YA ESTOY LISTA.

Mi asistente se fue y me dejó a mi en mi oficina, ya estaba terminando algunas cosas porque hoy no llegaría a dormir, me olvidaría por completo de esa joven que me tiene loco, cada día pienso en ella y no es bueno.

~ EN LA CIUDAD ~

Ya había llegado al salón en donde comenzaría a arreglarme, empezaría con unos buenos masajes y después todo lo demás será doloroso.

Ya estaba acostumbrada a ese maltrato como algunas lo llaman pero a mi me gusta porque ponen mi piel suave y otras cosas.

- Tenemos los vestidos más elegantes señorita, desea ver alguno?

- No, ya tengo mi propio vestido gracias.

- Que dice del calzado?

- Eso sí me falta, por favor traigame todas las muestras.

- Y los accesorios?

- Tienes aretes de gemas color esmeralda?

- Hay variedades.

- Traiganmelas también.

Quiero que esos aretes combinen con el collar que me regalo mi hermano.

Por el vestido no hay problema, tengo los que mi padre me envió al principio.

- Señorita que clase de peinado querrá?

- Primero quiero que a mi cabello se le realize un tratamiento para que se vea más brilloso.

Lo he estado descuidando un poco en estos días.

- Esta bien.

- Y del peinado... mnn lo llevaré sujetado y con algunos mechones sueltos, consigame un accesorio que pueda sujetar mi larga cabellera.

- Como desee, puede elegir.

Esa mujer me mostró varios, pero uno llamo mi atención, tenía la imagen de una corona de rosas.

- Escojo esa.

- Buena elección.

Antes de entrar con la masajista y otras especialistas como la maquilladora, la estilista, tenían que preguntarme cuáles son mis gustos y colocar todo lo que he escogido en una sala privada.

Empezé a escoger otros accesorios y esto no tenía fin tal como lo recuerdo.

Las horas seguían pasando y aún no terminaban conmigo, el que me estaba esperando afuera era el señor Fernando, yo le dije que no tenía que hacerlo pero el insistió.

Ya eran las cuatro de la tarde y terminé renovada, hace mucho no sentía que mi cuerpo sintiera ese placer de suavidad y ahora tenía impregnado aromas agradables, mi peinado ya estaba listo y mi maquillaje perfecto, antes me pintaba un poco pero ahora parezco otra persona.

Creo que me dejaron como una verdadera mujer y mi vestido ayudaba en eso, ya que en la parte de los hombros estaban totalmente descubiertos y en el pecho ajustaba un poco para resaltar mis atributos.

Ni que decir de la parte de abajo, tenía una abertura larga que enseñaba parte de mi pierna y el calzado es maravilloso, a escondidas siempre utilizaba esa clase de tacones para practicar cuando caminara y bailara.

También me ofrecieron una lencería provocativa, cuando lo hicieron yo quedé con la boca abierta pero quise probarlo, tengo que aprovechar mis cinco años de más antes de que desaparezcan.

- Ya estoy lista señor Fernando.

Le dije a mi cochero saliendo de aquel paraíso en el que estuve.

- Señorita se ve bien, si su padre y hermano la vieran..

- No me dejarían salir por nada o no?

- Si.

Mi cochero se estaba riendo y yo también, creo que ambos nos imaginamos la expresión que pondrían ellos si me vieran.

- Bueno ahora solo me queda una hora y media para llegar al palacio.

- No sé preocupe, llegaremos a tiempo.

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