Otro desenlace

Escuché atentamente a cada una de sus palabras, quizás no entendí del todo pero aún así me grabe algunas cosas que él dijo.

Como por ejemplo, no salir de casa sin él hasta que encontrará una solución viable; no pensar en situaciones negativas porque eso lo atraía a ellos.

También algo más que me sorprendió y me sonrojó fue que cuando él necesitará "energía" lo tomaría a través de un beso... eso realmente no tenía lógica, por supuesto que le pregunté si me afectaría pero él no lo sabía con exactitud.

Comentó que había otros métodos pero prefirió callar para no incomodarme.

A decir verdad yo tampoco deseaba saber cuál era el otro método.

Después de conversar, él dijo que iba a salir por un buen rato.

«Me contó lo demás casi a detalles pero no mencionó nada sobre esa mujer...»

—Voy a salir, y lo más probable llegué tarde. —me aviso.

—Esta bien. —respondí.

Sin más, él se marchó.

Me quedé sola en la sala con la televisión encendida.

Solo se fue sin decir que haría.

Por alguna circunstancia extraña me había irritado.

Suspiré profundamente.

Él dijo que no saliera sin él pero no dijo que fuera obligatorio.

Ese día debía de ir a ver a mis padres, sí o sí.

Por lo tanto, apagué el televisor y busque las llaves del automóvil.

«¿Qué puede salir mal? Solo voy a manejar alrededor de 30 minutos.», eso pensé.

Sin embargo, por las ansias de querer encarar a mis padres sobre aquel fatal accidente, de querer saber más sobre Harry pasé por una situación caótica; fui demasiado ingenua en pensar que nada malo podría suceder.

...

—¡No puede ser! —grité irritada.

El automóvil se había averiado y lo peor de todo que estaba en un lugar solitario.

Varada y sin cobertura del móvil.

«¿Por qué me tiene que pasar esto? Ni siquiera sé cuál es el fallo del auto.»

Llegar a la casa de mis padres faltaban como diez minutos más pero caminando era más que eso sino que el doble.

Aparté esperar que otro automóvil pasará era complicado.

Cómo dije era un lugar solitario y rara veces ese camino era transitado.

Bueno, no me quedo de otra que caminar así que tome mi bolso y cerré el automóvil.

Dudé que alguien se lo llevará.

Sin más preámbulos, me puse en marcha.

Hacía mucho tiempo que no caminaba con tanta calma.

«Vaya, estoy empezando a cansarme.»

Después de caminar como por veinte minutos, atisbe la casa de mis padres.

La última vez que estuve aquí fue cuando me dieron de alta del hospital; solo por una semana mi mamá me estuvo cuidando después yo decidí regresar a mi departamento.

Llegué hasta la entrada y el portón ya estaba abierto.

Continúe caminando hasta llegar a la puerta principal.

Antes que tocará la puerta se abrió.

Mis pupilas se dilataron de inmediato.

¡Era Harry!

Bueno al menos eso creí en ese momento.

Llevaba lentes y un gran abrigo pero ni siquiera hacía frío ni nada.

¿En serio era Harry? Pero qué hacía en la casa de mis padres.

—¿H-Harry? —tartamudee.

Si era él, necesitaba una explicación de lo que estaba sucediendo.

Sin embargo, su expresión de gato asustadizo me confundió.

Él negó con la cabeza.

En eso apareció mi mamá igual de asustada pero disimulando con una sonrisa.

—Hija...pero, ¿qué haces aquí?

—¿Qué está pasando aquí? —pregunté con la voz entrecortada evadiendo su pregunta.

Mi mamá se apresuró a mi lado, dándome una palmadita en la espalda.

—Nada hija. Solo me sorprende que estés aquí cuando se supone que estabas fuera de la ciudad. —me dice.

Él no me quitaba la mirada de encima, es como si me quisiera decir algo...

Me atreví a saludarlo pero mi madre intervino.

—Joven Henry, será mejor que regrese a casa. Tu padre debe estar preocupado. —dijo mi madre.

Él asintió con la cabeza.

«¡¿Henry?! ¿Acaso Harry tiene un hermano gemelo?»

Me quedé estupefacta.

Miré perfectamente al sujeto frente mío, cada facción de su cara era idéntica a Harry pero con la diferencia de esos lentes, lo hacía parecer un poco mayor.

—Hasta luego señora. —se despidió.

Incluso el tono de su voz era igual.

—Hija, estas sudando. ¿Qué pasó con tu auto? ¿No me digas que has caminado hasta aquí?

Sus preguntas me bombardearon y eso era lo que más detestaba.

—Mi auto se averió a mitad del camino. —le respondí.

—Ya veo hija, vamos adentro para que te sientes y bebas agua. Debes estar cansada.

Entonces entramos a la casa.

Nos dirigimos a la sala.

Antes que mi mamá fuera por el vaso de agua, le pregunté quién esa persona.

Ella estaba nerviosa y aunque me sonriera pude ver cómo buscaba excusarse.

—Eh. Un conocido de la familia; vino de visita a ver a tu padre pero él no se encuentra en casa así que...ya no tenía nada que hacer aquí.

«¿Un conocido?»