El comienzo de una enfermedad

Ya han pasado cuatro meses desde que Mau me contó de la apuesta y nuestra relación va de maravilla, el es muy tierno y sincero conmigo, me cuenta sus problemas y sueños para la vida. Me encantan las cosas nuevas que descubrí de el.

Lo amo, cada vez me enamoró más y más de el, amo sus ocurrencias y sus locuras.

–Amor!- salgo corriendo y me le cuelgo de los brazos cuando lo veo entrar al salón, el fin de semana no lo vi por qué se quedó a cuidar a su hermanita, su mamá trabajo varias horas en el hospital y su papá saldrá de viaje

–Hola hermosa!- me dice el abrazándome con fuerza.

Ya estamos por terminar nuestro segundo año de preparatorio ya entramos a tercero y los preparativos para el baile van muy bien los de tercero aceptaron trabajar con nosotros solo que ningún grupo musical quiere apoyarnos aún no sé ni cómo le haremos pero no importa en una mente positiva no entran moscas ni arañas.

Suelto a Mau y le doy un beso en los labios, me encanta besarlo sin pensar en nada más aún que a él parece molestarle que lo haga frente a todo el salón, creo que dejare de ser tan demostradora de afecto.

El me toma de la mano y caminamos a su asiento el se sienta y por un instante se me ocurrió sentarme en sus piernas así que me senté arriba de el.

–¿Qué haces!?- me preguntó

–Amor, solo quiero que me abraces un poco más!- le dije pasando mis brazos por sus hombros y recargando mi cabeza debajo de su cuello.

–Mir, nos ven es incómodo.- dijo el.

–Lo siento!- dije y me levanté muy triste de su regazo, pero antes de sentarme en mi mesa banco le di un beso en la mejilla aún que en realidad iba para la boca pero el se movió.

Las clases comenzaron y yo me sentía fatal, tenía mucho sueño, la cabeza me dolía horrible

–Profesora puedo ir al baño?- le dije a la maestra de literatura.

–Si Mirna!- dijo ella y salí corriendo.

Mientras salí escuché que algunos se rieron de que se me iba a salir en el camino.

Corrí al baño y vomité, comencé a toser sin para y me puse la mano en la nariz al sentir que algo salía de ella, era sangre, seguro me lastime alguna vena.

Me deje caer al suelo, la cabeza me explotaría ya no aguantaba mas el dolor.

Me puse a llorar, nunca me había dolido de tal manera.

Cómo pude me puse en pie y fui a enfermería, las enfermeras estaban platicando entre ellas.

–Hola, me siento mal!- dije y una de ellas se acercó a mi mientras mascaba un chicle.

–¿Qué tienes?- me preguntó y me apunto a una silla.

–Me duele mucho la cabeza y no paro de vomitar!- dije, llegue al punto que ya mi estómago no tenía comida solo ácido y me irritaba la garganta.

–Seguro es otra embarazada!- … –Dale paracetamol y mándala a su clase!- dijo la otra enfermera.

–No, yo no estoy embarazada!- dije y comencé a vomitar de nuevo en el bote de la basura.

Las enfermeras sonrieron, ¿Cómo voy a estar embarazada si aún soy virgen?

La enfermera me llevo a la camilla, me puso suero y después me dio un paracetamol.

–Vuelve a tu clase!- dijo la enfermera.

Mareada y todo salí de enfermería y la enfermeras se quedaron riendo diciendo que seguro salí con mi domingo 7

Ya no podía dar más pasos y me deje caer al suelo, sentía que el aire me faltaba no podía respirar sentía una terrible asfixia, me sentía como un pez fuera del agua, creía que me desmayaría.

–Inhala!- sentí que alguien puso en mi boca algo he inhale.

Sentía que el oxígeno volvía a mi.

Abrí los ojos y vi a mi profesor favorito.

–Profesor, me siento muy mal!- dije y comencé a llorar!

–Te llevaré a un hospital, tranquila, te pondrás bien.!- el me cargó ya que yo no podía dar ni un solo paso.

No sé cuánto tiempo dure consiente solo se que me desmaye en los brazos de mi profesor.

*Mauricio

Me pareció extraño que Mirna no volviera del baño después de un par de minutos así que sin pedir permiso salí del salón.

–MAURICIO!- Escuché como la profesora me gritaba.

Recorrí todos los baños de mujeres y no la encontré aún que algunas se molestaron conmigo por entrar a los baños pero esa terrible sensación no me dejaba.

Fui a enfermería.

–Disculpen no han visto a mi novia?- pregunté.

–Quien es tu novia?-

–Mirna Ruiz, la niña más hermosa, cabellos brillosos y dorados como el mismísimo oro, ojos verdes y güera.-

–A la mejor es la embarazada!– dijo una de ellas

–Embarazada?- no Mirna no está embarazada.

–Acaba de salir, a la mejor la encuentra en el pasillo.

Salí corriendo por el pasillo pero no la vi.

–Tu eres Mauricio?– Me preguntó un muchacho.

–Si!- dije.

–Dijo el profesor de artes que te ve en el estacionamiento así que corre o te dejará!- El muchacho comenzó a caminar viendo con atención sus 20 dólares.

Salí corriendo.

Alcance a llegar cuando el profesor metía a Mirna a su auto.

–¿Ella?- pregunté y sin su permiso me subí aun lado de ella.

–Creí que no llegarías, Mirna se siente mal la llevaré a un hospital!- dijo el profesor.

–Ok. ¿Qué espera vámonos?- dije casi gritándole.

–¿Ella está bien por qué no despierta, profesor?-

–Ella se desmayo.- dijo el después voltio a ver a Mirna.

Yo acomode a Mirna entre mis brazos no quería que se golpeara.

En el pasado nadie la socorrió y ella se desmayo en el pasillo, una de las enfermeras la encontró tirada y la llevo a enfermería, después le hablaron a sus padres, así es como ella comenzó sola su enfermedad y sin contarle a Mauricio, ya que el nunca tubo ese presentimiento, ni en su pasado original sufrió de los sueños en qué ella moría, hay que recordar que está joven Mauricio es el mismo que vio el futuro dos veces, más fue regresado al pasado sin sus recuerdos, así que esa parte de lo que el ya vivió muy en el fondo lo orilla a tomar decisiones ….

El profesor la miraba por el retrovisor y se dio cuenta que su vida estaba cambiando de cierta manera, por lo menos esta vez ella no estaría sola.

A veces el destino te lleva a dónde deberías estar desde un principio, llevo a Mauricio a salir corriendo cuando en otra vida solo se dedicó a prestar atención a la clase ignorando lo que pasaba con su verdadero amor, ¿Será que las cosas pueden cambiar?

\*Si Matías es Mauricio...

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