Marina y Teles

Teles, Coral ustedes están seguras de todo esto? pregunta Marina, un poco ansiosa.

- No me digas que ya te acobardaste? pregunta Coral desafiante.

- No vale, claro que no, es solo que... Muchachas, es bastante riesgoso.

Teles no dice ni una palabra, piensa lo mismo, pero tiene más miedo de Artina que de las consecuencias, ni siquiera opina aunque ella no esté en la habitación, seguro sabe que Coral es su más leal lacaya y le irá con el chisme.

- Ya lo sabías cuando decidiste cambiar tu libertad por el juventud y belleza. Replica Coral.

- Yo no sabía que querían matar a la hija de Diana! Eso no era parte del plan.

- Ese es ahora el plan y se va a cumplir.

-Te has detenido a pensar que pasaría con el clima, la luna? e incluso que pasaría con el mar que tanto amamos, si le pasara algo a la fuerza que mantiene a la naturaleza en equilibrio? Antes, todo eso lo hacían Diana y su familia, ya no sabemos.

- Por favor, Artina se hará cargo de todo. Tu solo ocúpate de tu parte, cada vez falta menos y aún Serena no sabe ni siquiera que es una sirena. Que estúpida es, que ni siquiera puede darse cuenta, es patética, y cree que ya encontró el amor, cuando ella no se enamora como cualquier sirena.

- Igual a su madre. Dice triste Marina

- Deja de hablar de Diana. Diana, repite y escupe el suelo. -Tu y yo sabemos que la princesa nos abandonó. Hemos tenido que buscar a Artina para que nos mantenga jóvenes sólo porque ella nos hizo perder la vida buscándola....

- Nadie nos obligó, éramos sus amigas. No teníamos un amor, ni nada que nos atara, hasta era nuestro deber.

- Ella nos traicionó Marina! Despierta ya, se largó del mar por un asqueroso humano y cuando se aburrió regresó, aún sabiendo que se convertiría en bruma de mar, dejándonos solas en este infeliz lugar, dónde envejecemos y la magia se debilita, fue egoísta y estúpida.

- No sabemos porque lo hizo, ella dijo que juntas encontraríamos el amor verdadero.

- Y no lo encontramos, en cambio, hemos ido perdiendo la juventud y la magia, si no fuera por Artina no seríamos nada. NADA me oyes! grita Coral. Si cuando Diana huyó no hubiésemos tenido que vender el alma por un par de piernas para seguirla, todo porque según nosotras el amor de amigas era igual de valioso que el amor de pareja, que imbéciles, mira como nos dejó, pudriéndonos en este lugar, solo podemos transformarnos con el poder que nos da Artina. Solo podemos ser sirenas con ayuda de ella...

- Tienes razón. Dice la abatida Marina.

- Haz lo que se te ha encargado, la luna está creciendo y en luna llena lo volveremos a intentar. Haz tu parte, dile que es una sirena, nosotras nos encargamos del resto. Dice esto saliendo enojada de la habitación.

Marina deprimida se sienta en una silla a mirar el cielo por la ventana, y Teles se acerca a cepillar su cabello.

- Así sería en el mar, no? Sentadas sobre alguna roca, tomando el sol, poniéndonos bonitas por si el amor pasa y nos encuentra... Dice Teles.

Su comentario hace reír a Marina.

- Así es. A veces olvido que tú y Pisínoe son muy jóvenes y no tuvieron la oportunidad de vivir cosas como esa.

- Marina, tu crees que todas las sirenas somos vanidosas?

- Claro que no, solo que debemos estar bellas, para que cuando pase el amor nos reconozca rápidamente, y después nos mantenemos bellas para que el amor se quede a nuestro lado. Tú no sabes que es el amor quien nos mantiene hermosas?

- Y si pasamos mucho tiempo arreglandonos, y por distraídas no vemos el amor?

- Sería muy triste, realmente triste, porque solo hay uno para cada quien.

- Por eso al perderlo nos convertimos en espuma de mar?

- Así es linda Teles, así es. No habría más razones para existir.

Marina, recuerda a sus 3 amigas, Diana, Coral y Luz Marina, jugando despreocupadas, y a aquel joven tritón que trabajaba a la distancia protegiendo a la princesa, él llamó su atención y creía que era correspondida, pero rápidamente se dió cuenta que él amaba a Diana. Cómo podía ser, si él había sido comprometido con una Sirena de otros mares, cómo podía ser que Diana no lo amara devuelta. Ahí descubrió el secreto de Diana, era libre de amar a quien quisiera, aún estaba ceñida a las leyes del mar, pero era libre, y en su corazón ella envidiaba eso, igual que sus compañeras.

- Marina, mira tu hermoso cabello rojo, has llamado la atención de mil hombres, por qué nunca te enamoraste?

- No lo sé, supongo que estaba lo bastante distraída arreglándome. ( y quejándome por todo, piensa), se ríe amargamente.

- No es porque sean humanos verdad? Porque después de lo que les hacemos, para robarles su energía y mantenernos jóvenes y hermosas, me da pena por ellos.

- Tú no necesitas hacer eso Teles, eres muy jóven. Las sirenas no somos inmortales, pero nuestra vida es muy larga si aprendemos a vivir bien, no hagas nada que pueda perjudicarte, trata de cuidarte y cuando menos lo imagines el amor llegará.

- Es que, Artina me aterra!

- No te hará nada, ella nos necesita, no lo olvides.

- Pero es que.. tú también has visto a las sirenas que vienen a la playa, cuando ella las llama, son mounstros todo el tiempo. No puedo luchar contra ellas.

- No tengas tanto miedo, sé fuerte y valiente, yo te apoyaré Teles, le dice sujetando su mano. Además Artina no es tu dueña, puedes mantenerte al margen como Estella.

- Sabes que tiene a mi familia. No quiero que mueran.

- Y a Estella le tienen a su amor. Todas estamos aquí presionadas por algo. Pero el trabajo es sencillo, ayudar a que Serena le dé sus poderes a Artina en 2 lunas nuevas y listo.

- Y desasernos de ella...agrega Teles.

Marina se levanta de la silla ansiosa.

- No no, yo no mataré a Serena. Después de todo es la hija de...

- De Diana! Agrega Artina al abrir la puerta de un golpe.

Fue más que obvio que Coral fue a decirle que teníamos dudas.

- Representa eso alguna dificultad para tí Marina? pregunta Artina maliciosa.

- Yo haré mi parte, seré una de las puntas, pero no participaré en la muerte de una sirena, no lo haré si puedo evitarlo.

- Y quien te dijo que puedes evitarlo? continúa acercándose.

Marina retrocede hasta que queda contra la pared.

- Tu llegaste aquí por tu voluntad, pero te quedas por la mía. Dice Artina y la toma por el cuello, levantándola un poco del piso. Aún estoy a tiempo de buscar otra sirena que me haga de punta, pero me choca perder el tiempo, clava sus uñas en el cuello de Marina, hasta que sangra.

- No lo hagas!! grita Teles. - Ella dijo que lo haría.

- Veo que estás tomando valor. Dice Artina soltando a Marina y acercándose a Teles. Será que tengo que ser más clara para que vuelvan a sus carriles. Cachetea a Teles tan fuerte que cae al piso.

- No, tose Marina. Basta, todo está claro. Tose.

- Muy bien, en 3 dias hay luna llena y vamos a intentar que Serena coopere, hagan su maldito trabajo. Y vuelvan al plan de las amigas.

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