XV.

-¿Estas seguro de lo que estas haciendo cero cinco?-

Mattheo alias once cero uno, capitán del escuadrón y uno de los mejores amigos de Maxwell clavo sus ojos oscuros en el pelirrojo.

- Jamás estuve tan seguro. Al fin tengo la posibilidad de enfrentar cara a cara al imbécil que se atrevió a quitarle la vida a mi madre...

Gerard Bouchain va a morir en mis manos- La rabia consumía el cuerpo fortachón del pelirrojo.

Mattheo entendía el sentimiento, su madre y hermana eran prostituidas por órdenes del mismo asqueroso personaje. Años después de la captura de sus mujeres encontraron el cuerpo sin vida de su hermana, casi al tiempo que la organización era fundada. Aún tenía la esperanza de encontrar a su madre y no la iba a desperdiciar.

-¿Para quién era la caja que le diste a Dereck?- preguntó Mattheo con una sonrisa de complicidad.

- Para mi compañera de piso... cero seis- se hizo el desentendido.

-Vamos bro- con el brazo le golpeó el costado del dorso - Suéltalo todo, esos ojitos de borrego a medio morir no son nada más porque sí-

Milo sonrió ampliamente, era difícil lidiar con su amigo.

-Jamás vi ojitos tan lindos como los de ella- aseguró perdiéndose en un punto fijo en el techo.

-Jajaja ¡Por fin te van a quitar la virginidad!- Cero uno instó demasiado fuerte, llamando la atención de los demás pasajeros en el jet, provocando que la piel de Milo se tornara del mismo tono de su cabellera.

-¡Ssssh!, baja la voz estúpido- sus ojos denotaban irritabilidad.- ¡Ya te dije que no soy virgen!- aseguró con una sonrisa En el rostro.

-Los tres minutos con Arely no cuentan- Lo miro con simpatía.

Emilio le volvió a ver de mala manera - Aún con todo eso entró, amigo déjame decirte que eso es perder la virginidad- Añadio con su mejor sonrisa, muy pocas veces el pelirrojo se mostraba enojado.

-Jajaja, no veo fallas en tu lógica- instó con gracia- Pero cuéntame más a cerca de la "Jamás vi ojitos tan lindos como los de ella"- hizo un pucherito de ternura.

-Llevamos poco más de un año conviviendo, le llevé a mi departamento para ver si ella se lanzaba o quizá si surgía una chispa entre ambos pero... parece que no le gusto- se encogió de hombros - No sé cómo acercarme.-