Capítulo 17

Gael Bennet

-¿Y quieres a Maya?

Maya Salvatore

-¿Qué?

Gael Bennet

-¿Ser la madre de Sara?

Sara Bennet

-Es mi nueva mamá.

Gael Bennet

-Pero Sara, ser madre tiene muchas responsabilidades, Maya es joven y tiene su propia vida, tendría que vivir con nosotros, cambiaría toda su vida.

Sara Bennet

-Mamá, no soy un trabajo, por favor dile a papá que eres mi mamá.

Maya Salvatore

No puedo decir que no a un niño, siempre desde mi adolescencia pasé meses en el orfanato, vi a un niño conocer a personas que llegaban allí y no los acogían, vi sus caras tristes e incluso sus llantos, es demasiado dura la vida de un niño huérfano, siempre quise adoptar, cuando me había graduado.

Y al ver a Sara suplicando tener una madre, pienso en lo que debe estar pasando.

-Acepto Gael, seré la madre de Sara.

Gael Bennet

Le digo a Maya que Diana estaba preparando un contrato con cláusulas y que después de la cena quiero que se quede para que podamos hablar de ello.

Maya Salvatore

-Ahora bajemos para poder comer, hija.

Sara Bennet

-¡Sí, mamá!

Gael Bennet

Veo a Sara feliz, de pie junto a Maya y las acompaño.

Sara Bennet

- ¡Tía Diana, tengo una mamá!

Diana

-Eso está bien, Sara, ¿y dónde está ella?

Digo, haciéndome el tonto, pero sé que estás hablando de Maya.

Sara Bennet

-Tía tonta, está aquí de nuestro lado.

Diana

Sara señala a Maya, que se sonroja.

-Bienvenida a la familia, Maya.

Gael Bennet

-Señor y señora Salvatore, aprovecho esta oportunidad para pedir la mano de su hija en matrimonio.

Selena Salvatore

-Cálmate, ¿qué sientes realmente por mi hermana?

Fabio Salvatore

-Hija, ¿no sería yo quien tendría que decir eso?

Selena Salvatore

-Lo siento papá, pero conozco a Gael y por eso me anticipé.

Gaius Scott

-Selena mantén la calma, Gael es un buen hombre.

Maya Salvatore

-No sé por qué estás causando problemas, si soy yo quien tiene que aceptar, y no me han pedido que me case contigo.

Gael Bennet

-Maya, sólo quería mostrar respeto a tus padres, pero te propondré matrimonio.

Maya Salvatore

Pido permiso a todos y llevo a Gael a otra habitación, que en realidad es una cocina.

-Gael, ¿estás loco?

Gael Bennet

-¿Si yo lo digo?

Maya Salvatore

-¡Te creeré!

Gael Bennet

-Maya, no te conocí en la casa de la playa, te conocí antes, ese mismo día te vi subir al coche para ir a la casa de la playa y fue en ese momento cuando me enamoré de ti, pero preferí negarme a mí mismo que sentía eso por ti.

Maya Salvatore

-Gael, la pasión es como el fuego que puede apagarse en cualquier momento.

Gael Bennet

-Me vuelvo loco a tu lado y me vuelvo aún más loco cuando no estás Maya.Si la pasión es fugaz como dices, yo mismo apagaré el fuego, porque no sólo quiero estar enamorado de ti, quiero amarte, te quiero a mi lado, siento como si el tiempo no pasara cuando estoy así, a tu lado, y quiero que el tiempo no corra, quiero aprovechar cada segundo existente, para tenerte entre mis brazos y amarte de formas inimaginables.

Me acerco a ella, la agarro por la cintura y la beso como si no sólo el tiempo, sino la vida se hubiera detenido para unir mis labios a los suyos.

Maya Salvatore

Nuestro beso fue intenso y caliente, me sentí como en un mar que se hundía y él me rescató con nuestros cuerpos mojados, besando mis labios, como para darme aliento de nuevo.

Diana

-¡Pareja!

Entro interrumpiendo la escena que parecía haber olvidado que todo el mundo les estaba esperando.

Maya Salvatore

Detenemos el beso con Diana entrando y llamándonos.

Gael Bennet

-Maya, sabes lo que siento por ti, ¿me darás una oportunidad de amarte?

Maya Salvatore

-Está bien, Gael, pero si me haces daño aunque sea una vez, sólo seré la madre de Sara, y no habrá nada que nos una más que cuidar de Sara como si fuera mía.

Gael Bennet

-Prometo no perder la oportunidad que me das.

Diana

-Bueno, bienvenido a la familia Maya, hasta me alegro por eso, porque desde que apareció Renato, tengo la intención de vivir con él y nuestro hijo.

Gael Bennet

-Hablaremos de este y otros asuntos después de la cena, Diana.

Diana

-Así es, por eso he venido aquí, de lo contrario habríamos pasado toda la noche sin cenar.

Maya Salvatore

-Oh, Diana, qué exageración.

Gael Bennet

-Diana tiene razón, para mí, nadie más cenaría esta noche, porque te tendría en mis brazos.

Maya Salvatore

-Puedes apagar tu fuego, porque estoy hambriento, y antes de que digas nada, mi hambre yes de comida.

Continua ....

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