Capítulo 9

Selena Salvatore

-Maya, Gael no es del tipo de relaciones, así que te advierto que si sientes algo por él, será mejor que dejes de sentirlo.

Maya Salvatore

-Gracias por el consejo, pero ahora necesito terminar este modelo aquí.

Vuelvo a mi proyecto de construcción y ella sale de mi habitación.

Me pregunto qué le pasó a Gael, que no quiere tener una relación con ninguna mujer.

Me lo pregunto.

Entonces decido llamar a Renato.

Llamada telefónica...

Renato

-Oye, Maya, ¿qué pasa?

Maya Salvatore

-Necesito tu ayuda amigo.

Renato

-Dime cómo puedo ayudarte.

Maya Salvatore

-¿Vas a salir hoy?

Renato

-No, acabo de salir de una cena de trabajo en la empresa.

Maya Salvatore

-Necesito que salgas conmigo a un club nocturno esta noche.

Renato

-¿Estás en un club?

Maya Salvatore

-¿Recuerdas al hombre misterioso del que te hablé?

Él irá a la discoteca y necesito que me acompañes para que piense que eres el hombre del que estoy enamorada, cuando llegues te lo explicaré mejor.

Renato

-Puedes dejarlo, te recogeré a las 10:30.

Me despido de ella y me preparo.

Maya Salvatore

Conocí a Renato el primer día que llegué a Chicago, estaba en el aeropuerto y terminamos intercambiando nuestras maletas, después de ese día nos convertimos en mejores amigos, es un hombre muy amable y siempre aparece para ayudarme cuando lo necesito.

Mientras tanto, en la mansión de Gael...

Gael Bennet

Llego a casa y veo a Diana en el salón con su hijo Miguel y mi hija Sara.

- ¡Buenas noches!

Sara Bennet

-¡Papá!

Gael Bennet

Sara viene corriendo hacia mí y me abraza.

-Hola, mi amor, ¿cómo fue tu día?

Sara Bennet

-Papá, quiero una mamá.

Gael Bennet

-¿Por qué es Sara?

Sara Bennet

-Quiero una mamá que me recoja y me lleve al colegio.

Diana

-He tenido que ir a su escuela hoy Gael.

Gael Bennet

- ¿Qué hiciste mal, Sara?

Sara Bennet

-Luna dijo que soy huérfana porque en clase la profesora me pidió que dibujara a papá y mamá y sólo dibujé a papá.

Diana

-No eres huérfana, Sara.

Sara Bennet

-Sí, tía, soy el huérfano de mamá.

Gael Bennet

-Si dices que eres huérfano, y no lo eres, te prometo que te recogeré y te llevaré al colegio todos los días.

Sara Bennet

-Yo también quiero una mamá.

Gael Bennet

-¿Y si la tía Diana te lleva al colegio conmigo?

Sara Bennet

-¿La tía Diana será mi mamá?

Gael Bennet

-Es tu tía hija.

Sara Bennet

-Papá, ¿puedo tener una mamá, por favor?

Diana

-Es Gael, creo que ya es hora de que aceptes esa idea que te dio Carlo hace años.

Gael Bennet

-¿Por qué quieres una madre?

Sara Bennet

-Papá, que sea mi mamá, que haga todo lo que hace una mamá, sólo que conmigo.

Gael Bennet

-Pero hija, tienes que entender que una mamá no es como un empleado que contratamos.

Ya tienes una madre que no está con nosotros, pero siempre será tu madre.

Sara Bennet

-Papá, sé lo que es una niñera y lo que es una mamá, así que cásate con una mamá para mí.

Gael Bennet

-Hija, para casarse hay que amar, cuando me casé con tu madre, la amé.

Sara Bennet

-Madre hubiera querido que tuviera una madre propia.

Gael Bennet

Veo que Sara se aleja de mí, llorando se acerca a Diana.

Diana

-Sara que tu padre te quiere, no digas que es malo.

Tiene el corazón roto, por eso no puede darte una mamá.

Sara Bennet

-Tía, llevemos a papá al médico, entonces.

Diana

-No querida, el médico no puede curar el corazón de tu padre, sólo él puede.

Veo que Sara corre hacia Gael y lo abraza.

Sara Bennet

-Papá, sana tu corazón pronto, tienes que darme una mami.

Gael Bennet

La miro abrazada a mi pierna y con sus ojitos llenos de lágrimas, como si me rogara que necesita tanto una madre.

- Está bien mi amor, papá tratará de hacerlo por ti.

Sara Bennet

-¡Asombroso! Tía, papá me va a dar una mamá.

Diana

-Bien, Sara, ahora vamos a guardar nuestros juguetes para la cena y la cama, ¿de acuerdo?

Sara Bennet

-¡Sí, tía!

Gael Bennet

Subo las escaleras, me meto en el baño y, mientras la ducha está encendida, haciendo correr el agua por mi cuerpo, pienso en lo que tengo que hacer por mi hija.

Me cambio de ropa, me preparo y bajo a cenar.

Diana

-¿Vas a salir, Gael?

Pregunto, al verle tan arreglado.

Gael Bennet

-Lo soy, Diana, y necesito un favor. ¿Puedes verme la semana que viene por esa idea de Carlo?

Diana

-¿Así que realmente vas a aceptar?

Gael Bennet

-Eres madre y sabes que no podemos ver a nuestros hijos tristes, ¿verdad?

**Continua**...

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