CAPÍTULO. 15 MIGUEL SANTONINI II

Miguel

Todo se me complicaba, estaba impotente, eufórico, cabreado, la verdad no sé ni cómo explicarlo, Toby no me ayudaba mucho se me había olvidado un pequeño detalle que ella saldría de casa y yo no podría saber qué hacía o que decía, no tenía los alcances que tengo ahorita, seguí estudiando, especializándome, creciendo, haciendo crecer mi fortuna y sobre todo seguía creciendo mis sentimientos por mi princesa que ya era toda una dama y estaba tan celoso de los niñitos que se le acercaba, nunca permití que ningún nombre le diera un beso, ella es solo mía y de nadie más, su primer beso debe ser conmigo, su primer todo debía y debe ser conmigo, es como una maldita obsesión que me tiene trastornado.

Luego de varios cumpleaños más se me ocurrió la brillante idea de regalarle una cadena con un ojo turco, sabía que le iba a encargar y como lo sé pues fácil, el pequeño ojo turco era una cámara con micrófono integrado, podía escuchar todo lo que hablaba, y gracias que existen los ojos turcos el mío no era tan turco pero era de una buena marca y veía las imágenes nítidas, incluso de hasta las malas respuestas que daba en los exámenes, yo quería y quiero todo con ella, no sabía cómo ayudarla, fui testigo de sus alegrías, de sus tristezas, de sus desvelos, de sus estudios, prácticamente de todo, soy una maldita sombra en su vida testigo de todo lo que ha vivido .

Luego de regalarle la cadena con el ojo turco Ya estaba más tranquilo, podía estar con ella en todo momento, hasta en las reuniones que llegue a tener llevaba mi teléfono encendido para solo mirar que hacia, tal vez parezca un loco, demente empedernido pero es que realmente la amo y era la única manera de estar los dos cerca.

Cuando llegó el día que ella entrará a la universidad, decidí contratar a Brat, al principio tenía temor de que terminara enamorándose, Brat de ella o ella de Brat, pero corrí el riesgo y le dejé muy claro que Ximena era mi chica y que él solo estaba haciendo un trabajo, gracias a Dios lo cumplió.

Cuando me enteré que la empresa de sus padres, o mejor dicho el patrimonio de ella y de su tía estaba en peligro, no pude soportarlo y de inmediato le pedí a Nick que fuera hacer inversión, antes de todo investigue minuciosamente la muerte de los padres de Ximena y hasta donde llegue fue a que los abuelos de Ximena por parte de papá atentaron contra su propio hijo y nuera y acabaron los cuatro muriendo, quedando Brenda con mi princesa, Brenda lo ha hecho muy bien la admiro, me enteré que Nick y ella se besaron en la secundaria y eso fue a lo que más me impulso mandarlo así le hacía un favor también, por que de solo pensar que mandaría a otra persona y que me enamorara a mi Ximena, uffff pensar en ese simple hecho, me vuelve loco.

Por que no volví antes y decirle a Ximena de frente que yo estaba detrás de todos sus regalos, detrás de su seguridad aunque ella nunca lo noto, detrás de su vida, bueno tan sencillo como por miedo, miedo a que me rechace como cuando éramos jóvenes, tengo tanto miedo de que no me acepte, miedo a que me diga que no quiere ser parte de mi vida.

Estando en Canadá, dejé todo organizado y decidí afrontar mi realidad, la única que ha existido desde que conocí a Ximena y es declararle mi amor hacia ella, no se cómo lo pueda tomar y solo pensar que la puedo perder me da de todo.

Llegue justo para su cumpleaños número veinte, está tan hermosa, me sentí tan nervioso, el solo tocar su piel ya la mía se eriza, como de costumbre muy temprano le envié un hermoso obsequio, cuando entre esa noche a la fiesta, y me atrevi a bailar con ella, me di cuenta de que no me reconoció, claro es que cuando nos dejamos de ver aún era una niña; mi hermosa niña.

Ahora me encuentro en un apartamento lujoso en medio de esta gran ciudad, hablando con estos dos idiotas enamorados, no pretendo ser cupido pero tampoco deseo que pasen por lo que yo he pasado y estoy pasando, así que le daré una mano.

No soy hombre de expresar mis sentimientos pues los cerré muy bien y la única que puede abrirlos se llama Ximena Rodríguez, ella es la única persona que tiene la llave para cambiar en mi ese escudo de perfección que me rodea o mejor dicho que yo mismo cree, para que nadie impidiera lo que hoy en día soy y lo que hago por el simple hecho de estar locamente enamorado.