Comienzo de la tragedia

Debo confesar que siempre fuí muy tímida. De los hombres que me pretendieron nunca tuvieron un chance conmigo. Finalmente para muchos fuí calificada de frigida. Por no querer tener sexo. Que se le iba a hacer, si no me nacía acostarme con ninguno. Tuve un novio cuando rondaba los veinticuatro, no era la gran cosa, pero no quería estar sola en las fiestas a la que me invitaban y hasta con alcohol trató de convencerme. de que hiciéramos el amor, pero sinceramente no me apetecía. Tiempo después me enteré que entre varios conocidos habían apostado con quién caía primero. Pero pasaron los años hasta que fuí desechada por "anormal". Mis conocidas y amigas se casaron, otras se separaron y yo seguía soltera. Escuchaba sus conversaciones en dónde contaban como se sentían cuando tenían sexo y yo pensaba.... porqué no siento nada??. Hasta que me acepte.

Pero ahora algo me pasa y no es bueno...me siento rara y mi corazón se desboca cuando estoy al lado de Don Víctor. Hoy Margarita me preguntaba y yo ni siquiera la escuchaba, mi cabeza trabajaba a Full por hora. Que hago?? siento tanta vergüenza, soy una mujer madura y me estoy comportando como una muchachita. Me dan nervios cuando me habla y no se contestar. Nunca me había sentido así, me dan ganas de llorar y de solo pensar que he establecido un lazo con Amanda. No podría dejarla sola, ella me necesita.

-Rocio, Rocío!!!!

- Perdón. Dígame señor?

-Amanda tiene hora con su doctor, quiero que nos acompañe, es en la ciudad de Tolesa. Iremos en mi avioneta. Será en dos días más.

--Por supuesto. No hay problema . - y no hablé más. Los malditos nervios.

Arreglé las cosas de la niña y las mías. estaríamos dos a tres días, por los exámenes. Estaba un poco apenada no tenía mucha ropa, solo jeans y camisas. Nunca asumí mi edad y me seguía vistiendo como hace treinta años atrás. Jamás usé falda, en verano usaba shorts. Así que no había mucho que elegir.

De todas maneras arreglé un bolso con comida. snacks, pan, un termo, café, azúcar. Karina me dijo - No será como mucho? es un viaje de tres horas y usted está preparándose para tres días.

-prefiero ser así, y no ser dejada y después quejarme porque no lo hice.

El día comenzó temprano, arreglé a mi niña, le dí su desayuno y lo tomé junto con ella. Don Víctor estaba levantando desde temprano, supongo que era así, cuando viajaba.

La avioneta se encontraba como a cinco minutos de la finca. Juan nos fue a dejar. Jamás en mi vida pensé alguna vez subirme a una.Era hermosa Todo era nuevo para mi. Era un mundo diferente, a lo que me estaba costando mucho acostumbrarme.

Traté de concentrarme en preocuparme por la pequeña y no exteriorizar el miedo que tenía. Mi sexto sentido me había avisado desde temprano que algo malo pasaría. Pero yo misma me decía que eran mis temores a lo desconocido. Don Víctor me explico que era una avioneta marca Pilatus PC -12 , monomotor. Que la había comprado hacía como dos años, para acortar los viajes. Me imaginé que era muy cara.

Cuando ya llevábamos como una hora de vuelo, sentí que la avioneta se ladeaba. Don Víctor me dice...

-Rocio, se apagó el motor!!!!, trataré de aterrizar en dónde vea un descampado.

Mi Dios algo me avisaba de algo malo 🥺.

-Que hago señor ?, indíqueme....

- Amanda, mi hija por favor. Cuidela ...

--Aqui veo algo en dónde puedo aterrizar. Rocío prepárense. Hija tranquila...

Amanda me miraba y como me veía tranquila, ella me imitaba.

-Cariño, tranquila ya verás que tu padre es un piloto mágico y nos llevará a un lugar mágico y lleno de aventuras, como en el cuento que leímos ayer. Te acuerdas?

-" La selva encantada" ??. me dice con su vocecita temerosa.

-Si mi amor...

Abracé a mi niña y todo empezó a dar vueltas. El ruido ensordecedor, el humo, el olor a quemado. Me hizo vomitar, tenía agarrada a la pequeña, nunca la solté. Cuando pude reaccionar busqué una salida y me arrastré con Amanda por los fierros, tratando de mantener el equilibrio. Logré tirar de ella. No gritaba, estába igual que yo en shock. Traté de ver dónde estaba la cabina y no podía verla, había mucho humo. Rápidamente le expliqué a la niña que la dejaría un ratito afuera, le pasé su perrito de peluche y le dije, - El te cuidará-

No quería, pero le dije tengo que ir por tu papá... Ahí aceptó, cuando vio que su padre no estaba.

Cómo pude logré meterme y avancé lo más rápido que pude. Llegué a la punta y lo ví, estaba desmayado y tenía una herida profunda en su cabeza. Pensé que estaba muerto. Con miedo le toque su corazón, latía muy despacio. traté de voltearlo y comencé a tirar de él. Ahora me pregunto cómo lo hice? y no tengo una respuesta. Lo saqué y lo dejé junto con su hija. Me devolví a la avioneta y saqué el bolso con la comida, mi bolso, la mochila de la niña y al pasar logré tomar el botiquín. Salí tirando de todo y comencé a correr el fuego ya estaba cubriendo todo.

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