Capitulo 18. La persona de mis sueños.

En una fracción de segundo, Shifu hizo un ligero giro. La espada aterrizó en su hombro izquierdo. La sangre fluyó. Shifu no parecía sentir el más mínimo dolor. Su cuerpo se hundió. No sé qué fuerza usó. Voló más allá de los hombres y los acarició suavemente. Se estremecieron, colapsaron instantáneamente, la sangre fluyó de sus bocas y se desmayaron.

Zihui, que estaba apoyado en mí, se puso rígido. No me importaba si se ponía rígido o no, lo empujé a un lado y corrí hacia Shifu. Al ver la herida de Shifu en su hombro, no supe qué hacer ni qué decir.

"¿Asustado?".

Aunque Shifu estaba pálido, su voz no era diferente a la habitual.

"La próxima vez, si te atreves a correr".

Dio media vuelta y se fue. Debe tener algo de ira que aún no ha desahogado.

Agarré su mano derecha y le pregunté con miedo: "Shifu... herida, duele..."

“Yo no moriría”, dijo con frialdad. “Hmpf, ¿ahora me ves como tu shifu? No te dejé comer sopa de pollo con ginseng. Te escapaste a buscar champiñones para guisar con pollo. ¿Encontraste alguno?".

Admito obedientemente mi culpa: “Shifu, me equivoqué. Nunca volveré a huir”.

Estaba asustado. Mi voz no pudo evitar temblar. “No te enojes… No no me quieras.”

Al escuchar esto, Shifu se dio la vuelta para mirarme. Su voz sonaba un poco extraña: "Oh, quién fue el que gritó que ya no quiere shifu".

"Estaba equivocada."

"Bueno, ya que Shifu es una persona de mente estrecha, no aceptaré tus disculpas".

"Estaba equivocada…"

Esta es la única frase que seguía repitiéndose en mi corazón, como un viento frío silbando en mi corazón. Pensé que esta vez Shifu realmente ya no me quiere. Levanté la cabeza y lo miré fríamente. Shifu también me miró. Después de un rato parpadeó, luciendo algo sobresaltado y agitado, dijo: “¡Oye!”

Se volvió y dijo un poco estupefacto: “Estúpida Nubia, estaba jugando contigo. No hay nada por lo que llorar”.

Grandes lágrimas seguían rodando de mis ojos sin control. La figura de Shifu en mis ojos se volvió borrosa. Agarré su mano con fuerza. Miedo de que cuando lo deje ir, se escape y me deje.

“No… no no me quieres…”

Shifu suspiró en voz alta: "Eres realmente estúpida".

"No te puedo desagradar".

No podía dejar de sollozar.

"¡No me desagradas!"

Con impaciencia dijo esas palabras y se quedó en silencio durante mucho tiempo. Solo seguí sollozando. De repente, Shifu sacó su mano derecha. Mi corazón estaba vacío. Pero en el siguiente instante, de repente mi palma se sintió caliente. Shifu estaba sosteniendo mi mano como solía hacerlo cuando éramos niños y estaba escalando la montaña.

Me secó las lágrimas y dobló los labios con frustración: "Olvídalo, volvamos a la mansión".

Obviamente su tono era de desdén, pero para mí la voz de shifu se sentía cálida como su palma.

"Shifu... herida, herida".

“Herida de la carne. Simplemente parece aterrador”.

Shifu, tomó mi mano y caminó dos pasos. Me detuve y señalé a Zihui, que estaba sentado a un lado y dije: "Shifu... hay uno más".

El cuerpo de Shifu se puso rígido. Se volvió y miró a Zihui de pies a cabeza. Arrugó las cejas y me miró.

“Oh, realmente encontraste estofado de pollo con champiñones. ¿Es una esencia de pollo o una esencia de champiñón?”

Agarré la mano de Shifu muy fuerte y juré: “¡No quiero ninguna esencia! ¡Solo quiero shifu!”.

Al verme con esta expresión en mi rostro, Shifu dudó y miró hacia otro lado. Gruñó suavemente: "Es bueno que lo sepas".

En ese momento, el silencioso Zihui dijo de repente: “Pequeña… una dama Nubia, regresa con tu shifu. No estoy realmente herido.

Parpadeé y lo miré. Sentí que dice esas palabras con su rostro pálido, realmente no tienen poder persuasivo.

Dejando a una persona tan débil sola en el bosque. Además, podemos decir que dependíamos unos de otros…

Todavía no había terminado de pensar, cuando Shifu tiró de mí sin piedad y se alejó.

“Esencia de piedra de diez mil años, este cultivo mocosa es mucho más alto que el tuyo. No hay necesidad de que te preocupes por ella.”

"¿Es más alto que el de shifu?".

Shifu se quedó en silencio por un rato. De repente me apretó la cara muy fuerte.

"Si no fuera por ti, ¿estaría en este estado ahora?"

El apretón de Shifu fue realmente doloroso. Parpadeé para que no se me salieran las lágrimas. De lo contrario, si Shifu no puede desahogar su ira, me abandonará de nuevo...

La mano que me apretaba se soltó lentamente. Shifu suspiró: "Olvídalo... no sabes nada".

Regresé con shifu a la mansión.

Durante varios meses, Shifu usó la excusa de que su hombro estaba lesionado para ordenarme que hiciera todo tipo de cosas. Incluso pasar la página de sus libros es mi trabajo ahora. Casi todo mi tiempo estuve bajo los párpados de shifu ella estaba siempre a la vista.

Pero Shifu se veía muy cómodo. Lo tomo como mi expiación y realmente lo cuidé seriamente.

En un día por la tarde, Shifu estaba tomando una siesta. Yo estaba sentado en un taburete al lado de la cama, abanicándolo. Mientras estaba abanicando, algo cayó al suelo con un sonido de "dongdong".

Parpadeé y miré vagamente. Es una piedra cristalina del tamaño de un pulgar. Yo lo levanté. Lo miré a través de la luz del sol. Vi una luz púrpura moteada a su alrededor. Es realmente bello.

“Otro día, cuando bajemos de la montaña, dejaré que los artesanos hagan un anillo con él. Ciertamente se verá hermoso en shifu”.

Después de que dije esas palabras, no sé por qué mi mano tembló. La piedra cayó al suelo y rodó no sé dónde. Me agaché para buscarlo, cuando Shifu, insatisfecho, tarareó dos veces: “¡Nubia!, no seas perezosa”.

Estaba ocupado abanicando shifu. Pensé que volvería cuando esté vacío aquí. Pero no importa cómo busqué, no pude encontrar la piedra. Con el tiempo lo he olvidado.

Es otro invierno. La nieve de ahora llega hasta las rodillas. Shifu parece odiar la nieve desde el día en que nació. Una vez que hace viento y nieva afuera, sin importar las cosas importantes que tenga que hacer, se sentará junto al fuego en la casa y leerá libros todo el día.

Carbón, incienso y comidas. Todo esto lo tengo que preparar para él.

Este día, después de una comida con shifu, lavé los platos y fui a limpiar el jardín. Tomé la escoba, barrí un par de veces, me senté en la nieve y luego me quedé dormido.

Ayer Shifu me enseñó una nueva fórmula. No lo memoricé. Me entrenó la mayor parte de la noche. Hoy necesitaba levantarme temprano. tengo mucho sueño Somnolienta, acostada en la nieve, me quedé dormida.

En mis sueños, un hombre de púrpura me llamó por mi nombre: “Una dama Nubia, una dama Nubia”.

Lo resiento por romper mi hermoso sueño. Murmuré algunas palabras y no quería molestarme con él. Pero llamó y llamó. Finalmente, dijo con una sonrisa en su voz: "Si una dama Nubia aún no te despierta, tu shifu te golpeará el trasero".

La palabra "shifu" me picó los nervios. Abrí los ojos justo a tiempo para ver a Shifu de pie frente a mí, sosteniendo una gran pancarta con un estampado de bambú. Frunció el ceño y me miró con tensión: “Levántate, no puedes dormir en la nieve”.

Shifu rara vez hablaba conmigo con un tono tan serio. Estuve asustado y sorprendido por un momento, olvidándome de reaccionar. Shifu era demasiado perezoso para decirlo por segunda vez. Me sacó de la nieve.

“Si estás cansado, ve a dormir a tu habitación”.

Después de que terminó de hablar, se alejó. Con el viento soplando, no estaba seguro si era una ilusión o si realmente dijo estas palabras: “Alguien cerró los ojos en la nieve. Nunca mas los volvió a abrir”.

No pude entender esta frase. Así como no podía entender por qué Shifu ocasionalmente me miraba en trance. Parecía estar mirándome, pero también parecía estar mirando a otra persona. En algún momento, incluso susurrará: "¡Maldita sea... cuanto más crece, más se parece a ella!".

Desde que era pequeño, Shifu siempre decía algunas frases que no entendía. Ya ni siquiera me molesto en preocuparme por eso. De hecho, desde entonces, a menudo veía a un hombre de púrpura en mis sueños. Siempre estaba de pie en la oscuridad, mirándome y llamándome... una dama Nubia.

Al principio no me atrevía a hablarle. Después de verlo varias veces, me armé de valor y le pregunté: "¿Quién eres?"

Respondió a la ligera: “La persona de tus sueños”.

Al día siguiente me desperté y corrí a preguntarle a shifu: “¿Cuál es la persona de tus sueños?”

Shifu bostezó en su cama. Me respondió perezosamente: “Fantasma, demonios. Monstruos que ni siquiera viven en este mundo. Los demonios que hacen que tu mente sea un desastre, haciéndote pensar en los tiempos que estuvieron juntos. Bueno... ¿cuál crees que encaja? ¿Cuál es la persona de tus sueños?”

Me rasqué la cabeza. Sentí que ninguno encajaba.

Después de algunos días, aproveché cuando fuimos a la secta para recolectar comida. Le hice la misma pregunta a la gente de la secta. Todos me dieron respuestas extrañas. Ninguno era igual.

El tío Luis me dio unas palmaditas en la cabeza, me miró con consuelo y dijo: "Nubia ha crecido".

La hermana Lusil me miró como una erudita y me dijo: "El corazón y el alma pidieron un hermoso sueño de la otra mitad".

El carnicero me dijo: “¡Ah, ya tienes edad para tener sueños de primavera! Bueno, cuando busques un marido, encuentra a alguien que se parezca a la persona de tus sueños”.

Después de decir eso, el carnicero se tocó la barbilla, pensó por un momento y susurró para sí mismo: "Shiiiii... no sería bueno si Jefe escuchara mis palabras..."

Parpadeé por un momento y luego pregunté: “¿Para qué sirve un esposo?”

“¿Para qué sirve un marido…”, se rió el carnicero. “¡Ganar dinero para la familia permite que la esposa viva una buena vida!”.

Mi corazón estaba feliz, mis ojos brillaban. Le pregunté: "Entonces, ¿puedo encontrar un esposo y ser su esposa?".

De esta manera, puedo dejar que mi esposo haga todo el trabajo que Shifu me ordenó hacer: lavar la ropa, hacer la cama de Shifu y masajear a Shifu. ¡Finalmente puedo disfrutar de una vida mejor!.

No sé por qué después de hacer esa pregunta, el carnicero se veía realmente incómodo. Se rascó la cabeza y dijo: "No es que no puedas... pero... tienes que preguntarle a tu shifu primero".

Una persona más para servir shifu. Shifu ciertamente estará feliz. No hay nada malo en ello. Shifu seguramente estará de acuerdo.

Felizmente llevé la comida de regreso a la mansión. Después de que terminamos de cenar, al ver que Shifu estaba de buen humor hoy, le pregunté con entusiasmo: "Shifu, ¿quieres que una persona más te sirva?"

Shifu bebió un sorbo de té, se giró y me miró por un momento.

“Un discípulo estúpido es suficiente. No quiero que uno más me cause más dolor de cabeza”.

“No es un discípulo,” dije. Encontraré un marido para mí. Entonces tráelo de vuelta. Juntos serviremos shifu. ¿Qué opinas?"

Conté con mis dedos. Conté los beneficios de un marido.

“Cuando lavo los platos, él barre el piso. Cuando haga el fuego, él cortará la leña. Cuando lavo la ropa... bueno, él lavará la ropa conmigo. Sin duda, el trabajo se hará más rápido y mejor”.

Me giré y miré a Shifu con una cara llena de esperanza.

"Shifu, ¿no es eso realmente hermoso?".

Shifu giró la taza en silencio, sin decir una palabra.

No debe haberme oído. Así que pregunté en voz más alta: "Shifu, ¿qué dices acerca de que busque un marido?".

Con un sonido "pa", la copa en la mano de shifu se rompió. El té cayó sobre su cuerpo. Me sorprendió y escuché a Shifu reír a carcajadas.

“Bien, esto es excelente. Una persona más que viene a atenderme. ¡¿Cómo es que eso no es bueno?!”.

Mientras decía eso, su expresión era algo loca. Quería decir "shifu, tu expresión no coincide con tus palabras". Pero antes de que pudiera decir algo, Shifu se paró frente a mí y me pellizcó ferozmente la cara una y otra vez.

“Realmente un gran coraje, ¿eh? Ah, Nubia, ya está pensando en buscar ayuda, juntos lidiando conmigo".

“Te estoy sirviendo,” lo corregí. Pero aparentemente Shifu no escuchó.

“Bien, las mujeres mortales se casarán después de recibir la horquilla. Todavía queda un año más. Si encuentras a la persona adecuada después de un año, entonces ve y cásate con él”.

Shifu casi me miró fijamente con sus fosas nasales.

“Si llega ese momento y nadie quiere casarse contigo, no puedes venir llorando y quejarte”.

Me rasqué la cabeza y dije muy desconcertada: “Shifu, no quieres que busque marido, no lo buscaré. No te enfades.

No sé cómo estas palabras pincharon los nervios de Shifu. Su cuerpo se puso rígido. Aflojó la mano, se volvió y dijo: “Hmpf, a quién le importa si miras o no, es solo… es solo que eres mi discípulo. ¡Si en ese momento nadie se casa contigo, perderé la cara!”.

Shifu es realmente alguien a quien le importa la cara. Suspiré y dije: “Shifu, no tienes que preocuparte. Ya tengo un objetivo. Lo haré lo mejor que pueda."

Recogí los platos y salí de la habitación. Shifu estaba congelado en la habitación. Hasta que cuando iba a dar la vuelta a la esquina, la voz oscura de Shifu vino desde atrás: "Oye".

Su grito me hizo parar. Pasó un momento antes de que continuara: "¿Quién es el que te gusta?"

Miré al cielo y pensé por un momento antes de responder: “La persona de mis sueños”.

Después de doblar la esquina, escuché el sonido de una patada en la mesa.

Shifu comenzó a practicar después de una comida... muy trabajador, ah.

También tengo que trabajar duro para encontrar un marido. Entonces puedo ayudar a Shifu y causarle menos problemas.

Desde entonces Shifu me ordenó hacer más y más cosas. Incluso mientras duermo, necesito dormir junto a su cama en el suelo.

Cada vez que íbamos a la secta a buscar comida, Shifu caminaba detrás de mí tranquilamente. Inicialmente, todos me trataron como siempre, pero gradualmente los hombres ya no me hablan. No mucho después, incluso el carnicero ya no me habla. Entonces, después de un tiempo, estaba un poco infeliz. Sentí que probablemente no les agradaba porque hice algo mal. Cada vez que Shifu me ve infeliz, su rostro se vuelve más oscuro. De vez en cuando podía escucharlo decirse a sí mismo: "Maldita sea, él realmente es alguien de la secta..."

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***