Teresa

Victor es el hombre de mi vida, así lo siento. Se que en el fondo él me ama y que aunque lo niegue yo soy la mujer perfecta para él.

Me miró en el espejo y no creo que alguien me supere en belleza. Soy alta aunque no tanto como mi amor, tengo una hermosa cabellera roja, unos lindos ojos verdes, mi cuerpo es atlético, siempre he practicado deportes. Somos muy buenos en la cama, el sexo con Víctor es de lo mejor, el es apasionado y yo también. A veces me imagino ya casada y con un gran anillo de diamantes. Paseando por alguna calle de París en nuestra luna de miel. Se que falta poquito para que me pida matrimonio. Quiero cumplir lo que me propuse hace años atrás, cumplir mis treinta ya casada. Y ya me falta un año. Mis amigas ya todas están en pareja, Algunas casadas y otras separadas. Solo necesita un empujoncito para que se atreva a pedir mi mano. Y creo que tengo a la persona perfecta para celarlo.

Antonio, es perfecto, guapo, canchero, simpático. En el torneo de tenis él participará y se lo presentaré. coqueteare un poco y estoy segura que Victor por fin se decidirá a dar el paso final.

También se que la empresa de papá está mal de finanzas y con un marido rico todo se arreglaría, Papá me ha estado presionando para ver si Victor podría financiar una partida de repuestos que están retenidos en Lituania... pero aún no he podido meter en la conversación ésta petición de mi viejo.

No creo que soy mala pero en mi relación hay un problema y grande, su nombre Amanda.

Llevamos casi dos años y, aún, no puedo sacar a la enfermita de la casa. Lo he intentado todo, desde despedir a las enfermeras hasta asustar a la niña con los perros, para que no salga.Tambien fuí a hablar con los abuelos de la parte materna y no mostraron interés alguno en la mocosa. He retrasado su educación para que Victor entienda que es mejor para ella que pueda vivir en una institución que le dará y entregará todos los conocimientos que necesita. Desde hacer collares con fideos, hasta unir papeles. Pero hasta el momento es Teresa 0 - Amanda 1.

Debo admitir que no he logrado mucho ... pero soy Teresa Valladares y a mí todo me resulta. No quiero que suene mal pero si la hubieran atropellado, sería la solución a mi problema. Pero tenía que aparecer esa maldita mujer. estropeando todos mis planes y ahora para más remate, instalada comiendo en mi mesa. Dónde se habrá visto tamaña patudez. No he cruzado palabras con ella, pero a leguas se nota lo básica que es ésta mujercita. Ordinaria y común debe haber Sido del servicio doméstico de alguna casa y ahora se las da de salvadora. Veremos cuánto le dura su estadía en casa. Porqué yo de que la saco , la saco. Todo el mundo tiene un precio y no descansaré hasta averiguar el de ella.