No Confíes

Capítulo 4.

De un momento a otro, Amanda de encontraba viendo fijamente a Kevin al haberle confesado que ella tenía el diario, él solo agradeció su sinceridad pidiendo que lo cuidará porque estaría más seguro con ella. 

Llegaron al bosque y antes de bajar, Kevin le pidió que tuviera cuidado, no quería que le pasara algo estando a su cargo. Caminando en el bosque con la linterna de sus teléfonos, ya que aunque fuera de día ese lugar siempre estaba oscuro se dirigían a la cueva. 

—No se casi nada sobre ti, más que eres el hermano de Natalia y tu nombre es Kevin. 

—Bueno, tengo 20 años, dos años mayor que ustedes, voy en la universidad por eso ya no vivo en el pueblo y me mude a la ciudad. Regrese después de enterarme de la muerte de Natalia y ahora verme aquí.

—¿Conocías mucho a Natalia? 

—Al parecer no. Nunca me contó de algún romance secreto o que alguien la quería muerta—Kevin hace una risa burlona triste—. 

—No te sientas mal, yo tampoco la conocía y se supone que era mi mejor amiga—Amanda sonríe, alegrando a Kevin—. 

Llegando a la cueva sacaron el teléfono, el dibujo, el brazalete y el diario para empezar a resolver el misterio. Encendieron el teléfono notando la poca batería que le quedaba, así que lo pusieron a cargar con una batería que llevaba en la mochila Amanda. 

—Tardará un poco, podemos ir leyendo el diario, ¿Dónde te quedaste? 

—Apenas y leí las reglas junto con una página—se sienta en la cama con el diario en manos—. 

—Hagamos esto, limpiemos la sangre seca y cada día vengamos aquí a terminar de leerlo—Kevin extiende su mano a Amanda—. 

*Una limpieza después*

Amanda de sentía extraña al haber tallado la sangre seca de Natalia para limpiar ese lugar, pero esa sensación se le fue cuando Kevin se sentó en una silla del escritorio suspirando para que empezarán a leer el diario. 

—No se te hace mal…—Amanda de sienta en la cama abriendo el diario—. 

—¿Limpiar la sangre? ¿O estar aquí? Ambas cosas me hacen sentir mal, pensar que estuvo sola el día que la mataron. 

—Eso no…—se detiene antes de decirle la verdad de ese día—Empecemos a leer el diario. 

'Hoy por fin Amanda y yo conocimos a más chicos, uno de ellos se me hace atractivo. 

No puedo creerlo, pasó una semana y me dio una rosa, cuando amo a Lance, siempre es dulce conmigo. 

Nada puede salir peor que este día, después de casi un año de amistad con mis amigos por fin pasamos a segundo año; en la graduación de los de tercero Lance confesó su amor, pero esa persona no soy yo. 

No todo está perdido, Dante se me confesó y le dije que sí, tal vez así me pueda olvidar de Lance, lamento usarte Dante. Solo quisiera saber, ¿por qué Lance eligió a Saida y no a mí?'

—Parece ser todo del día siguiente en que escribió—Cierra el diario—Tenemos que seguir las reglas y leer esto con paciencia. 

—Bien. Podemos revisar el teléfono. Aunque aún no sabemos la contraseña, ¿alguna idea?—Toma el teléfono pasándolo a Amanda—. 

—Creo que tengo una…—escribe algo desbloqueando el teléfono—La contraseña es la fecha cuando conocimos a Lance. 

—Muy inteligente de tu parte—se acerca para tocar la pantalla buscando últimos mensajes—Mira, la última persona con la que habló fue Lance. 

—Leer—'Lance, ven al bosque antes de irnos, quiero terminar con lo que empezamos'.

—Debe referirse a la relación secreta que tenían… Espera, estos teléfonos tienen fotos de seguridad si alguien falla en la contraseña, entra en la galería. 

—Cierto. Veamos…—Amanda abre la galería y encuentra una foto de Saida con su mano cubriendo su cara, mientras esa tiene sangre—. 

—Ella la mató, debemos buscarla y desenmascararla—Kevin le arrebata el teléfono corriendo a las escaleras—.

Amanda se sorprende y al verlo irse se queda viendo el brazalete con el dibujo, había algo que no le cuadraba en toda esta historia, pero no sabía que era. 

Aventando el diario a la pared, se sentó en la silla del escritorio cubriendo su rostro; fue en ese momento en que levantó la vista recordando que en la foto del teléfono, Saida es diestra y no tenía su brazalete en ese momento. 

Eso significaba que ella estaba esa noche en la playa buscándolo y encontró el teléfono. 

—Cierto. Entonces alguien quería que encontrará el teléfono para culparla por todo, pero quien…—gira a ver el diario—¿Qué es eso?

Amanda se acercó al diario y levantandolo encontró una foto de Saida con Natalia, al darle la vuelta encontró algo que llamó su atención. 

—Leer—'Anhelaba decirte la verdad, gracias por perdonarme'. 

Natalia le había sido sincera a Saida; saliendo de la cueva fue a buscar a Kevin, pero Amanda se dio cuenta que ya que había marchado, fue en ese momento en que llegó Justin buscándola. 

—Al fin te encuentro, estaba preocupado. 

—No hay tiempo. Necesito ir a la casa de Saida. Kevin tiene su dirección y va a por ella. 

—Sube, te llevaré. 

En el auto de Justin, dándose cuenta que siempre tuvo a alguien en quien confiar a su lado, pero simplemente decidió elegir el camino más fácil. Amanda se sintió mal al elegir la ayuda de Kevin. 

Solo esperaba que no le hiciera nada a Saida por culpa de ella. En el camino, Amanda le contó todo lo que estaba pasando a Justin. 

*Puerta principal de la casa de Saida*

Amanda bajo del auto de Justin y antes de que Kevin tocará la puerta, lo detuvo mostrándole la fotografía que encontró en el diario. 

Antes de que Saida saliera para abrir la puerta, los tres se marcharon. Fue un día agotador y cada quien fue a casa a descansar. 

Saliendo de darse una ducha, Amanda observó de reojo el brazalete y caminando para tomarlo. Se dio cuenta que el brazalete tenía otra cosa escrita detrás. 

—Leer—'Pará mí primer amor de…Justin' 

Amanda se quedó sorprendida, era como si cada vez que quería confiar en alguien había algo impidiéndolo. Apretando con fuerza el brazalete de decidió a resolver todo ella sola de una vez por todas.

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