios rojos que se complementaban.

Siempre supe que Stacy era hermosa, pero ahora luce más allá que eso, a pesar de estar al lado de Bella Derrickson, una actriz demasiado famosa y reconocida por su actuación y belleza, Stacy no podía ser intimidada o pasar desapercibida, se ve bien.

Ver cuando se da la vuelta para evitarme, viendo sus piernas largas y su cabello que rebota con cada paso... eso solo me hace recordar las noches que pasamos antes del divorcio. No puedo evitar los sucios recuerdos que vuelven.