Por ella, no hay límites

Me levanté temprano y pedí a Juan que me mostrara el vehículo que don Víctor me menciono que podía usar. Debía practicar. teníamos en casa un Toyota Starlet y lo manejaba para hacer las compras de la casa, hasta que uno de los nietos lo pidió para ir un paseo y lo devolvieron hecho chatarra. Vaya que me dolió. Aunque era un autito viejo lo quería y lo mantenía impecable.

Practiqué y me di cuenta que lo hacía bien. me dije, si puedo ir a la ciudad.

Saque dinero de mis ahorros que no eran muchos pero alcazaba para lo que quería.

Levanté a mi niña y le dije iremos al pueblo. Su carita se llenó de luz .

Primero entré a una ferretería y pedí la lista de colores, se los mostré a Amanda y le dije que colores quieres para tu dormitorio?. Eligió un verde muy suave y un color crema. También pedí unos tarritos más pequeños para poder pintar unos paisajes. Y que le alegrarán la vida a ésta pequeña tan especial.

No había visto desde el día anterior a Don Bonito. Era mejor así..me ponía nerviosa y además era tan alto que me dolía el cuello para mirarlo.

Llegamos felices a casa, pero para mí sorpresa estaba esa mujer instalada en el living, supongo esperando a Don Víctor.

Juan nos ayudó a entrar los tarros, que eran muchos.

Teresa me llama la atención y me hace callar. No me importó y la ignore, pero cuando va pasando por el lado la niña , la toma fuertemente del brazo, girandola, ella grita asustada por el agarre. Me devuelvo y con buenas palabras le digo...

-Señora, suéltela por favor.

-Esta mocosa debe aprender a respetar y cuando le hablo debe contestarme

-Sueltela!!!!! - Le grité

Pero no me hizo caso. será muy alta y atlética, Pero por más de veinte años levanté y mudé a mi mamá y vaya que tengo fuerza. Le tomé su brazo y lo apreté con fuerza y la soltó.

-Quien te creés sirvienta mugrosa, cómo te atreves a tocarme y dañarme. Toma tus cosas y te largas de aquí inmediatamente.

-Usted no me contrato. fue don Víctor y cuando él me lo diga. Me retiro.

-Juan por favor siga acarreando los tarritos por favor.

La pelo rojo, quedó muda. Creo que nadie en su vida le había levantado la voz 🤭

Le revisé el brazo a mi niña, le quédo marcada la mano de la estúpida.

Tenía sus ojitos llenos de lágrimas. Me abrazo fuerte y yo respondí el abrazo. Mientras yo esté aquí, ella no te dañará más. Tranquila elegiremos un diseño para tu pieza y entre las dos lo haremos...

Busqué entre sus libros de cuentos cuál querría. Eligió un bosque encantado con hadas ... mariposas y muchos pajaritos.

Comenzamos la obra. Juan nos ayudó a correr los muebles.

-Señorita Rocío.... Gracias. A la niña la conozco desde que nació y a pesar que ella jamás me ha hablado yo la quiero mucho. Usted es una buena mujer.

-Juan no me digas eso. Dile a Karina que cuando esté listo por favor nos suba la comida. No quiero ver a esa mujer.

-Quiero creer que Don Víctor no me correrá por faltarle el respeto a su novia.

Eran casi las once de la mañana y algo habíamos avanzado. Nadie dijo que sería fácil. Pero siempre pinté en mi casa y esto no era nuevo para mi. Me gustaba pintar, y creía que no lo hacía tan mal.

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