Capítulo 1

Lía Drummont, 21 años, comunicadora social y periodista de la universidad de Ciudad del Cabo.

Padres Mswati Zulu lll y Linda Drummont

Hija única, nació después de que su padre fuera exiliado de Suazilandia por su tío Mlongo, al quitarle el poder a su padre Mswati ll, en un golpe de estado, Mswati es un príncipe heredero de la corona Swazi y su mamá Linda es una minerologa que hacía su maestría en ese reino, es hermana de los herederos de una de las mayores multinacionales de extracción minera, la Drummont Tech Company.

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Hace 3 años sufrí la mayor humillación de mí vida, la que me llevó a tocar fondo, pero de la cual saqué la mejor enseñanza y gané el mejor regalo que la vida me pudo dar, y ese regalo fue el que convirtió en luz mí oscuridad.

Creí tocar el cielo con las manos al tener a mí lado el amor de mí vida, pero la persona que me había salvado muchas veces de caer en el abismo fue la misma que me empujó a él.

Pero ahora tengo a Salvatore, si, mí salvador, mí bebé de 2 años y 4 meses, por él salí adelante y dejé atrás mí pasado lleno de dolor; por el solo hecho de ser diferente la gente se cree con el derecho de humillarlo y dejar su autoestima por el piso.

Yo soy hija de padre negro y madre blanca, lo cual a pesar de vivir en un país con el 90% de la población de raza negra es de los más racistas que hay en el mundo, aún en pleno siglo 21 se siguen viendo vestigios del apartheid y la segregación racial donde aparte de eso; la mezcla de razas lo ven como un pecado y yo soy el fruto de ese pecado.....y por si eso fuera poco; a eso sumele que nací prematura y con un defecto del nacimiento llamado displasia de cadera; lo cual me generó una cojera del pie izquierdo, creando aún más complejos que mí color de piel....Anthony Rhodes te odio!!!

Estudie comunicación social y periodismo en la universidad pública de Ciudad del Cabo, lugar donde llegué con mis padres para iniciar una nueva vida, lejos de los recuerdos que me traía Johannesburgo, salí adelante creando una estación de radio incluyente, al ser rechazada también en la universidad por mí defecto de nacimiento y mí color de piel, supuse que nadie querria contratar una negra coja, por eso la cree.

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Anthony Rhodes 22 años.

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No puedo más, hace 3 años que perdí mí luz, estoy en la oscuridad desde ese día en que la dañe, tanto que juré cuidarla, protegerla de los que querían destruirla y yo sólo me convertí en su verdugo.

Ya no quiero seguir sufriendo por el daño que le hice, cuando pude buscarla no la encontré por ningún lado, es como si no existiera, lo último que supe de ella fue que estuvo al borde de la muerte por mí culpa y de ahí no sé si murió o salió del hospital pues su nombre no lo encuentran en ningún lugar de Sudáfrica....Lía Drummont, donde estás?

Volví a Sudáfrica después de prepararme para asumir como CEO de Rhodes Diamond's Company, legado de mí cruel abuelo paterno Bruce Rhodes, hijo del legendario pionero de Sudáfrica Cecil Rhodes.

Pero esa vida impuesta por mí cruel familia no la quiero, una vida trazada desde que nací, fui procreado para seguir el legado de la familia, una vida creada para ser infeliz, todo lo que haga con ella debe ser acogido al plan de ellos, yo no tengo ni voz ni voto y la vez que quise salirme de ese guión impuesto dañe a la persona que más amo en la vida, mí hermosa diosa de ébano, me obligaron a dañarla, me llevaron a rastras a Londres a prepararme para asumir la presidencia de la sangrienta mina de diamantes de la familia y casarme con la heredera de la firma más grande de joyería de Ciudad del Cabo Lisa Marriott.

Si me negaba me amenazaban con la vida de mí amada Lía, por lo que acepté resignado lo que me imponían, ya llegaría el día en que gracias al poder que iba a conseguir, la recuperaría, con lo que no contaba era que al volver a Sudáfrica ya no la encontraria.

No hay esperanza en mí vida, no tengo por quien vivir, me arrebataron la ilusión de ser feliz, por el recuerdo de los días en que estuvimos juntos tomé la decisión de dejar este mundo.

Adiós mí hermosa Lía, te amaré hasta en la eternidad, tomé mí Jeep y conduje hasta el acantilado, cuando empecé a acelerar prendí por instinto el radio, pero por algún motivo no puse mí play list, sino que deje que el dial escogiera la emisora al azar, cuando ya iba a 100 kms por hora y el acantilado se veía al fondo escuché una voz que me hizo frenar de golpe

"Buenos días amigos, que Dios los bendiga en este hermoso amanecer, les habla su amiga incondicional Jahzara Zulu, y comenzamos con nuestra programación, espero que llamen a pedir sus canciones favoritas"

****Es su voz!!!!

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