En este preciso momento solo siento ganas de matar a alguien.
— Eso no sería todo, ahora era el turno de Jack. — Me dejaron descansar un momento... según ellos para que recobrara fuerzas, pues al parecer no era lo suficientemente emocionante si no luchaba, mi boca fue amordazada y mis extremidades atadas. — Sonríe y su pecho se agita al tiempo que llora. — Volvieron a consumir drogas, después de un rato vinieron a mí y me desataron, debía ser igual, unos me sujetaban al tiempo que tocaban mi cuerpo, Jack tomo un preservativo y se lo colocó, todo estaba perdido para mí, debido a eso mi mente entró en estado negación y sufrí una fuerte crisis nerviosa, mi cuerpo no tenía control de sí, solo se sacudía fuertemente, mis pulmones se negaban a respirar... fueron minutos eternos. — La observo sorprendido, no puedo hacer más que negar.
— Dime que llamaron a un medico, que te auxiliaron.
— No, no lo hicieron, pero sé asustaron tanto que decidieron dejarme allí tirada, únicamente mi "amado novio" pudo violarme, los escuché debatirse si debían matarme o no, el que más insistió en ello fue Francis, supongo que si yo hablaba él sería el más perjudicado, ya que fue él quién me llevo y el único en accederme. Después de los minutos más largos de mi vida, Francis se acerca y en ese tono dulce que solía usar conmigo, hablo cerca a mi oído sosteniendo mi rostro, puesto que el temblor no cesaba. "Solamente porque te amo te perdono la vida, no se te ocurra hablar, nadie te va a creer, y si se te ocurre hacerlo volveré con un batallón completo, quedarás tan dañada que ni por chatarra alguien podría comprarte" Luego me mostró un video que hizo mientras planeábamos lo que sucedería aquella noche, con eso nadie creería que me forzó. Los vi salir de la habitación dejándome sola, pensé que iba a morir, mis pulmones ardían, la cabeza me dolía y sentía una opresión tan grande en el pecho. No sé cuanto tiempo pasé en ese estado y si perdí el conocimiento o simplemente me dormí, cuando reaccioné ya era de día, la luz entraba por la ventana, me costó adaptarme, tan solo me quede mirando el techo y rogando que fuese una pesadilla, pero al mirar a mi alrededor corroboré la maldita realidad, la sabana blanca aún tenía los pétalos rojos ya maltratados, mi cuerpo estaba desnudo, con muchas marcas que dejaban ver la violencia conque me habían sometido y entre mis piernas había un rastro de sangre seca, como pude me levanté y mientras me ahogaba en llanto, soportaba el dolor tanto físico como emocional, tome una ropa que no era mía, la encontré en un armario que estaba en el lugar, me vestí, tomé mis pertenencias y salí de la habitación de mis pesadillas. A mi paso había gran cantidad de chicos durmiendo en cualquier lugar, salí agradeciendo que nadie me viese en ese estado, tome un taxi y llegué a mi casa, entré por la puerta trasera sin ser notada, y... oculte mi deshonra y mi martirio del mundo exterior.
— ¿Los denunciaste? ¿Hablaste con tus padres? ¿Tuviste ayuda psicológica? — A todas mis preguntas solo niega con la cabeza.
— ¿Anna lo sabe? — Vuelve a negar.
— Después de esa noche me aislé por un tiempo de todo y de todos, no quería hablar, no quería que me vieran.
— ¿No se dieron cuenta de tu cambio de actitud?
— Sí, no es fácil ocultar un estado de depresión, pero les dije a todos que Francis me había terminado, me rodearon con mucho amor, pero desconociendo la realidad de los hechos. Un par de veces estuve a punto de quitarme la vida, pero no fui capaz y me odiaba por eso, luego decidí que debía seguir adelante, me puse la careta de chica fuerte y salí al mundo, meses después intente tener una relación, pero no podía, simplemente no soportaba que alguien intentará avanzar, dos veces más salí con distintos chicos, pero era igual, solo cuando me acerqué a ti sentí que podría lograrlo, pero las cosas no se dieron como esperaba. — Lloro al escucharla decir todas estas palabras, yo creí que había sufrido tanto que me llene de odio y fue lo que repartí al mundo, al mismo tiempo que ella sufría por algo mucho peor y aun así se dedicó a repartir amor y a alegrar la vida de quienes la rodean con sus hermosas locuras.
La abrazo tan fuerte que aunque intenta separarse no se lo permito.
— Perdóname, perdóname, perdóname... — Repito una y otra vez dejando caer mis lágrimas sobre su cabello, después de unos segundos se abraza a mí y juntos lloramos. — Ella por el dolor de sus heridas que aún siguen vivas, y yo por la impotencia de no poder curarlas.
Después de un rato vuelve a hablar.
— Este secreto había sido solo mío, ahora es nuestro, prométeme qué nadie lo sabrá.
— No puedes pedirme que no busque justicia. — Se separa de mí y me mira con ojos suplicantes. — Nadie lo sabrá. — Se queda más tranquila al escuchar mis palabras.
El hecho de que nadie lo sepa, no quiere decir que los culpables no daban pagar, y yo seré su verdugo, como que mi nombre es Konstantín Ivanov.
— Voy a mi habitación a tomar una ducha y por algo cómodo, ya vuelvo.
— Está bien haré lo mismo.
...***...
Me deshago de mi ropa e ingreso al baño, pensé en usar agua caliente debido a las bajas temperaturas, pero prefiero agua fría, necesito disipar la mente, no puedo evitar dar golpes a la pared y soltar un grito lleno de frustración, si por mí fuera saldría a beber y a partir la cara al primer idiota que me dé la oportunidad, pero en este momento Elena y su bienestar son mi prioridad. Mi bonita Elena, ¿cómo has podido sufrir tanto tiempo en silencio?
— Salgo de la ducha y me encuentro con el rostro de Elena quién trae una bata de baño, su cabello está recogido en la parte alta de su cabeza y me mira preocupada.
— ¿Qué sucedió? Te escuché gritar.
— Nada, no te preocupes... — La abrazo de manera protectora. — De ahora en adelante nada malo pasará, confía en mí, el hombre que te ama se encargará de ello.
Nota autora:
Estos dos últimos capítulos han sido difíciles para mí como mujer, pero lastimosamente es una realidad. En el 2021 según la organización mundial de la salud un 30% de las mujeres en todo el mundo sufrió algún tipo de violencia, sin tener en cuenta los casos que no fueron denuciados.
Bajo ninguna circunstancia una mujer abusada debe bajar la cabeza, no le deben nada al mundo, todo lo contrario, el mundo está en deuda con ellas, los culpables deben pagar. Sí a la denuncia, sí a la justicia.
Nos leemos más tarde.
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Comments
mauricia
muchas veces los hombres, que se ven perfectos , o tienen el don de hablar y convencer a las personas. son de desconfiar
2024-03-09
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yuly Mery R.Bedon
es cierto x desgracias xq te vean con ciert vestimenta cort o xq seas sociable si dices no es no y nada hará q una violación no sea eso si no es con su aprovacion
2024-03-02
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Fuanela
sobrevivir a un abuso sexual no sólo te hace tener miedo a lo sexual, te hace daño en lo más profundo de ti, son tantas las maneras de luchar día a día con ello, por más que tengas una vida "perfecta" las marcas siempre están ahi, la culpa y ese sentimiento de sentirte "sucia" es difícil superar algo, pero si se aprende a vivir así con caretas y quienes son buenas actrices le demuestran al mundo que son felices total la procesión siempre se lleva muy adentro....
2023-06-17
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