¿Justin es solo un amigo?

Mientras me estaba quedando en la mansión Grapham llego una invitación del palacio real, es para una fiesta que se hace cada año por el festival de verano, se da la bienvenida a esta época del año y se reza para que las cosechas sean prosperas, es una celebración tan exclusiva que solo asisten los nobles y este año Sara y su familia me pidió que los acompañara, la persona que más insistió fue Justin, el hermano mayor de Sarah y futuro heredero de la fortuna Grapham.

Para esta celebración los nobles llevaban algún platillo que haya estado en su familia por generaciones, mi mejor amiga había sido llamada al palacio real, pues necesitaban ayuda con algunas decoraciones, casi no la veía, aunque me llenaba de alegría y orgullo lo contenta que regresaba a la mansión y me contaba como había pasado su día, mi estadía hubiera sido solitaria sin la compañía de Justin, nuestra actividad favorita era salir a cabalgar, era un gusto que compartíamos, en su mansión tenían varios caballos y cada tanto me invitaba a salir con él.

En una tarde soleada, Justin regreso a la mansión con una expresión alegre, estudiaba por las mañanas ya que se preparaba para poder ser un buen sucesor de su padre en el futuro, me invito a un picnic en el campo y se ofreció a llevarme a ver a mi familia inmediatamente acepte, extrañaba demasiado mi antigua rutina que estaba ansiosa por ver a mis abuelos.

Preparamos un par de canastas con algunos postres, quesos y algo de cordial de fresa, partimos en el carruaje de su familia ya que yo aun debía permanecer incógnita.

- ¿Estas incomoda pequeña? – me pregunto Justin.

- No, para nada - sonreí y me asomé por la ventana del carruaje.

- Quiero confesarte algo, aunque supongo que será mejor hacerlo el día del festival. – hablo, aunque parecía que era más para sí mismo.

- Tienes toda mi atención. – respondí curiosa, me intrigaba mucho que era lo que mi mejor amigo quería decirme.

- Te prometo que ese día lo sabrás. – me sonrío cálidamente tomándome de la mano, instintivamente la quite de inmediato él se sorprendió pero aun así no dijo nada, después de eso el ambiente se volvió incomodo, yo me sentía en deuda con su familia por lo mucho que siempre nos habían ayudado, sin embargo nunca vi a Justin de otra forma, para mi era solo un gran amigo pero en este momento me sentía como si necesitara retribuirlo de alguna manera y esa sensación me molestaba mucho, pues no sabia como actuar.

El transcurso a la granja de mi familia fue en silencio una vez que llegamos baje del carruaje con muchas ganas de llorar, si bien no había pasado más que quince días jamás había estado separada de mis abuelos y hermana.

- Justin – le llame observándolo tranquilamente.

- ¿Sí? – respondió volviéndome la mirada.

- Y si en otro momento vamos de picnic, me gustaría compartir estos postres con mi familia. – baje la mirada avergonzada.

- Como desees pequeña. - sonrío débilmente y avanzo a la puerta de la casa, me sentí mal pero mi familia era mas preciada para mi y los extrañaba, en algún momento le compensaría este mal rato.

La puerta se abrió casi de inmediato, la persona que salió fue mi abuela, su cara de pronto se ilumino ella también me había extrañado, de inmediato nos invito a pasar tome las canastas y las lleve a la mesa, en mi interior quería que ellos probaran esos deliciosos postres, mi abuela entro a la cocina, al girarme no vi a Justin lo cual me pareció muy extraño.

- ¿Dónde está Justin? -pregunte.

- Dijo que tenia algo que hacer – pauso un momento mientras me miro en silencio – Mencionó que en un rato vendría por ti. – continuo.

Solo asentí y me volví a girar para sacar los postres y acomodarlos en la mesa, había un poco de todo, pasteles de fresa individuales, dulces de leche, tarta de frambuesa y otra de manzana con miel, mis favoritos eran los macarrones dulces, quería ver la cara de mi hermanito al probarlos.

- Por cierto ¿Y Archie? - volví a girarme y cuestioné a mi abuela.

- Salió con tu madre y Naybella al pueblo – respondió.

- Ella no es mi madre. – murmuré molesta y me senté frente suyo. - Quería conocerlo. – añadí.

- Ya tendrás oportunidad. – se callo un momento, su boca se abría como si quisiera decirme algo, pero al instante se arrepentía, la conocía bastante bien y me preocupe en seguida.

- ¿Ocurre algo? – pregunte ansiosa.

Asintió con la cabeza, respiro profundo y por fin hablo - ¿Te gusta Justin? – pregunto curiosa. Mi cara debió ser todo un caso, no sabia porque me estaba preguntando eso, siempre fue un amigo y ella lo sabía ¿Qué estaba pasando?

- Si no es así me disculpo, pero si te gusta debo oponerme de inmediato. – me observo y frunció el seño – Adair, tu no puedes enamorarte. – termino y bajo los ojos algo triste., sentí que este tema le recordaba a mi madre, pues ella se había enamorado, quedo embarazada y luego se fue abandonándome con mis abuelos, suponía que tenia miedo que me ocurriera lo mismo, me sentí ofendida pues yo no era mi madre, toda mi vida hice las cosas bien, fui una buena hija, una buena vecina, era amable con la gente del pueblo y ayudaba en todo lo que podía.

- Prométeme que no te vas a involucrar sentimentalmente con ese joven. – me tomo de las manos y me miro con mucha preocupación.

- Yo te lo prometo. – dije algo confundida, me soltó de las manos y me sonrío nuevamente – Probemos esos postres. – dijo tomando un pedazo de tarta de frambuesa.

Me quede alrededor de tres horas platicando con mi abuela, no pude ver a nadie más, al final el cochero regreso por mí y no me quedo mas remedio que regresar a la mansión Grapham, sin embargo antes de irme mi abuela me abrazo y me susurro al oído que recordara mi promesa, este tema era tan confuso había veces en las que no entendía a mis abuelos ni tampoco algunas de sus actitudes, lo único que me quedaba era cumplir mi promesa, y olvidar este tema, de nada me servía seguir pensando en eso.