El Rescate

Tomé unas hojas y tapé al monstruo...no tenía ninguna posibilidad de moverlo era un gigante para mí.

Cuando anocheció, alimenté a mi pequeña, la hice dormír y pude finalmente contarle todo a Victor.

No podía creer lo que habíamos vivido. Me pidió un favor

-Quiero tocarlo....

-Para que señor?

-Necesito hacerlo. Por favor Rocío, sólo usted puede ayudarme.

-Esta bien....

Lo guíe, se hincó y lo palpo, hasta llegar a su herida mortal.

-Es que no puedo entender como lo hizo. Éste hombre debe pesar casi doscientos kilos es un gigante.

-No puedo decir nada.... Usted, cada día me sorprende más. llévame devuelta con mi hija por favor.

Dormimos como todas las noches, ellos acurrucados y yo sentada un poco más allá.

-Rocio? Dónde está?

-Aca señor, un poquito a su izquierda

-Porque no se acuesta aún?

-Disculpe, no puedo dormir. además estoy de guardia.

-Venga , acuéstese a mi lado...

-No señor, como se le ocurre.

-Por favor.... levantó su brazo y lo dejó ahí.

Me levanté y lo tomé. Me acosté a su lado, tenía muchos nervios.... pero sin darme cuenta, su olor, y el calor que de él emanaba, me fue relajando y sin darme cuenta me dormí.

Sólo sentí el canto de los pájaros y la luz que llenaba todo. Me sentía tan bien, protegida, con un brazo que cruzaba mi espalda, muy acurrucada a una pared que se movía pausadamente.

Por Dios!!!!! Si estoy acostada con mi jefe,😦 suavemente fuí sacando el brazo y tratando de moverme. No se dió cuenta, menos mal. Me incorpore y me fuí a lavar.

Preparé el desayuno, aún me quedaba café y azúcar. La primera en despertar fue Amanda que a la vez comenzó a mover a su padre.

-Amanda, no muevas así a tu papá, está enfermo.

--Hija, anoche dormí muy bien

-Como amaneció señor? Cómo están sus ojos? Puede distinguir algo? Le limpiare su herida

-Gracias Rocío. No, no puedo ver nada , todo está oscuro..

.-Sabes? Teresa quería acompañarme en éste viaje, pero ella no soporta a mi hija y viceversa. Te imaginas si ella hubiera estado aquí en vez de tí??

Por primera vez lo ví reír. Si antes era para mí un hombre hermoso, ahora quedé anonadada, era como dijo su hija un principe...que sonrisa tan bonita. Me puse roja por mis pensamientos, pero no podía verme, uffff menos mal.

Estaba sirviendo una taza de café, cuando sentí un helicóptero. El humo de mi fuego fue divisado... Grité como una loca y abracé a ambos. Por fin!!

Pasaron alrededor de diez minutos cuando unos hombres aparecieron

-Don Víctor Barrios?

-Si somos nosotros...

-Señor, los buscamos desde hace tres días y divisamos un humo espeso, sino tampoco lo hubiéramos divisado.

Interrumpí la conversación para indicar que Victor debía ser trasladado lo antes posible a un centro hospitalario, por su grave herida, su estado comatoso y su pérdida de visión.

Además la niña debía ser revisada, aúnque yo sabía que no tenía nada físico, pero el trauma vivido con el hombre, podía agravar su condición.

Cuando comenzamos a caminar. Tomé al oficial del brazo y le dije tengo algo que hablar con usted en privado.

Pero al parecer el oído de mi jefe se había afinado. Porqué me dijo

-Rocio, yo hablaré de lo que hice ayer. Por favor no se tome atribuciones que no tiene.

Quedé de una pieza. Al parecer él quería asumir la culpa de la muerte del pedófilo....

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