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En la noche se descubre mejor el estruendo del corazón, el campaneo de la ansiedad, el susurro de lo imposible y la afonía del mundo, la luna en su esplendor ocasiona una miel blanca de sueños, de soledad y de silencio.

Las puertas del palacio imperial se encontraban saturado de carruajes, cuando los guardias observan que se acerca un carruaje esplendoroso, ellos con solo mirar el escudo dieron paso inmediato ya que se trataba del Gran Duque, cuando el carruaje se detiene, de él sale un hombre majestuoso que dejo a todos los que estaban presentes ingresando sin aliento, a los hombres le da envidia el porte que tiene y a las mujeres solo suspiraban y sonrojos en todas ellas, pues quien en su sano juicio no admiraría a este hombre que parece tallado por los mismos dioses.

El Gran Duque estira la mano, y de ella una mano delicada es agarrada con mucho cariño, desciende una mujer hermosa con la cabellera negra como la noche y unos ojos azul-violeta, es la Gran Duquesa, muchas mujeres la envidiaban, porque aunque algunas mujeres le tenían miedo al Gran Duque todas soñaban con estar en sus brazos y en su cama, los hombres envidiaban al Gran Duque Asher por tener de esposa a semejante belleza y porque era una princesa de uno de los reinos más poderosos, observan nuevamente que estira la mano se dan cuenta que venían acompañados de la primera y segunda señorita de su familia que no se quedan atrás en belleza.

Todos van ingresando y son anunciados por el kamarling, cuando llega la familia Lumperther, el kamarling con voz fuerte - ingresa el Gran Duque Asher Lumperther, La Gran Duquesa Lea Thoirte de Lumperther, la primera señorita Alya Lumperther, la Segunda señorita Aura Lumperther -, el suspiró y descansó un poco para volver a su posición de rectitud, él pudo notar que las señoritas le dieron una sonrisa y se sonrojó.

Se abren las puertas y todo queda en absoluto silencio, mientras ellos ingresan, la gente se queda mirándolos ya que era una familia de belleza y muy poderosa en todos los reinos, cuando llegaron al final de las escalinatas, se escucharon murmullos – la Gran Duquesa es una mujer hermosa-.

-no era, que el Gran Duque no quería a sus hijos-

-las señoritas son toda una belleza-

-lastima, que sean unas groseras, envidiosas-

Y así se escucha otro que otro comentario malicioso que era dirigido a las hijas del Gran Duque Asher Lumperther, quien al escucharlos puso una mirada sombría y observaba a todos los de los comentarios, cosa que hizo que todos se callaran al instante, para la Gran Duquesa Lea, era insólito los comentarios que decías ya que no respetaban que ellos estaban presentes, al igual que su esposo miró a todos los que hablaban de sus princesas. -no lo dejare pasar- pensamientos de la Gran Duquesa.

Varios socios del Gran Duque se acercaron a saludarlo y hablar con el de negocios, la duquesa se la llevaron una señoras de la alta sociedad, Alya y Aura se acercaron a las únicas amigas que tenían, la señorita Ivette Plumier hija ilegítima de un Márquez, quien era maltratada por su familia, pero desde que es amiga de las hijas del Gran Duque ya no la maltratan tanto, la señorita Enya Muirtheru hija de un conde, y la señorita Larisa Hurdano quien es hija de uno de los generales que trabajan con el Gran Duque, aunque su padre no goza de un titulo de noble, es respetado por todos en el reino por ser uno de los generales más temido y respetado.

Estas señoritas en la novela tendrían un destino terrible, pero Aisha les contó a sus hermanas que ellas eran buenas y que actuaban así era por las circunstancias en las que han vivido, por lo tanto, sus hermanas asistieron a una fiesta de Té donde se las encontraron y hablaron con ellas, se dieron cuenta que lo que decía su hermana menor era cierto y que tenían un gran poder mágico, así surgió esta amistad.    

Todo estaba en armonía o eso eran que aparentaban los nobles, cuando se escucha el nombramiento del ingreso del Emperador del reino Solaris, todos hicieron una reverencia y procedió a sentarse en el trono, cuando de repente se da el ingreso a los reyes del reino Lunar y más tarde el ingreso a los reyes del reino Demoniaco, todos estaban asombrados por estar ante tanta presencia majestuosa.

Cada familia se acerba a dar los respetos necesarios a los diferentes monarcas de los reinos, cuando se acercó la familia Lumperther a dar sus respetos, los monarcas lo aceptaron saludando a su viejo amigo con una sonrisa, los emperadores del reino Lunar se bajaron de sus asientos y se acercaron a la Gran Duquesa Lea, su madre le dio un abrazo delante de todos no le importó romper con las normas de la sociedad, el emperador se unió al abrazo.

-hija mía, estas hermosa- dijo la emperatriz del reino lunar con lagrimas

-mi princesa, como has estado, te hemos extrañado mucho- dijo el emperador

-madre, padre, que bien que gozan de buena salud, yo también los he extrañado mucho- dijo Lea con lagrimas en sus ojos y feliz de volver a ver a sus padres, ya que para ir a su reino debe viajar un mes y medio y esperar una semana para que den la orden de ingreso. No importa si perteneces a la familia imperial.

Algunos se sorprendieron por los actos de los emperadores del reino Lunar, ya que no se acordaban que Lea era una princesa antes de ser la Gran Duquesa, así que muchos empezaron a sudar porque no solo habían ofendido a las hijas del Gran Duque, sino que también eran princesas, algunas señoritas sudaban del miedo y otras de envidian apretaban sus vestidos de la rabia.

Cuando los monarcas del reino lunar estaban hablando con el duque Asher y con sus nietas, anuncian que ingresa el segundo príncipe Jou Sorni y su acompañante la señorita Sira Labrot, todos los observaban y no faltaron los comentarios.

-hacen una hermosa pareja-

-lucen muy bien los dos-

-La señorita Labrot es perfecta para ser la segunda princesa-

-esperemos que haya un compromiso-

Y comentarios como esos seguían que llegaron a los oídos del Gran Duque, - que estas pensando Nahuel-pensaba el Gran Duque, ya que la señorita Labrot era la prometida de su hijo mayor Bastián.

Ellos saludaron a todos los monarcas con una reverencia y se alejaron

No pasó mucho cuando, llegó el anunció del príncipe Heredero Eros Sorni y su acompañante la señorita Fiona Espax.

Todos se quedaron sorprendidos porque la sociedad sabía que la acompañante del príncipe era la ultima hija del Gran Duque, se empezaron a escuchar murmullos.

-no era la hija menor del Gran Duque su acompañante-

-esto es una ofensa para el Gran duque-

-que humillación para la familia del Gran Duque-

-El Gran Duque no debe estar contento-

-hacen una bonita pareja-

-el príncipe se ve feliz-

Todo tipo de comentarios se escuchaban en contra y a favor del acto que habían presenciado.

El Gran Duque miró al emperador del reino Sorni, con una mirada sombría, cuando le iba a reclamar, ¿qué significaba esta humillación?, pero cuando se dio cuenta que él también tenía una mirada asesina hacía su hijo, no le reclamó nada, se dio cuenta que esto era obre del príncipe heredero, ese mocoso no se saldría con la suya, se las pagará, así tenga que matarlo y volverse enemigo de su reino. Solo espera que su niña no se sienta mal.

-que significa esto, Asher- preguntó la duquesa a su esposo

-Papá, Aisha no era la que iba a entrar con él- dijo Alya, -esto es una clara humillación para nosotros- dijo Aura, las hermanas Lumperther estaban que asesinaban al príncipe heredero y a la señorita Espax.

-no se que esta pasando- dijo el duque – pero esto me las paga ese mocoso- lo dijo en un murmullo que solo escucho el rey demonio que se acercaba a su amigo.

El rey demonio se acerba con su esposa que le dijo que su amigo los necesitaba, cuando ellos estaban cerca alcanzó a escuchar lo que dijo, posó una mano en su hombro y Asher lo miro -no me detengas Axel, ahora no- le dijo Asher a su amigo.

-no vas hacer nada Asher- dijo la emperatriz Dione- tu hija esta bien y viene en camino, no es el momento de actuar- le dijo con una sonrisa.

El Gran Duque sabía que su amiga Dione tenía el poder de ver parte del futuro, se quedó quieto y suspiro pesadamente.

-debes tener cuidad Asher- dijo Axel mirándolo seria mente, -no confíes mucho en ellos- dijo mirando a su amigo Nahuel y los hombres que lo acompañaban- debes cuidar a tu familia, protégelos-

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