Ha transcurrido un mes desde que estoy en la mansión de Ivanov, las cosas entre los dos están bien, o al menos eso parece, desde aquel día, solo me toma de la mano cuando salimos a caminar o en lugares públicos, y no sé si siente miedo de herirme por lo que sucedió. Aunque el haya dicho lo contrario sé que afectó lo que sentía por mí, tal vez sacó sus propias conclusiones y ya nada volverá a ser igual, ya no me ve como una mujer normal y eso duele más que sí estuviésemos separados, pero esta vez no le pienso decir nada, pues sé que él se esfuerza por hacerme sentir bien, tiene detalles bonitos conmigo en todo momento, también me agrada que ya no me llama por mi nombre, ahora solamente me dice bonita y aunque en un principio era algo que me sonrojaba, se ha ido haciendo habitual y ya estoy un poco acostumbrada.
— Buenos días, bonita. — Me dice al bajar las escaleras y encontrarse conmigo en el comedor.
—Buenos días ¿Qué tal tu noche?
— Bien.
— ¿Solo bien?
— Sí, solo bien. — Sonríe mientras reafirma su respuesta.
— Hoy voy a reunirme con Rafael, necesito ver cómo van las obras, ya hace más de quince días que no voy, como sabes, estaba ocupada ultimando detalles legales.
— Entiendo... si lo deseas puedo acompañarte.
— No es necesario, solo quería informarte, sé que debes estar muy ocupado. — Se sienta en la mesa al lado mío y come del plato en el que tengo la ensalada de frutas, últimamente nos hemos acostumbrado a informarnos mutuamente el sitio en el que estamos o hacia dónde nos dirigimos.
— No, no lo estoy, pero si deseas ir sola lo entenderé.
— En ese caso, acepto que me acompañes, pero tengo una condición. — Me mira fijamente con el ceño fruncido.
— ¿Y cuál es esa condición?
— Qué no te comportes como un crío, somos personas adultas y debes saber manejar las situaciones, además no creo que a Rafael, le haga mucha gracia tus bromas.
— Jajaja Está bien, esta vez trataré de no hacerlo, siempre y cuando se mantenga alejado y respete tu espacio. — Suspiro dejando caer los hombros. Realmente espero que Ivanov sepa como comportarse.
— ¿Quieres un poco más? — Le pregunto mientras me levanto para llevar el plato a la cocina.
— Sí por favor.
— Dame cinco minutos y ya vuelvo.
— Te acompaño.
Una vez en la cocina vuelve a hablar.
— Elena...
— ¿Sucede algo? — Le pregunto mientras picó algo de fruta.
— No sé cómo decir esto...
— Solo dilo. — Hago a un lado el cuchillo para girarme y quedar frente a frente, él mantiene la distancia.
— Sé que prometí que todo se hará con calma, y que respetaré tus tiempos, y créeme no tengo intención de romper esa promesa, pero cada vez que te veo muero por poder besarte, es lo único que pido, tus labios. — No lo dejó decir una palabra más, me paro en puntillas lo más que puedo, ya que aunque soy alta él me gana por mucho, coloco mis manos sobre sus mejillas, su barba incipiente se siente bien. Lo miro a los ojos y él entiende qué le estoy dando acceso a mis labios, baja la cabeza y me besa suavemente, aun así siento que lo hace con temor, así que bajó mis manos y tomo las suyas haciendo que abrace mi cintura.
— Mis labios son tuyos. — Sonríe sin separarnos.
— Gracias. — Es lo único que pronuncia antes de besarme con vehemencia, chupa mi labio inferior y eso es una locura, miles de sensaciones se agolpan en mi pecho cuando su lengua invade mi boca acariciándola en cada rincón, continuamos besándonos y muerde suavemente mi labio, lo cual arranca un jadeo qué proviene de mi garganta, al sentirlo me separa de él, se gira dándome la espalda mientras trata de controlar su respiración, yo hago lo mismo, me apoyo en la encimera tratando de sofocar lo que estoy sintiendo, lo miro y él continúa de espalda y con ambas manos en la cabeza, lo noto pensativo. De repente se gira y camina rápidamente hacia mí.
— Necesito más de tus besos; uno no es suficiente. — Se apresura a decir.
— Tienes razón, uno no es suficiente. — Me toma de la cintura y me atrae hacia él. Una vez más, nuestras bocas vuelven a danzar al ritmo de los latidos de nuestros corazones que parecen estar en una carrera a ver quién late más rápido, después de un tiempo nos separamos, él sostiene mi rostro impidiendo que nuestras frentes se separen.
— Bonita, ¿qué me has hecho? Me tienes embrujado, puedes hacer conmigo lo que desees, estoy rendido a tus pies, soy tu jodido sirviente y eso me place.
— Entonces obedece y vuélveme a besarme una y otra vez, bésame, no te detengas, no me vuelvas a preguntar, no necesitas permiso para hacerlo, quiero que entiendas que no me voy a desmoronar. Necesito de tu ayuda, paso a paso ayúdame a lograrlo, ¿puedes hacerlo?
— No hay nada que desee más en este mundo, gracias por confiar en mí una vez más. — Sonrío y él lentamente me vuelve besar, solo que esta vez es más delicado, más dulce, como si quisiera hablar con ese beso y decir las palabras que tanto él como yo hemos estado callando, porque justamente ahora entiendo que aún a pesar de la distancia y el tiempo, lo que sentimos el uno por el otro había quedado como aquel volcán que duerme y un día simplemente hace erupción.
...***...
Si vuelve a tener sentido, que yo vuelva a estar contigo. Habrá una ventaja insuperable frente a los demás.
Si vuelve a tener sentido
Que yo vuelva a estar contigo...
Ya no tendremos que empezar de cero, porque yo soy experto en descifrarte, sé exactamente cuando darte un beso y cuando ahorrarme un beso para ir a abrazarte...
(De cero — Morat)
Nota autora:
Feliz fin de semana, nos leemos el lunes 😉
No olvides dejar un dedito arriba. ☺👍
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 60 Episodes
Comments
Joscelyn Galvez
se quieren y se respetan pero hay harto que recorrer y sanar todavía
2023-08-24
3
Kyana Goyo
Que bueno que se empiecen a dar una verdadera oportunidad. Konstantin parece ser el hombre que la ayudará a superar lo que haya sucedido 💪💪
2023-08-15
0
Liliana Castro
dos almas rotas reparando cada muro de su corazón!
2023-02-02
0