Prólogo

Que es lo que está pasando aquí

dije con una amarga. y llena de irá, estaba apunto de sacar mi arma cuando una bala me impacto haciendo que caiga al suelo.

Federico el novio de toda mi vida, el que me prometio Miles cosas, el que yo creí que no le importaba que yo Daniela fuera una sanguinaria, estaba allí con mi hermana Denise, mi hermana menor por la que mate a Miles para darle una vida digna y una educación, ya estaba casi graduada de la universidad más prestigiosa la cual yo había pagado, la cité prácticamente para que no le hiciera falta nada y mate el recuerdo de nuestros padres, eso ingratos que se fueron cuando yo tenia solo 11 años y mi hermana 6, no le importo nada, simplemente se fueron porque éramos un estorbó para ellos.

_ Yo, yo que te crie Denise, te, te lo di todo

_ si hermana y lo agradezco, pero no querías que tuviera novio, porque según tu los hombres son unos idiotas, y mira tu si tenías y eso me frustraba, me di cuenta que amo. a Federico más que a ti, y vamos a quedarnos con todo lo que has ganado, total muchas personas han muerto por tu mano, quedando sin familia, sin hogar, sin hermanos, es justo que te pase esto a ti, ya que eres una loca que anda matando gente.

_ Federico: querida Daniela, que tonta fuiste creíste que yo te adoraba, solo por decirte un par de mentiras, no es cierto que quería estár contigo eras peligrosa, quien sabe si algún día me hubiera matado mientras duermo, eres una burra si creíste que yo quería una asesina como mujer, es increíble que aún siendo tan vil en el mundo hayas creído completamente el amor que te confesaba, no lo entiendo eres una verdadera tonta, solo me acerque a ti para llegar a mi objetivo a Denise a la cual me enamore desde antes de conocerte a ti, pero cuando descubrí que eras peligrosa, y podías matar al que se acerque a tu hermana para " protegerla " cree un plan al que Denise supo desee el principio, ya que yo le confesé todo desde el principio, fue allí que te conocí por "coincidencia" y al parecer no te cai nada mal, ya que unos meses después aceptaste ser mi novia.

_ Denise: pero eso no es todo. hermana, sabíamos que en algún momento, te podías enterar es por eso que Federico siempre usa el arma que tú le regalaste para que se cuide las espaldas, y si funcionó, ya que cuando te enterarás nos matarias sin pensarlo dos veces, te sentirías frustrada, con el corazón roto y no lo pensarías ni nos perdonaría, lo siento hermana pero el ahora es mío y yo escaló y quito de en medio lo que me estorba y en este caso eras tú, pues estando viva no me dejarías vivir en paz mi amor, por tus Celos

(así que era eso, con razón había notado ciertas miradas entre mi hermana voy mi novio, esos bastardos, le di todo a esa malagradecida y me paga con esto, lo siento hermana pero no vivirás tras mi muerte ni ese idiota que en cualquier momento también acabara contigo)

en el suelo tirada casi sin aliento, ya que se me estaba desvaneciendo la vida en segundos, suspire profundo y saque mi arma al par de mal agradecidos que tenía en frente

le dispare primero a él en toda la frente antes de que me vuelva a disparar, lo mate pero me traspaso otra bala en el abdomen, y ya casi sin fuerza le apunté a mi hermana

_ no lo hagas hermana, no.

_ pu-dre-te.

un último disparo resonó en el lugar, mi hermana cayó al suelo con una bala directo al corazón

( no es por nada pero cuando disparo nunca falló)

es así que termine por morir, claro antes de morir me las cobre por mi pulso.

+ Todo se volvió negro, y un silencio inundo todo, ¿será este el infierno? pensé que tenía fuego. ¡menos mal que no, porque no quiero que mi trasero se queme!, de repente una voz me hizo abrir los ojos, cuando lo hago una Señora, de cabellos canosos, estaba diciendo algo, pero no la entendía, cuando me di cuenta, eran como sacada de una película antigua, ya que las ropas ya ellas tenían puestas eran eran como de la época de las reinas y todo eso.

La mujer se sorprendió al verme despierta y le gritó a otra, ve a decirle al Emperador que su esposa ah despertado.

_ ¿Que acabas de decir?, que es esto un secuestro, yo no tengo esposo, y que es eso de Emperador esas cosas no existen.

la mujer abrió los ojos sorprendida y exclamó:

_ ah perdido el juicio majestad

_ no la que lo ha perdido eres tú, estás confundida

_ majestad, usted es la Emperatriz del imperio azul, y es la esposa del Emperador Winston Neville, y está usted esperando un hijo.

_ que, que dices, un hijo, un Emperador, un esposo, un imperio, creo que voy a morir

(esperen un segundo, yo ya morí, entonces quiere decir que mi alma tranmigró a otro cuerpo, parece que al pasado, cuando existían esas leyes machistas, y estoy embarazada, y estoy casada, en el fondo en mi otra vida eso es lo que quise lograr, pero está no soy yo, que debo hacer)

Repentinamente las puertas de la alcoba se habrieron y entro por allí un hombre hermoso parecía un principe como esos que se veían en las novelas que de vez en cuando leí en mi otra vida, y al lado de el, una mujer con cabellos rubios pero muy claros casi llegando a blanco, y tenía una cara que a leguas se nota la incomodidad, el hombre se me quedó viendo, luego me preguntó:

Johana como te sientes

_ yo muy bien, y tú cómo te sientes y quien es ella tu amante

la mujer se ruborizó, no recuerda que la Emperatriz fuera así, de directa, el Emperador también se sorprendió.

_ no lo recuerdas, ella es Adela, hija del marqués Herbert

_ no como verás no recuerdo nada, solo se que eres mi esposo y no me gusta que mi esposo este con otras y menos en mi cara, sabiendo que estoy esperando un hijo de su majestad.

el hombre estaba más confundido, asta hace días ella maldecía a ese bebé, porque ella nunca logro enamorarse de Winston, a tal grado que pidió a la corte que trajeran a una noble, para que tome el papel de concubina ya que ella jamás estaría de nuevo el la recamara del Emperador, esto de alguna manera le gustó va Winston y le pidió a la chica que se retirará que su esposa estaba sensible.

la chica se fue con una sonrisa fingida, estúpida ya me encargaré de ti, si voy a vivir una nueva vida no permitiré que nadie se acerque al padre de mi hijo ni a mi hijo, es algo que debo cuidar, y aprender a vivir en este mundo.

(Joana Neville)

( Emperador Winston Neville )

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