Capítulo cuatro.

Stacy

Una vez que vuelvo a mi casa, me propongo a preparar todo lo que necesite para irme en cuanto los papeles de divorcio estén firmados. Así que me encierro en mi habitación y comienzo a sacar las maletas que tenía guardadas y toda la ropa que me pertenece, dejó toda aquella ropa que Mason me compró o que mi padre me dio.

No quiero nada de ellos, porque no quiero deberles de ningún modo. Durante el proceso de guardar mis cosas encuentro el retrato que tengo con el abuelo McGraw, el abuelo de Mason. Creo que lo único bueno de estos tres años, fue el hecho de que me sentí querida por su abuelo. Un señor tan agradable y tierno, que siempre se portó bien conmigo, aunque intentaba esclarecer el comportamiento de su nieto, nunca pudo ganarle cuando se trataba de mí.

Hizo todo lo que pudo y no puedo culparlo por ello. Le agradezco todo lo que hizo, el tiempo que paso conmigo e hizo que el dolor fuera más soportable, es por eso por lo que lo único en lo que puedo pensar es en contarle sobre el divorcio. Es bastante obvio que me divorciare, pero no quiero que se enteré por alguien más. Él no merece que desaparezca sin darle explicaciones.

No sé cómo seré capaz de mirarlo a los ojos y decirle todo mi sufrimiento, siempre se lo oculté, ¿cómo puede decirle que su nieto es un maldito ser que me hizo infeliz cada día desde que nos casamos? A pesar de todo, Mason sigue siendo su nieto.

Dejo de torturarme pensando en el abuelo McGraw y mejor vuelvo a acomodar mis cosas, no tengo muchas pertenencias propias. Justo cuando termino de acomodar las maletas, las vuelvo a poner dentro del armario y entonces tocan la puerta de mi habitación.

—Señora McGraw, ¿puedo pasar? —pregunta alguien del otro lado.

—Adelante, por favor —la puerta se abre y veo entrar a una doncella que se encarga de la limpieza en la casa, trae consigo un paquete—. ¿Y eso? —le pregunto, llena de curiosidad, no estaba esperando nada.

—Es un paquete enviado por la señorita Derrickson, es para usted —le sonrío y asiento.

—Puedes dejarlo en la cama, después lo abro —vuelvo mi atención al armario, debería quitar toda la ropa y donarla o yo qué sé, de todos modos, está habitación será desalojada para siempre una vez que me vaya, dudo que Mason deje a su próxima esposa durmiendo en una habitación diferente a la suya.

—Señora McGraw, también recibió una llamada del señor McGraw.

—¿De Mason? —contengo mi molestia cuando escucho eso, ¿se atrevió a llamarme luego de que no se presentó en las oficinas?

—No, del abuelo del señor Mason —mi gesto se relaja y volteo a verla.

—¿En serio? ¿Pasa algo con el abuelo McGraw?

—Solo quería recordarle que mañana es la reunión familiar de los McGraw, usted debe estar presente como la señora McGraw —contengo unos segundos la respiración, así que ya es mañana esa maldita reunión. Con todo lo que paso, lo había olvidado, quiero suspirar, pero entonces recuerdo algo importante.

Si mañana toda la familia McGraw se reúne, será más fácil para mí esparcir los rumores del divorcio, así, incluso si Mason no me cree capaz de firmar, se verá obligado a cumplir con las demandas de su familia, de todos modos, para los McGraw, yo solo soy una sanguijuela.

—De acuerdo. ¿A qué hora es?

—Será una cena, por lo que se espera que se reúnan antes de las siete —asiento lentamente, aprovecharé antes de que la familia de Mason llegué para hablar con el abuelo McGraw, de todos modos, siempre me toco a mí llegar primero para ayudar con los preparativos de la cena.

—Está bien, dile al chofer que esté listo para mañana, nos iremos al medio día para poder ayudar con los preparativos de la cena, ¿de acuerdo?

—Sí, señora —asiente y se marcha, miro de nuevo al armario y preparo la ropa para mañana, debo llevarme un cambio, el primero para poder cocinar y no temer de ensuciarme, el segundo será para antes de la cena, lo que menos quiero es que se quejen del olor a comida y aceite que despida.

-

Al día siguiente, me despierto temprano, para poder hacer lo que tenga que hacer, el mayordomo me avisa con tiempo que Mason no vendrá a la casa, se irá directo a la casa de su abuelo para la cena.

El chófer me espera en la entrada de la casa. En cuanto subo al auto, cierra la puerta y nos marchamos, tardamos poco menos de una hora para llegar a la mansión del abuelo McGraw. Cuando bajo, me encuentro con todos los trabajadores apurados, siempre es así cuando va a venir toda la familia McGraw, los únicos que tienen el honor de conocerme, ya que no pueden ocultarme de toda la familia, pero tampoco es que divulguen la vida de Mason, para todos soy una vergüenza.

El abuelo McGraw me recibe en la entrada de la mansión, lo abrazo y me agradece por haber llegado mucho antes.

—Quiero ayudar con los preparativos de la cena —le digo, será la última cena que preparé para los McGraw, debe ser especial.

—Hija, siempre has sido tan considerada con nosotros —me mira con cierto pesar, el abuelo sabe que nadie me trata bien dentro de su familia, pero no es como que pueda hacer algo, todos le han dado la espalda al abuelo McGraw, porque ya es viejo y no cuenta con la misma energía que antes, pero necesitan de su apoyo, ya que Mason es el único que aún ama y cuida a su abuelo, es obvio que deben ponerse del lado bueno de Mason para no perder su favor, por eso no me tratan bien.

—Por favor, lleva mis cosas a la habitación de huéspedes, por ahora me pondré a ayudarles en la cocina. Abuelo, por favor, usted descanse —asiente y me alejo de él. Aún no puedo decirle sobre el divorcio.

Toda la tarde ayudo a los cocineros con la cena, comemos algo ligero y sigo ayudando en la cocina, dos horas antes de que comiencen a llegar, me subo a la habitación para poder ducharme y quitarme el olor a comida y sudor. Después me visto con un vestido elegante y bastante modesto.

Lo que menos quiero es que comiencen a criticar mi vestimenta atrevida, no importa si tengo un poco de escote o mi vestido es un poco más corto, ellos solo ven a una zorra que quiere seducir, por eso deje de vestirme como a mí me gustaba, lo que menos quería era la desaprobación de la familia de Mason. Creí que, si les caía bien a ellos, tal vez Mason me daría la oportunidad de mostrarle que no era tan mala como pensaba.

Todo está en orden, así que es tiempo de hablar con el abuelo McGraw. Sé que está en su estudio, es donde pasa la mayoría de su tiempo, tal vez para ver las fotografías de su esposa o tal vez para leer todos los libros que ha acumulado.

Toco la puerta del estudio y solo escucho su voz cuando me deja entrar, abro la puerta y primero asomo mi cabeza, lo veo sentado en su sillón reclinable mientras lee algún libro, levanta la vista de su libro y me sonríe.

—Hija, puedes pasar.

—¿No interrumpo su lectura?

—No hay ningún problema, veo que ya terminaste con los preparativos de la cena —asiento y entro al estudio, cierro la puerta detrás de mí y me tomo el atrevimiento de sentarme en el sillón continuo al del abuelo—. Lamento que siempre tengas que hacerte cargo de las cenas de la familia McGraw —me encojo de hombros, tomo su mano que está encima del reposabrazos.

—Me gusta ayudarlo, abuelo McGraw. Es lo menos que puedo hacer por usted —su ceño se frunce un poco, supongo que sospecha algo, pero no quiero decírselo de golpe, así que le doy un vistazo al libro que sostiene—. ¿Quiere que lo lea para usted? —señalo con la barbilla su libro.

—¿Puedes hacer eso por mí? —asiento y me entrega su libro. Se recuesta en su sillón y cierra sus ojos, apenas había iniciado un nuevo capítulo así que es fácil seguirlo.

—Sentía la mirada de alguien desde el cielo, no estaba completamente seguro de lo que estaba sucediendo, tampoco sabía si se trataba de una simple alucinación, sin embargo, seguía sintiendo la mirada de alguien desde el cielo. No una mirada agradable, era una mirada fulminante, que parecía estarle culpando de algo, que esperaba porque al fin se rindiera y pidiera perdón por sus pecados... —leo el primer párrafo y de ahí leo los siguientes cinco capítulos—. "¿Qué fue lo que hice tan horrible para merecer esto? ¿Es que acaso no soy humano?" Preguntó el hombre, conteniendo las lágrimas de ira. Todos alrededor de él, continuaron mirándolo, sin siquiera responder a sus preguntas, lentamente y de manera dolorosa, el hombre estaba muriendo, no importaba cuánto golpeará el domo, no importaba cuánto se resistiera a su final. Ya no había nada qué hacer y los más terrorífico del lugar, fue que todos estaban en calma... —me interrumpo en el momento en que termino el capítulo y observo al abuelo McGraw, quien me está mirando con mucha fijeza—. ¿Pasa algo, abuelo? ¿Quiere que me detenga?

—Stacy, no tienes que retrasarlo más, puedes decirme lo que sea —susurra, cierro el libro luego de dejar un separador, para no perder la página, miro mis manos y luego al abuelo, tiene razón, no debo retrasarlo más.

—Quiero divorciarme de Mason, abuelo McGraw —no luce ni un poco sorprendido, me imagino que estuvo pensando que un día llegaría el día en que yo dejará de ser el costal de golpes de Mason, mis manos sudan un poco, por lo que trato de secarlas con mi ropa.

—Puedo saber, ¿qué ha cambiado? —quisiera decirle sobre lo que su nieto ha hecho, las incontables infidelidades, las burlas y hecho de que ahora embarazó a Kristel, sin embargo, no puedo hacerle eso, no al abuelo McGraw, sabe que nuestra relación no funciona, pero no sabe todo el daño que su nieto me ha hecho, aunque estoy detestando a Mason, no quiero que su abuelo se sienta culpable por el comportamiento de su nieto.

—Quiero volver a estudiar, quiero vivir para mí. Creo que he pasado mucho tiempo viviendo para los demás, que me siento perdida... —no le estoy mintiendo del todo—. He tolerado mucho tiempo, abuelo McGraw. He esperado para que los sentimientos de Mason cambien, sin embargo, no ha cambiado a pesar del tiempo. Estoy un poco cansada —susurro y asiente.

—Lamento que las cosas hayan pasado de esta forma, Stacy. Eres tan buena persona... no entiendo por qué mi nieto no se dio cuenta, sé que no importa nada de lo que diga, has tomado tu decisión y tampoco es que quiera convencerte para que te quedes...

>> Stacy has intentado con toda tu fuerza cambiar a mi nieto, lamento que no haya servido de nada. Un día, Mason se dará cuenta de lo que acaba de perder —palmea mis manos—. Por favor, no odies tanto a mi nieto —tomo su mano y le sonrío—. A pesar de que ya no estés casada con Mason, para mí seguirás siendo mi nieta, no lo olvides, ¿de acuerdo?

Un nudo se forma en mi garganta, el abuelo es demasiado bueno conmigo.

—Sí, abuelo McGraw —susurro. Respiro hondo y me pongo de pie—. Creo que es hora de salir, los invitados están por llegar —le recuerdo, asiente.

—Puedes salir primero, quiero hacer algo más —asiento y me dirijo a la puerta, en cuanto la abro me sorprendo de ver a toda la familia McGraw reunida, veo la hora el reloj de pared más cercano, son pasadas de las siete, pero la mayoría de los McGraw son impuntuales.

Trago saliva y todos están mirándome, al parecer escucharon mi conversación con el abuelo, el respeto a la privacidad ajena no es bien conocida en esta familia chismosa, no son nada discretos, el hecho de que estén cercas de la puerta significa que sabían que estaba hablando de algo importante con el abuelo y se pusieron a escuchar a escondidas.

—Buenas noches, familia McGraw. Pueden entrar a saludar al abuelo McGraw, la cena se servirá cuando todos ustedes estén presentes en el comedor, como acaban de escuchar, me divorciaré de Mason, por lo que ya no soy una McGraw, y no hay razón para que me quede a cenar. Permiso —les digo brevemente, la verdad es que quería quedarme a cenar una última vez con el abuelo McGraw, pero ese plan se ha arruinado.

Será demasiado incómodo para todos que me quede a cenar luego de lo que escucharon. Respiro hondo y mantengo mi frente en alto, es ahora cuando debo demostrar quién soy, estoy harta de bajar la cabeza ante está terrible familia.

Sin embargo, mis intenciones de salir con toda la actitud se ven interrumpidas cuando me topo con la fría mirada de Mason, la familia de Mason nos observa de él a mí, se suponía que llegaría durante la cena no antes, pero al parecer todos llegaron más temprano de lo usual.

—¿Se van a divorciar? —susurra un tío de Mason.

—¿Crees que Mason al fin le pidió el divorcio? —pregunta alguien más, no me muevo, siento el golpeteo de mis latidos contra mis orejas.

—No creo que ella lo haya propuesto —alguien se burla.

—Saluden al abuelo —dice Mason, callando a todos sus familiares que estaban cuchicheando, todos aceptan muy obedientes, me hago a un lado para que puedan pasar y entren al estudio, una vez que nos quedamos solos en el pasillo, Mason llega hasta mí y solo puedo ver su verdadero enfado cuando está frente a mí—. Tenemos que hablar —me sujeta del brazo y me jala en dirección a otra habitación, es obvio que no podemos discutir en este lugar.

Aunque no hace la diferencia cualquier lugar, cuando su familia es tan entrometida. Me jala y me arrastra hasta una habitación cercana, que de hecho es un baño bastante grande. Me jalonea y me obliga a entrar al baño, cierra la puerta detrás de él y coloca el pestillo.

—¿Qué diablos crees que estás haciendo? —no levanta la voz, pero eso es todavía peor, retrocedo hasta que mi espalda choca con el lavamanos de mármol, respiro hondo y oculto el temblor de mis manos agarrándome con fuerza del mármol.

—Te dije que quería el divorcio, no quería que tu abuelo se enterará de repente, por eso le he dicho antes de que se esparza el rumor gracias a tu familia extremadamente comunicativa —me burlo un poco de él. Mason camina hasta mí e invade mi espacio personal, pero no me encojo.

—¿Cómo te atreves a tomar esa decisión sin consultarme?

—Claramente te dije que te esperaba en la oficina de asuntos civiles, ignoraste lo que te dije y te largaste a un viaje de negocios, ¿lo hice sin consultarte? Estuviste de acuerdo con el divorcio —se ríe, aunque puedo escuchar el enfado en esa risa.

—¿Cómo te atreves a involucrar a mi abuelo en tu berrinche? Es claro que dije que...

—Dijiste que te divorciarías. La única persona que merece una explicación de mi parte es el abuelo McGraw, porque él ha sido más respetuoso conmigo de lo que has sido tú. ¿Quieres una explicación? ¿Por qué ahora te importa lo que tenga que decir? Es obvio que nunca me escuchas —su enfado solo crece, debe estar pensando que soy una descuidada.

Lo que Mason más detesta es que involucre a su abuelo, pero nunca lo hago con mala intención, es solo que ese señor se preocupa de verdad por mí al igual que yo por él. Se aleja un poco y creo que se está conteniendo de gritarme y humillarme. Espero a que se calme para poder salir del baño, pero me observa fijamente, no sé en qué está pensando, hasta que ya está encima de mí, rompiendo la cremallera del vestido.

—¡Mason! —jadeo, sorprendida por sus rápidos movimientos—. ¿Qué demonios...? —no entiendo su cambio de actitud, tal vez quiere desquitarse conmigo por hacerlo enfadar, lleva su boca a mi cuello y sus manos tiran de mi vestido hacía abajo para quitármelo, sé a lo que quiere llegar y eso me enfada todavía más.

Trato de empujarlo, meto mis manos entre nosotros y lo separo, me remuevo como una lombriz.

—Mason... déjame... Mason, no quiero —sus labios recorren mi cuello hasta mi clavícula y la muerde, chillo y siento su lengua cálida en la misma zona donde mordió.

—No hagas tanto ruido, Stacy —susurra contra mi pecho, levanta su cabeza para observarme y yo tengo que bajar mi mirada, su mirada llena de lujuria y burla, me enfada, pero sé a lo que se refiere.

Entiendo lo que quiere hacer y el motivo por el que debo callarme, incluso si no quiero, terminaré teniendo sexo con él en el baño de su abuelo y si su familia se entera... después de lo segura que estaba diciendo que me divorciaría de él... solo estaba intentando humillarme.

—Mi familia puede escucharte del otro lado, Stacy. Así que sé lo más callada que puedas —susurra, presiono mi quijada con fuerza y lo fulmino con la mirada. Guardo silencio y desvío mi mirada, no tengo otra opción. Mientras Mason se desnuda y me desnuda, solo quedó más convencida de que debo divorciarme de este infeliz. No importa cuánto quiera negarse o qué tanto intente hacer conmigo, debo divorciarme a toda costa.

Esto ya no es permisible. Todo este tiempo, Mason hizo lo que quiso conmigo, pero jamás me humilló de esta manera, su actitud actual, solo hace que me enfade y lo odie, ¿cómo pude estar tan ciega como para amar a un hombre como él?

Me vengaré. Haré sentir a Mason la misma humillación que me está haciendo sentir en estos momentos.

-

Miro la enorme pancarta que anuncia el gran evento que hay está noche.

Aniversario del Grupo McGraw.

Miro a todos lados, hay tantas celebridades y personas importantes, todos vienen de diferentes lugares, es bastante obvio que la familia McGraw está presumiendo de todo su poder y sus conexiones.

Nunca había podido venir a una celebración de aniversario, aunque era la esposa de Mason, nunca em dejó que me presentará, ya que, para él, yo no existía. Y aunque nunca me queje por ello, está noche será diferente.

Entro a la sala, nadie me interrumpe ni se interpone en mi camino luego de que les muestro la invitación, una que obtuve del estudio de Mason, es obvio que él no la necesita. Logro no sobresalir de las miradas de las personas, entro al salón del banquete y me siento en una mesa alejada que todavía no está llenada.

Mientras espero, luego de un rato dos personas llaman mucho la atención, la feliz pareja, Mason McGraw y su acompañante Kristel Davies, sí que hacen una buena pareja, un infeliz y una estúpida. Ambos saludan a todos mientras están tomados del brazo, las personas más cercanas a mí comienzan a hablar, chismorreando lo que ven.

—El señor McGraw y la actriz Davies ¿son pareja? —pregunta un señor mayor a su pareja.

—Eso parece ser, ni como culparlos, ambos hacen una excelente pareja. El señor Mason McGraw es un hombre soltero, de hecho, hace mucho tiempo ellos dos eran pareja.

—¿Crees que este año el señor McGraw se casé?

—Es lo más seguro —observo todo en completo silencio. Poco después piden a Mason que dé algún discurso.

Mason deja a su pareja y sube al escenario, es entonces que me toca a mí actuar. Me levanto de mi lugar, dejo mi abrigo en la silla y tomo el sobre que es muy importante, será el protagonista de esta noche. Lo lamento por Mason, quien será opacado está noche.

Me acerco al escenario por la orilla, nadie me capta, todos están interesados por lo que sea que Mason vaya a decir.

—El día de hoy, estamos todos reunidos, para celebrar el aniversario del Grupo McGraw, una empresa fundada por la familia McGraw, quienes nunca se rindieron y pudieron llegar a la cima, sin embargo, todos los presentes en esta noche han sido el mejor apoyo y aliado del Grupo McGraw para que podamos salir adelante.

>> Este aniversario no es solo para los McGraw, también es para ustedes, nuestros socios, amigos y compañeros, que han hecho todo esto posible.

Sigue con su discurso y cuando termina, todos aplauden. Alzan sus copas y brindan por el brillante futuro del Grupo McGraw, Mason mira a Kristel y le sonríe, es entonces que subo al escenario, todos están hablando entre ellos, pero hay un momento de silencio y eso ocurre cuando se dan cuenta de mí. Aplaudo y sonrío.

—Felicidades —le digo a mi maravilloso esposo.

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