No dejó rastros

-¿Dónde está mi hermana?- James gritaba enloquecido en el despacho de Haboo

-Mi señor, el príncipe salió de viaje por razones diplomáticas, llegará en un mes

Habían pasado dos días desde la desaparición de Jade, el carruaje donde salió a reunirse con el príncipe heredero regresó como de costumbre pero nadie testificó acerca del paradero de la princesa. Para James el culpable había sido Haboo, sabía de primera mano que su comportamiento en el ultimo año había cambiado drásticamente y aunque menor, su hermana le contaba que llegaba a sentirse incomoda cuando estaba mucho tiempo a solas con él

Fue una época oscura para James, su madre había muerto recientemente y ahora su hermana no aparecía. El Duque Carnegie II quien para ese entonces vivía, había ordenado a todas las tropas buscar hasta debajo de las piedras, mover cielo, mar y tierra hasta encontrar a su adorada primogénita. Pero nada basto.

Todos los esfuerzos y recursos utilizados fueron desgastados y a 6 meses de su desaparición, se rindieron. El chofer y los dos escoltas que acompañaron a Jade ese día, murieron accidentalmente durante los 6 meses posteriores al suceso. No había rastros.

Dolido, ebrio y armado, James buscó a Haboo en donde siempre era encontrado, en el cabaré del sótano, ahí distintos miembros de la alta alcurnia se reunían para hacer y deshacer con las mujeres que decidían vivir su vida en venta. Sexo, drogas, tabaco y alcohol abundaban junto a los juegos ilegales y apuestas de altas cifras

La puerta se abrió de una patada haciendo saltar de miedo a las mujeres que jugaban con sus lenguas mientras cabalgaban sobre Haboo mientras chocaban sus cuerpos al subir

-¡Fuera de aquí!- vociferó

-¿Qué quieres ahora?

-Quiero que me digas ¿Qué hiciste con mi hermana? maldito infeliz- James cerró la puerta y camino como cazador hacia su presa. Haboo lo miró aterrado, sin escoltas ni armas, quizás ahí James podría acabar con él

-No lo sé- Comenzó a llorar, ebrio, atemorizado y en el fondo, arrepentido

-Claro que lo sabes- Haboo no se movió, James saltó encima de él sentándose encima de sus piernas inmovilizándolo, golpeo a puño su mejilla derecha- eres un maldito infeliz, acabaste con lo más preciado de los Carnegie, con lo más preciado para mi!

-Yo… yo no le hice nada- Recibió otro golpe en la mejilla izquierda

-Debería matarte como seguro la mataste- Las manos de James se cerraron en el cuello de Haboo quien manoteaba sin efectos a su gran contrincante

Sus labios se tornaban morados, la voz ya no salía y aunque era demasiado fácil acabar con él en ese momento y lugar, donde no había reglas ni leyes, el recuerdo de Jade en la mente de James aflojó su agarre

-No mereces morir tan fácil, algún día haré de tu vida un infierno y pagaras, estoy seguro de que cuando al fin ames alguna mujer, el recuerdo de mi hermana no te dejará ser feliz

Después de ese día, ambos no volvieron a cruzar palabras. La amistad que creció entre los tres murió con Jade

Aunque nadie lo descubrió, el día que Jade se reunió por ultima vez con Haboo, murió a manos de él quien sin remordimientos masacró su cuerpo violando hasta el ultimo orificio de la princesa que sería su esposa algún día. Drogada, golpeada, violada y mutilada, Haboo quien también estaba drogado, no tuvo consciencia de los hechos hasta que despertó lleno de sangre de su prometida, al lado de aquel abusado cuerpo sin vida

Con ayuda de sus escoltas quemaron el cuerpo, todas sus pertenencias y cada rastro de ella. Limpiaron la habitación y regresaron al castillo

Haboo, quien estaba en shock por lo sucedido, acudió a su padre el Emperador, necesitaba un aliado que cubriera sus espaldas, durante años Haboo vio como su padre golpeaba y domaba a sus amantes cuan yeguas salvajes

-Emperador, solicito una audiencia con usted

-Adelante, marchaos los presentes

La puerta se cerró a espaldas de Haboo y este corrió a arrodillarse ante su padre

-He cometido un crimen

El silencio reinó en la sala

-Haboo ¿Qué estas diciendo? La realeza no comete crímenes

-Padre… mi prometida esta… Jade esta muerta

Los labios del emperador palidecieron al escuchar aquella noticia, el ducado Carnegie eran los más cercanos al emperador puesto tenían línea de sangre ascendente al trono y habían hecho crecer sus tropas y riquezas tanto como el imperio

-¿Qué hiciste Haboo..? Vas a desatar una guerra con los Carnegie, esto podría costarnos el trono… ENTIENDES LO QUE HICISTE?!!!!

-No sé como lo hice, no lo sé, estaba drogado… yo…

El puño del emperador golpeo duro y firme la mejilla de Haboo haciéndolo escupir sangre

-TE IRAS! TE IRAS A LAS COLINAS POR 4 MESES. NI UNA PALABRA MÁS DE ESTE TEMA, A NADIE!

Y así fue, Haboo se fue durante 4 meses a las colinas con excusas de diplomacia, pero la familia de Jade nunca se rindió.

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