Incitación

Escuela juvenil internado de Londres.

...Estoy buscando a Miguel Ángel Frederick Williams. //...

El dinero si que abría muchas puertas. Me guiaron a su habitación y allí lo vi.

— ¿Quien es ud?

— Soy tu tío, hermano de tu madre, y vine aquí para hablar seriamente contigo, así que siéntate y muestra algo de respeto cuando hablas con un mayor.

— No me importa quien sea ud, mi mamá nunca me dijo que tenía hermanos, no me moleste.

Este chiquillo iba a aprender a respetar, me acerque y lo agarre por el cuello de su camisa y lo puse en pie.

— Escúchame muy bien muchachito malcriado, ya se que eres un mimado, pero aquí conmigo le vas bajando dos rayitas a tu altanería, escúchame muy bien lo que te digo y más vale que no me vuelvas a hablar en ese tono porque te reviento el pico.

A este chiquillo malcriado yo le iba a ajustar el camino.

— Te decía que soy hermano de tu madre, y no tenemos una buena relación, porque ella es la hija de la amante de mi padre, y fue por esa mujer que mi familia perfecta se destruyó, por eso mi madre enfermó, ella nunca más se recuperó y termino suicidándose. Tu madre es hija de esa mujer con mi padre, y por eso la odio, ¿entiendes lo que digo?.

El movió la cabeza asintiendo.

— ¿Porque está aquí?

— Porque aunque odie a tu madre, no puedo negar que tú eres mi sobrino, y no puedo evitar reflejarme en ti, dime, ¿acaso ha venido aquí tu papá a verte? //

— A mí mamá no le gusta que yo hablé con mi papá, y yo tampoco lo quiero ver, ni a él ni a nadie.

— ¿Ves? Es a eso que me refiero, te trajeron aquí y no quisieron sacarte, porque sienten que de alguna manera se deshicieron del mocoso problema, y ahora están viviendo tranquilamente sin pensar en que tonterías vas a hacer luego.

— ¿Que quiere?

— Quiero que escuches muy bien lo que te voy a decir y que sigas al pie de la letra cada instrucción que te voy a dar. Vine porque te voy a ayudar a salir de aquí, pero bajo mis condiciones.

— ¿Cuales son esas condiciones?

— Así me gusta, se nota que eres un Williams, primero que todo te voy a dar una noticia, una que necesito que utilices muy bien a tu favor. Resulta que tú padre, o quién creías que era tu padre, Daniel Frederick, en realidad no lo es, y él lo sabe.

— Mentira, claro que es mi papá.

— No lo es, tu verdadero padre es el doctor Peter Lennox, tú lo conoces.

— Mentira el no es mi papá, mi papá es Daniel, tú me estas mintiendo, me mientes porque odias a mi mamá, pero no te creo nada.

— No quería hacer esto.

Le pase mi móvil y el reprodujo el vídeo, su cara era de asombro.

— ¿Ahora me crees? //

— ¿Porqué? ¿porque me mintió, porqué? //

— Ey no llores, los hombres no lloran por tonterías, tu madre no te lo dijo sencillamente porque ella es así. Le dijo a todos que era yo quien la había drogado y embarazado artificialmente ¿puedes creer? No mas mira este video.

El vídeo que le mostré, era a su madre hablando con Lennox en la oficina de éste, dónde discutían sobre la paternidad, el chico estaba destrozado y es preciso lo que yo buscaba, que se llenará de emociones negativas, y una vez bajo mi control, podría usarlo como un arma letal contra mí hermanita. Si quieres destruir a alguien, apuñala su corazón. Lo hice una vez con su mejor amiga y su esposo, ahora usaré a su hijo.

—Tu madre Brenda, engañó a Daniel diciéndole que tú eras su hijo, y como sabía que no era verdad, por eso no dejo que tú y él estuvieran juntos, le daba miedo ser descubierta en su engaño.

—Todos me mintieron, por eso me dejaron aquí, porque no les importo, porque nadie me quiere, mi mamá es mala.

— Exactamente, es una muy mala mujer, y es por esa razón que debes odiarla, por mentirosa y traicionera.

— Los odio a todos, no los quiero volver a ver.

— Mírame, te dije que te sacaría de aquí, y para eso tienes que obedecerme en todo, te juro que te convertiré en un hombre muy poderoso, al que nadie se atreva nunca a enfrentar.

— Quiero ser eso que dices, ¿que tengo que hacer?

— Lo primero es tragarte toda esa rabia que sientes, luego actuar muy inteligente, vas a leer y guardar esta nota, y mañana temprano pides ver a tu madre y a Peter.

— ¿Porqué? Yo no los quiero ver, ¿Para qué tengo que llamar a ese hombre.

— Porque solo el te puede ayudar con la carrera de medicina.

— No me gusta la medicina.

— Pues aunque no te guste la vas a hacer.

— ¿Y si digo que no?

—Si te niegas, yo soy el dueño de la tienda de coches que quemaste, y me encargaré de refundirte aquí, no saldrás si no hasta los 30 años.

— Ud no puede hacerme eso, fueron mis amigos que me incitaron a hacerlo, ademas a se le pagaron todo los daños, yo sé que sí.

— Definitivamente eres un tonto, y por eso es que tienes que estudiar, para que abras el cerebro y la gente no te manipule, cuando lo hagas vas a entender muchas cosas que ahorita mismo no estás viendo. //

— No entiendo, porque tengo que estudiar, y que tiene que ver una cosa con la otra?

— Si no estudias, ¿que otra cosa puedes hacer? Dime lo que tienes en mente, dame un buen argumento.

— No es que no quiera estudiar, pero ¿porqué tiene que ser medicina? Eso no me gusta.

— Porque la fortuna de tu padre se compone de clínicas, hospitales, farmacias y laboratorios, nacional e internacional, así que si no estudias medicina y no sabes del tema, ¿Cómo podrías manejar tu herencia? Destruirías en un santiamén lo que tus antepasados han levantado con tanto esfuerzo.

— ¿Acaso no se puede contratar a alguien que se ocupe de esos temas? Se le paga muy bien para que administre el negocio.

— Mejor cállate que me estás haciendo perder la paciencia. Mi padre también tiene una gran fortuna, y hace años es socio de los Lennox en el negocio de las farmacéuticas. Así que no se trata solo de la fortuna de tu padre, si no también dela mía. ¿Ya entiendes? Tú vas a ser un hombre muy poderoso si haces todo lo que yo te diga.

— Esta bien.

— Luego te diré lo que vamos a hacer, eso será cuando cumplas la mayoría de edad, así nadie podrá intervenir.

— Para eso faltan un poco más de dos años.

— Por eso, tienes dos años para estudiar sin ningún tipo de distracción, dedícate a comportarte bien y a hacer lo que te digo, te voy a estar vigilando.

— Estás obsesionado con eso del estudio.

— Obviamente, nunca aceptaría un Williams bruto, además si pretendes ser alguien influyente en el futuro, tendrás que enfrentarte a grandes profesionales y es allí donde saldrán a relucir tus habilidades.

— ¿Y que debo hacer con mamá?

— Nunca más vuelvas a verla, déjala que sufra lo indecible, se lo merece.

— ¿Y luego que? ¿Dejó a mi madre sola y sufriendo por cuánto tiempo?

— Por supuesto, déjala que sufra el resto de lo que le quede de vida, esa mujer no se merece nada de tí, te engañó, te mintió todos estos años. Si tú quieres que yo te haga el hombre que debes ser, debes obedecerme en esto.

Salí de ese lugar sintiéndome grandioso.

................

Miguel

— Quiero hacer dos llamadas.

— Escucha niño, está no es tu casa o empresa donde das órdenes, si quieres algo debes pedirlo con respeto, aquí no tienes sirvientes.

— Disculpe, ¿podría por favor hacer dos llamadas? En ambas no tardaré más de dos minutos.

— ¿Ves? Así está mucho mejor, a quien la primer llamada?

— A mí mamá por favor.

La mujer marco, al responder mi mamá me pasó el teléfon

— Miguel, mi amor ¿cómo estás?

— Brenda, quiero que vengas a verme hoy mismo, te estaré esperando está tarde, si no vienes, entonces no te molestes en recordar que tienes un hijo.

Le colgué, acepto que hablarle así me dolió, mamá me quería, a pesar de que nunca entendí el porque me alejó de mí papá, bueno, de Daniel, ella era mi mamá.

— Segunda llamada a dónde?

— Al doctor Lennox, en el hospital Central.

— ¿Porque quieres tú llamar a ese doctor? ¿No estarás planeando algún tipo de travesura Frederick? Recuerda que te puede costar mucho tiempo más aquí.

— No estoy planeando nada, solo necesito hablar con él, ¿Puedo hacer esa llamada o no? //

— Tu madre no ha autorizado que hagas llamadas a personas que no están en el listado. //

— ¿Acaso no está Ud aquí para controlar lo que hablo? Además no le diré nada extraordinario, solo le pediré que venga está tarde junto a mi madre, es todo.

La vieja marco el número y luego de un buen rato al fin pareció que el hombre recibió la llamada, hubo que insistir de que era muy urgente, y al final tuve que pedir que le digan que yo, Miguel Frederick Williams lo solicitaba.

—Si diga. ¿Miguel? //

— Si, soy yo señor Lennox, le quiero pedir que venga está tarde a verme junto a mi madre, a ella ya le avisé, las visitas se abren a las dos y finalizan a las cinco, lo estaré esperando.

Le colgué sin darle tiempo a nada más, y regrese a mi habitación, tenia que ensayar mi guion de mañana.

..............

Brenda.

Juro que la llamada de Miguel fue bastante extraña, Me alegra que por fin haya accedido a verme, estuve muy preocupada con su rechazo.

Al día siguiente...

Mi móvil sonó y supe que era Peter, había puesto un tono justo para él.

— Dime Peter.

— ¿Ya estás lista?

— ¿Lista para?

— Para ir a ver a Miguel ahora.

— Si, claro, ¿pero como lo sabes tú?

— El me pidió que fuera a verlo contigo esta tarde, pensé que lo sabías.

— ¿Cómo que Miguel te llamó y te pidió que fueras? ¿Porque te pediría eso? Ay no Peter, ¿Y si alguien le dijo la verdad?

— No creo, quien se atrevería?

— No sé, pero es extraño. El casi no te conoce ni ha tratado contigo, ¿Porque te llamaría? Y preciso ahora que las cosas están así. No Peter, alguien le dijo a mi hijo la verdad, lo presiento, ayer no me dijo mama, me llamo Brenda.

— Cálmate Brenda, eso es algo que solo vamos a averiguar estando allí, ya te recojo.

Media hora después llegó Peter y ambos nos fuimos a ver a mi hijo, al llegar allí fue como si mis pies pesaran.

— ¿Que pasa Brenda? ¿Porque te detienes?

— Peter no quiero entrar allí, siento algo muy feo aquí.

— Cálmate Brenda, no estás sola, me tienes a mí, créeme todo va a estar bien, lo prometo.

El me abrazo y me sentí más reconfortada, así con esa fuerza entramos a esa habitación.

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