Episodio 16: Sacrificios

^^^Charlotte Allen.^^^

—¿Sabes?.—Hablé mientras observaba el hermoso cielo azul desde aquella azotea.—Ahora estamos prácticamente solos.

—Un solo error y nuestras vidas se arruinan.

—Suena interesante para mí.

—Tus intereses siempre están al borde de la locura, hermana.

—Supongo que tienes razón, pero todavía tengo deseos de tocarte y ser tocada por ti.

—Dios.—Hizo una mueca.—No tengo mucho autocontrol, así que deja de decir esas cosas.

—¿Podríamos besarnos al menos?.—Pregunté.—Nadie nos verá y el timbre de la escuela sonará en cualquier momento, así que tendremos volver a clases y no te veré en la próxima hora y media.

Ambos estábamos sentados en el suelo de la azotea, a un lado del otro y apoyados en la entrada cerca de la puerta, de este modo podríamos escuchar si alguien se acerca.

—¿Asher?

—Te escucho.

—¿Puedes besarme?

—Puedo hacerlo.—Respondió

Una regla clara es que nunca llegaremos al final, debido a que vivimos en un pequeño pueblo, no hay métodos para evitar quedar embarazada y tener un hijo con Asher sería un error que ninguno de los dos podría perdonarse.

Hay sacrificios que debemos soportar por mantener la relación que hemos logrado ocultar. Seremos solo hermanos enfrente de los demás y solo cuando estemos seguros de estar a solas podríamos besarnos y tal vez tocar nuestros cuerpos sin llegar al acto sexual. Tampoco podemos actuar de manera celosa ni demostrar nuestro descontento cuando alguien intenta coquetear con el otro. Confío en que Asher nunca me sería infiel al igual como yo tampoco lo sería, pero debo admitir que siempre hay un rastro de inseguridad cuando una chica intenta hacerse la linda con él y también sé que mi hermano se siente incómodo cuando ve a Luke y este me intenta conquistar con demostraciones de afecto que Asher nunca podría hacer en público.

Nuestra relación tiene muchos lados negativos, pero poder expresar mi amor con él es suficiente para alimentar el resto que nunca podré satisfacer.

Sentir sus labios en mi piel y sus manos entregar la calidez que niego abandonar es suficiente para resistir cualquier tormento que se presente en un futuro.

Mi cuerpo arde cuando es tocado por sus frías y extrañamente cálidas manos, no sabría cómo explicar todo lo que me hace sentir cuando rompemos nuestra distancia y nuestros cuerpos exigen por más.

Solo cuando cumplí los 15 años fue cuando Asher empezó tocar mi cuerpo sin la molesta presencia de la ropa, ahora tengo la fortuna de besarlo y sentirlo en mi piel.

He prometido controlarme por ambos, así que no importa cuanto pueda llegar a excitarme y desear llegar más lejos, siempre debo ser yo quien nos detenga y no entiendo como logro tener tal fuerza de voluntad para hacerlo, pero lo hago para no traicionar la confianza de Asher, porque le prometí detenernos para no llegar a cometer un error por la lujuria y el placer que nos hace rogar por más.

—Asher.—Dije con la voz agitada mientras intentaba recuperar el oxígeno que había desaparecido cuando sus labios tocaron los míos.

—¿Qué ocurre, Charlotte?.—Respondió y al igual que yo, también tenía su respiración levemente agitada.

—¿Tocar nuestras partes íntimas está en los límites?.—Pregunté con vergüenza y fui tan directa que incluso las mejillas de mi hermano se tiñeron de rojo.

—No lo sé.—Respondió.—¿Debería?

—Deberíamos poder hacerlo.—Respondí.—Quiero poder hacerlo.—Dije con timidez y deseo.—Hagamos del sexo nuestra única prohibición absoluta.—Pedí.

Asher lo pensó por un momento, pero luego asintió con la cabeza y dijo:

—De acuerdo, Charlotte.

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