Respeto

Tendré que hacer muchos cambios aquí, están muy equivocados si creen que están lidiando con la ARABELLA antigua y tendrán que asumir las consecuencias - dijo mientras camina despacio hacia su cama.

Había pasado varios días, desde que reencarno ha estado encerrada en su habitación esperando que sus heridas sanen, todos los días pasa un doctor a revisarle las heridas y a hecharle una crema que ayudo a que sus heridas ese día estuvieran del todo sanas.

- Ni me molestó en tocar se que no vendrán - dijo parándose de su cama para buscar un vestido para ponerse, después fue al baño asearse y después a bañarse una vez estuvo lista salió y se puso su vestido. Mirándose en el espejo viendo su reflejo quedando maravillosa por lo que veía además de todo reencarno en alguien hermosa.

Después salió de su habitación para dirigirse hacia el comedor, allí estaban el REY desayunando alegremente mientras junto con RAVENNA, paso por el lado ignorando los y tomando asiento.

- Tráiganme el desayuno - dijo dirigiéndose hacia la sirvienta que estaba en frente de ella, está solo miro al rey esperando su aprobación.

- Que crees que estás haciendo, ve a tu habitación luego ordenó que te suban el desayuno - dijo Leonardo dirigiéndose a ARABELLA.

- Ya estuve suficiente tiempo en esa habitación encerrada, así que comeré aquí y por mi no te preocupes puedes seguir con tu amorío a mí no me importa - dijo con una sonrisa.

- Ahora tráele el desayuno a tu reina o quieres ser castigada - le dijo nuevamente a la sirvienta

- Por favor trae lo que mi hermana te ordena, no quiero hacerla enojar y que intente agredirte cómo lo hizo conmigo - dijo RAVENNA mientras bajaba su rostro fingiendo una tristeza a lo que el rey se la levanta cariñosa mente.

- Jamás vuelvas a bajar la cabeza y menos ante ella, tu eres mucho más mujer que esa, al menos ella ya recibió su castigo y sabe que si vuelve atentar contra tu vida le irá peor, ¿cierto que te quedó claro ARABELLA?.

- Yo a ella no le hice nada pero veo que lo que te hace el cama hace que te vuelvas ciego, sordo y mudo - dijo restándole importancia a la sonrisa divertida de ARABELLA.

- Respétame - dijo golpeando la mesa.

- El que debe respetarme aquí eres tú, yo soy la reina de este imperio mientras que está es solo tu amante y debe saber respetar mi lugar y el de ella si no quiere conocerme.

- Hermana por favor, ya hemos tenido está discusión muchas veces, yo solo estoy cumpliendo mi papel como concubina del rey no es mi culpa que el rey no te quiera.

- Hay por favor deja de hacerte la que no rompe un plato porque a la hora de la verdad rompes toda la vajilla, zorra.

- Suficiente ARABELLA te vas a tu habitación y no saldrás hasta que yo de la orden.

- Estás delirando si crees que me encerrare de nueva en esa habitación, si tanto defiendes y quieres a RAVENNA, dame el divorcio y vuelve a esta buena para nada en Reina y verás que ni con eso podrá ya que solo sirve para calentarte la cama.

- ARABELLA - grito el Leonardo ya fastidiado de ARABELLA mientras que RAVENNA escondió su rostro en su pecho mientras lloraba.

- Te dejo para que lo pienses, ha y tú ya no me sirvas nada se me quitó el apetito - dijo dirigiéndose a la sirvienta para después retirarse.

- Mi hermana jamás me perdonará que me haya vuelto su favorita su majestad, yo solo cumplo con mi deber - dijo llorando mientras seguía su rostro hundido en pecho de éste.

- Tranquilízate lo mejor será que bayas a tu habitación y te calmes - le dijo mientras acariciaba su mejilla.

RAVENNA solo asíntio y se fue junto con su doncella personal cuando noto que no había nadie cerca se limpio sus lágrimas.

- No entiendo cómo esa maldita ahora me desafía de esa manera pensé que siempre sería una sumisa.

- Pronto su majestad la pondrá en su lugar no se preocupe señorita - le respondió su doncella.

- Eso espero, aunque lo del divorcio no estaría mal, aquí en el palacio ya soy una reina pero el título desgraciadamente todavía lo tiene ella.

- Eso se arregla muy fácil, quitando la de su camino en palacio nadie la respeta ni la cuida será fácil eliminarla.

- Que bueno idea tuviste Lili, no sé cómo no se me ocurrió antes - dijo mientras llegaba a su habitación.

En el gran salón de palacio ARABELLA había reunido a todos los sirvientes y guardias pues tenía un anuncio importante que darles, de muy mala gana todos fueron ya que ella los amenazó con que si no iban los iba mandar a matar.

- Bueno, ya que están todos seré directa desde ahora el que no siga mis órdenes será mandado a la orca sin derecho a juicio por parte de mi esposo.

- Jajaja usted no tiene ese poder la única que tiene derecho de mandar en palacio es la señorita RAVENNA - dijo una de las tantas sirvientas.

- Así que eso crees tú y todos los que aquí se encuentran, bien entonces empezaré mostrando mi poder contigo, guardias arresten a esa joven - ordenó pero los guardias solo se quedaron parados sin hacer nada provocando la risa de todos

- Basta!!! Yo no quería llegar a estos extremos pero cuando toca, toca - dijo mientras lanzaba una mirada siniestra sobre todos.

Después alzó sus manos y empezó a elevar a esa chica por los aires, sorprendiendo a todos pues no sabían que ARABELLA tenía poderes, la joven sirvienta gritaba mientras era elevada por los aires después ARABELLA con el dedo lo movió de izquierda a derecha degollando en presencia de todos a la joven sirvienta para después caer desde lo alto muerta.

- Una pequeña muestra de mi poder, ahora mi pregunta es quién es la siguiente - dijo mientras movió su dedo, todos en ese momento hicieron silencio

- Ya saben, cuando yo llamé atienden aquí su reina soy yo y tendrán que aprender a respetarme.

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