Capitulo Dieciocho- Buscando el regalo de cumpleaños para Lim

Ya había pasado dos meses enteros, el cual Jian a estado entrenando y mejorando cada día, debido a que aprende rápido ya es muy bueno peleando tanto con la espada y cuerpo a cuerpo, aunque le fue al principio difícil acoplarse no se rindió en ningún momento. Además, mientras estaba entrenando se encargó de mandar a gente para que les llevarán lo que necesitaban a aquellos habitantes.

En estos momentos Jian se encontraba en una pelea con espada con Xue en el jardín, ambos se veían que son muy buenos, Xue detenía algunos ataques que Jian daba, al igual que Jian. En ese momento habían llegado el Príncipe heredero junto con los padres de Jian y su hermano, quedándose sorprendidos al ver a Jian ser tan bueno con la espada más hacer retroceder a su hermano, quien es excelente peleando.

Cuando en eso este logro que la espada de Xue cayera en el césped lejos de ellos, entonces lo apunto con la espada mientras le decía.

-Yo gane- Le saca la lengua.

Xue solamente sonrió y con un golpe hizo que la espada al igual que la de él, cayera lejos de ellos.

- Aún no termina hermanito.

Jian al igual que Xue sonrió y ambos comenzaron a luchar cuerpo con cuerpo, viendo cómo peleaban ambos todos se empezaron a preocupar por si tendrían heridas.

-No se preocupen, estarán bien ambos- Decía un tranquilo Lim.

Aún escuchando las palabras de Lim, estos se encontraban preocupados. Por otro lado aún en el combate ambos peleaban a bien, hasta que en eso Jian dió un golpe que hizo que cayera Xue al suelo, por lo que gano el Jian.

-Ahora sí, me ganaste hermanito.- Mencionaba con una sonrisa en los labios.

Joan estaba por hablar cuando se escucharon aplausos, lo que causó que voltearan a ver quién era, encontrándose a su familia y al Príncipe heredero, quienes se acercaron a ellos mientras Jian ayudaba a Xue a ponerse de pie.

-Bravo, no puedo creer que mi peque hijo Jian haya vencido a Xue mi hijo mayor, estoy muy orgullosa de ti, mi niño- La Duquesa estaba feliz que Jian se convirtiera en alguien fuerte.

-Gracias, madre, ¿Pasa algo?

-Si, bueno, el Príncipe heredero vino porque quería hablar contigo, pero si no quieres hablar con él muy fácil, te puedes rehusar.

Jian dejo salir un suspiro para a continuación aceptar hablar con él príncipe heredero por lo que su familia opta por retirarse de ahí, entonces ambos chicos quedan solos.

-¿Qué necesita, Alteza?.

-....N-Necesito tu ayuda.

-¿Mm? ¿Mi ayuda? ¿En qué lo podría venir ayudando yo?.

-Bueno... Pronto es el cumpleaños de tu hermano Lim, quiero regalarle algo, así que podrías ayudarme.

- Está bien, no hay problema, principito.

-¿En serio?- Sorprendido.

-¿Por qué te sorprendes?

-Porque pensé que luego de lo que ocurrió con mi madre, me odiarias.

-Lo que ocurrió con ella es un asunto aparte, además, me veré como un malagradecido el hacer eso sí me diste ayuda cuando lo necesitaba, así que no te preocupes.

Ambos terminaron de hablar, entonces se apresuraron en salir no sin antes de avisarles a sus padres que saldría, estos se habían dirigido hacia algunas tiendas donde Jian tenía en su memoria y dónde solía ir con Lim, buscando tienda por tienda ya se le había hecho tarde y sin menos se lo esperaban ya era hora de la comida, por lo que Zheng le dijo que si quería que fueran a comer, a lo que inmediatamente Jian le respondió con un si, tomándolo de la mano lo saco de la tienda para buscar lugar para comer. Caminando por las calles mientras Jian sostenía la mano de Zheng, la gente al ver esto comenzó a murmurar, pero a Jian poco le prestó atención al igual que a Zheng. Ambos se fueron alejando más, llegando hasta el mercado, encontrándose con unos cuantos puestos de comida, la cual al verla Jian se emociono porque la comida lucía deliciosa, por lo que se detuvieron en un puesto de comida pequeño donde había demasiada gente comiendo felizmente mientas conversaban entre ellos, era muy ruidoso pero el solo verlos a ambos causó que guardarán silencio por completo, haciéndose un silencio, algo que Zheng rápidamente noto pero a comparación de él, Jian no le prestó atención y ambos tomaron asiento en una mesa soltándose de las manos, no tardó mucho para que se acercara una mesera.

- ¿Q-Qué desearían comer, alteza y joven Jian?.

- Tráiganos los platillos más deliciosos del lugar- Sonriendo amable..

La mesera asintió y se apresuró en ir lo que deseaban comer ambos chicos, mientras Zheng observaba a Jian, algo que inmediatamente noto y le dijo.

-¿Qué pasa, principito? ¿Tengo algo en la cara?.- Confundido.

-....Jian, ¿No quieres mejor ir a otro lugar? Además, ¿Por qué quisiste venir a este tipo de lugar? Podemos tener las mejores comidas preparadas por los excelentes chefs del reino.

-Pero no, así que, aquí comeremos y punto final, principito, además, es bueno que vengas a este tipo de lugares donde puedes estar con personas de tu pueblo, ¿No?.

-Si tu lo dices... Realmente no te entiendo, no te gustaba este tipo de lugares.

-Pues ahora me gustan, y tú deberías de ser igual que yo, cambiar tu perspectiva de las cosas y ser más humano, porque no lo eres.

Zheng no dijo nada al respecto y solamente guardo silencio mientras veía el lugar, no tardó mucho para cuando les trajeron lo que habían pedido, así que ambos comieron y sorprendiendose de lo deliciosa que sabía la comida, los dos al terminar de comer pagaron la cuenta, aunque estos no querían, debido a que para ellos era un enorme honor que su alteza y Juan comieran en su restaurante, pero al final hicieron que aceptarán el dinero.

Ambos chicos regresaron con su búsqueda para encontrar un regalo para Lim, debido a que aún no entran nada que les agrade o más bien, que le agrade a Jian. Mientras caminaban por las calles, se encontraron a una mujer vendiendo brochetas, así que se inmediatamente Jian tomo la mano del Zheng y lo fue jalando hacia donde estaba la señora y así comprar una brocheta, la cual pago Zheng, mientras que Jian lo soltó de la mano y se dispuso en comérsela luciendo bastante feliz porque la brocheta esta deliciosa, a lo que Zheng sonrió y le dijo.

-¿Esta deliciosa?.

-Si, pruébala- Juan acercó la brocheta a la boca de Zheng- Di, ahh...

Antes que Zheng pudiera decir algo, alguien más hablo, encontrándose atrás de Jian.

-¡Jian! Qué bueno verte...

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