Capítulo 4 "DESAFÍO"

Massimo

Vi a Zoe en casa de Michelle y mi primera impresión fue que es más hermosa en persona que por videollamada, además su voz es súper sensual. Todo en ella me invita a perderme tanto en su cuerpo sensual como en su manera de ser.

Su rostro no expresaba nada pero cuando me vió mordió su labio y sonrió, una clara señal de que le agradó lo que tenía frente a ella, osea Yo.

-Buenos días- saludó sonriente a todos a lo que respondimos, mis hombres con un asentimiento de cabeza y yo con mi mejor tono seductor

-Buenos días hermosa dama- dije mostrándome seguro de mi mismo

-¿Cómo te va mocoso? Te ves más joven en persona, espero tengas tu documento porque pensarán que eres menor de edad- su respuesta me sacó de onda

-Puedo mostrarte que soy mayor de edad- dije orgulloso

-No me interesa, solo quiero que me digas algo mocoso- y dale con mocoso pensé, ya me estaba enojando

-Soy Massimo- afirme ya con poca paciencia

-Si si lo que tú digas. ¿Dónde está el bombón que vi cuando hablé con Lore?

-Cumpliendo su trabajo en Italia como corresponde- respondí seco

La ví sonreír y morder su labio desviando la mirada, creí que me miraba a mi pero tenía sus ojos puestos en otro de mis guardaespaldas, justamente en el que traje en reemplazo del anterior

-¿El es soltero? Está muy guapo, hace ver al anterior como un pobre tipo, éste con esos tatuajes mmmm- dijo hablando conmigo sin importarle cuánto me estaba molestando

Si todo esto lo hacía por molestarme lo estaba logrando con honores pero me gustan los retos y al que quiere celeste que le cueste.

Llegamos al aeropuerto y uno de mis muchachos se sentó a un lado de Michelle y yo me acomodé en el asiento que estaba a su lado.

Comencé a buscar temas de conversación pero me miraba aburrida y se puso los auriculares dejándome aún más lejos de conocerla. Lorena le tendría que haber dicho que suelo ser insistente así que apoye mi oreja junto al auricular conectado a la suya para saber que estaba escuchando pero se retiró los auriculares.

-Mira niño siéntate dónde te se te pegue la gana porque es tu avión pero te mantienes en tu asiento, mi espacio personal es mío y sólo mío así que dejas de molestarme o sabrás cómo se siente que te pateen el trasero en las alturas

-Me aburro si no hablo- fingi inocencia

-Puedes hablar solo o con alguno de los presentes, hay más gente aquí- puso los ojos en blanco

-Quiero conocerte- dije con sinceridad, obviamente quería conocerla en todos los malditos sentidos

-Mucho gusto soy Zoe- estiró la mano- me gusta tener mi espacio, me agrada que tengas un excelente gusto para tus guardaespaldas y si me das el número de ese bombón o del que dejaste en Italia podrías llegar a caerme bien

-Puedes odiarme tranquila- no podía estar más enojado con ella

-Ya lo hago mocoso

-Pruebame y verás lo que éste mocoso puede hacer- me vió de pies a cabeza y sonrió

-¿Sabes qué?- se acercó a mi y creí que me besaría así que me acerqué también mirando su hermosa boca- No gracias- se alejó riéndose- No puede ser jajaja creíste que te besaría jajaja, aparte de niño, también inocente

Con solo eso ya logró que tampoco quiera hablar con ella más tiempo y que mi desafío por ir más lejos solo se intensificara

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