capítulo 4- ha cambiado

Esa noche, Seira se retiro de dicho lugar, después de revelar su nuevo yo, ante ese prometido suyo, los siguientes días no acudió a la escuela, pues se había quedado en casa a estudiar un poco sobre ese mundo al que había llegado, nisiquiera se explica como es que reencarno en ese cuerpo, creyó que su tiempo había acabado en su mundo, después de gobernar por largos años, el tiempo hizo lo suyo y su llevo su juventud, aunque no se arrepentía de nada, vivió una buena vida y logró todas sus metas, pero ahora debe adaptarse a esa nueva vida, pero nunca espero renacer en el cuerpo de una chica que llevaba una vida miserable, aunque no la culpa, la verdadera madre dejo un trauma en ella, al hacerla sentir como si tuviese la culpa de lo que ese hombre hizo, si hay algo que no tolera, son los hombres abusivos.

- tch! Le haré un favor al mundo...

Seira se puso de pié y apago las luces para finalmente abrir sus ventanas, ya era tiempo de salir, ha aprendido todo lo que necesita saber de ese mundo.

- madre...¿puedo usar un auto? Quiero salir un poco.

Miranda se sorprende al escucharla, Seira no suele usar el auto, aunque tenga permiso, siempre salía en taxi o con el chófer de la casa, pero le dio las llaves de un auto y solo le pidió volver antes de la cena; al abrirse las rejas de la cochera, Jin bajaba de su auto, se sorprendió de ver a esa sexy mujer subir a un auto, el cual dio un arrancon y salió disparado a la calle a toda velocidad, Jin nisiquiera tuvo la oportunidad de hablarle, solo la vio perderse a lo lejos. En la carretera, Seira maneja a la velocidad permitida, pero logrando pasar a los otros autos, esa cosa llamada auto, era sin duda lo máximo y mucho mejor que ir a caballo, giraba por las vueltas sin bajar la velocidad, que las llantas chillaban al momento del giro, así avanzó por un largo rato, dando vueltas por la ciudad, hasta que fijo su único camino.

Jin por su parte, había entrado a la mansión Miller, pues fue recibido por Miranda, quien le sirve una taza de café y unas galletas.

- lamento que hayas venido en vano Jin, mi hija se fue y no me dijo si volvería pronto.

- no se preocupe señorita Miller, vine sin avisar. Es solo que estaba un poco preocupado por Seira, ha estado faltando y la última vez actuó diferente.

- bueno, si, esta un poco diferente, con decirte que se hizo un cambio de look, esta irreconocible.

- si, nisiquiera me creía que era ella...

Entonces puede ser que esa chica en el bar, si era en realidad Seira, después de esa noche, Jin creyó que solo se trataba de una broma de sus amigos, pero comprobó que ninguno conocía a esa chica peliverde, aún así se negaba a creer que era ella.

- ya se, ella siempre fue hermosa, pero pasaron cosas, sobre todo con su madre y eso la hizo volverse así, descuidada con su aspecto y muy introvertida.

- comprendo. Bueno, ya que ella no volverá pronto, mejor me retiro, ya la llamaré después.

Jin muestra una sonrisa amable, es bueno actuando de esa manera para cuando es necesario. Algo molesto porque no pudo ver a Seira, se fue directamente al club donde suele verse con sus amigos, esos delincuentes que suelen molestar a quienes se les ponen en su camino, al llegar en el centro de una jaula, había un combate entre dos hombres, que usaban magia, peleaban dando todo de si, no era extraño ese tipo espectáculos clandestinos.

- ¿que dices Jin? ¿Puedes vencer a uno de ellos?

Hablo aquel chico, Michael, quien estaba sentado con Rina sobre su regazo, si aquella rubia de aquella noche, también habían otros chicos que disfrutaban del espectáculo.

- es fácil para Jin, es el campeón del campus.

- pero una pelea en el campus es diferente en éste lugar.

Ambos siguen hablando cuando de pronto se anuncia al ganador, era un hombre grande y con un poder de fuego. El anfitrión de inmediato pregunta ante público si existe alguien que desee retar al ganador, era el peleador invicto del club, tan pronto como se dan cuenta, ven a aquella chica peliverde subir al rink, los gritos y chiflidos no se hacen esperar al ver tan deslumbrante belleza subir a un sitió donde solo hombres suelen subir a luchar, además por su delgada figura, si aquel peleador le da un golpe, es casi seguro que le rompe uno que otro hueso.

- señorita, le pido que baje del rink, esto es peligroso para usted, si quiere dinero en mi cama puede consiguirlo.

El hombre que anuncia a los peleadores, intenta tocarla del hombro para hacerla bajar pero Seira le pega la mano.

- si no te doy permiso, no puedes tocarme y valgo demasiado para que un hombre como tú, pueda tenerme en su cama.

- tch...bien, dejaré que la maten.

El hombre le hace una seña a su peleador para que le de una buena golpiza a la chica. Arriba Jin y compañía se ven algo preocupados, esa chica podría morir en ese rink. El dueño del lugar, da la señal para comenzar la pelea, así que su peleador se abalanzó contra Seira, un par de golpes y la dejarán fuera, pero para su sorpresa, Seira esquiva cada golpe y flexiona las rodillas, estando a la altura del abdomen del hombre, Seira le da un fuerte golpe en el estómago, uno que lo hacer volar hasta estrellarse en la rejas que rodean el rink, todos los presentes estaban impactados ante tal acto, el peleador había queda inconsciente. Seira solo mira su puño y chasquea la lengua.

- carajo...el golpe fue débil...

Y es que si fuese en su cuerpo original, aquel hombre ahora tendría un agujero en el cuerpo, tendrá que mejorar la fuerza de ese cuerpo.

- e-esto es...im...posible...

- bien, supongo que el dinero es mío.

Seira estira la mano esperando le paguen pero aquel hombre esta dudando, no puede ser que su mejor peleador haya perdido, si le da el dinero a la chica quedará casi en banca rota ya que la mayoría son apuestas en contra a favor de su peleador.

- ¿que esperas? Dale el dinero que ha ganado la señorita...

La voz venía de aquel chico delgado pero bastante atractivo, si no fuese porque Seira había visto a Jin en las mesas de arriba, podría jurar que aquel chico era él, pero no, ese en realidad era Lin Zhao, el gemelo de Jin, pero a diferencia suya, a su corta edad ya era manejaba distintas sucursales de su familia, incluso venía rodeado de hombres vestidos de traje, supone que para su seguridad, el hombre de inmediato le entrega un sobre a Seira y se retira, pues parece asustado de al ver a Lin.

- un hombre de temer...

- solo me doy a respetar señorita.

- y para ser respetado, hay que hacerlos temer.

Lin sonríe ante las palabras de la peliverde, no solo es fuerte y hermosa, también es astuta, eso es algo que le gusta.

-------------nota-----------

ahora la pregunta será ¿a que gemelo odiaran más? huajajaja 🤭

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