A ver. ¿Cómo puedo empezar esto?
Usualmente siempre lo comienzo con una frase que te puede hacer imaginar fácilmente lo que está pasando, o lo que va a pasar, pero si me lo preguntan no tengo la palabra perfecta para hacerlo.
Les explicare.
Las afeitadoras pueden ser tus amigas como dicen los comerciales de la televisión o pueden ser tus enemigas como es en realidad.
Después de que empezaran todos estos cambios en la pubertad hubo una que no me gusto en específico y son los vellos que me crecían cada cierto tiempo, y cuando digo cierto tiempo ¡HABLO DE QUE TODOS LOS DIAS
CRECEN LOS MALDITOS VELLOS! Intento rasurarme cada tres días pero a veces tengo una gran pereza que lo hago dos veces a la semana.
Que cansado tener que estar casi una hora en el baño.
Si, lo hacia antes pero en ese entonces me encantaba cantar a Olivia Rodrigo como si me hubieran roto el corazón por tercera vez. O sea que en pocas palabras antes gastaba el agua de por gusto, ahora es por obligación.
Lo odio, está bien, lo admito, por otro lado también admito que no me gusta estar llena de vellos, puede que casi nadie vea por qué no utilizo muchas camisas de tirante pero igual me viene el pensamiento de que pasaría si me vieran.
Y ¿Qué les parece? Hoy es día de quedar tan liviana como pluma.
Trato de respirar profundo una y otra vez mientras miro la cosa de plástico que esta frente a mí.
—Te odio. Bastante.
Ruedo los ojos con fastidio y lo agarro para entrar a la ducha. Me lavo como rutinariamente suelo hacerlo para llegar a la tan esperada parte. Con un poco de jabón froto mis axilas para poder pasarla de a poco. Aún recuerdo como me corte la primera vez, fue horrible, ya que al día siguiente me picaba demasiado y lo peor de eso es que estaba en la escuela, no me iba a rascar como mono la axila, mi idea menos vergonzosa fue estarme moviendo como gusano.
Se burlaron bastante pero tenía más necesidad de rascarme que de defenderme.
Las axilas son lo más fácil, es obvio, pero mientras más avanzas más complicado se pone. Siguen las piernas. Las odio porque la primera vez que me las afeite pensé que era de abajo para arriba ¡Justo como hacen los
comerciales! ¿Adivinen quien al día siguiente tuvo pequeñas heridas por que no sabía cómo demonios afeitarse?
Busque en internet y decía que hay que afeitarse de arriba para abajo o sea en la dirección por la que crece el vello.
¿Quede como estúpida? Si, definitivamente.
Después de un pequeño rato termino, me limpio todo el cuerpo con el agua para que no quede nada de nada. Ahora lo más complicado, mi querida vulva.
Imaginemos que estamos en una selva, un selva lleno de muchas hojas y yo soy como una exploradora buscando el tesoro perdido que está más allá de todo aquello ¿Qué tengo que hacer? Exacto, cortarlas todas. Para evitarnos detalles digamos que estuve más de veinte minutos estando en una posición incómoda que hace que cuando me levante se me entumezca todo el cuerpo.
Al salir de la ducha parezco que estoy en la luna, me seco completamente para ponerme una crema hidratante, muy importante como lo decía la página web. Luego un poquito en la cara y… ¡Listo! Ese es mi tan famoso skincker o como quieran llamarlo hoy en día.
Abro la puerta y enseguida me da frio, miro a los lados y como no hay nadie corro a mi habitación para colocarme el uniforme porque por desgracia aún me toca ir al instituto.
—¡Vamos Olivia ya tan solo faltan minutos para irnos, espero que tengas tus cosas listas para mañana, no te voy a esperar mucho tiempo, tenemos el tiempo contado y tú sabes cómo es la abuela!
¡Cierto! La mamá de papá. La abuela Teresa.
Exacto, como la de la novela, hasta en algunos casos tienen la misma personalidad. Ella suele ser muy divertida, nos da consejos y galletas, deliciosas galletas, a veces dinero pero prefiero los dulces de la abuela. Mañana la visitaremos y nos quedaremos todo el fin de semana con ella ya que se muda un poco más lejos y no la veremos en un tiempo.
Ya puesto el uniforme me arreglo un poco y bajo con rapidez a la sala, Oliver está parado en la entrada jugando con un una pequeña piedra que está en el suelo cuando ya me acerco se da cuenta de mi presencia y me mira con una ceja levantada.
—¿Es necesario tardarte tanto?
—¿Es necesario hacer preguntas estúpidas? Además, tienes un grano justo aquí, déjame ayudarte con esto —acerco mis dedos y lo aplasto, en cuanto sale el contenido pongo mi cara de asco y me limpio con su suéter.
—Vi un video que decía que te podían salir por estrés.
—¿Tienes estrés?
—Nop, a mí me vale cien kilos de bananas lo que pase o no pase, vámonos.
Pasa por un lado de mi mientras me deja con la palabra en la boca, aunque si lo pienso un poco no tengo nada que decir, simplemente fue un dato necesario e innecesario al mismo tiempo, a veces Oliver me desconcierta a tal punto en donde me puede dejar pensando horas.
Por ejemplo lo que me dijo ahorita. ¿Para qué me lo dijo si no tiene nada que ver con él? Me ayuda bastante en el sentido de mi curiosidad por la pubertad pero aun así.
No hay nada como un buen dato cada mañana.
Caminamos como siempre hacemos cada día, no ha cambiado nada desde niños. Lo único que cambio es que Oliver es un extrovertido en todos los sentidos del mundo, en cambio a mí, me cuesta tener una conversación con mis propios profesores. Antes lo podía hacer fácilmente, ahora se me hace algo incómodo hablar con alguien con quien no tengo confianza.
Si fuera Mary es otra cosa porque con ella siempre pase la mayor parte de mi infancia, la cosa es que al igual que el tonto pelirrojo ella es igual de extrovertida, y lo hacen ver tan fácil.
Llegamos a mi tormento de cada día, miro a Oliver con expresión cansada, dando a entender que no quiero estar ahí ni aunque me paguen, él lo entiende de inmediato y me da una sonrisa acogedora.
—Hoy va a ser un gran día eso es seguro —me acaricia la cabeza revolviéndome el cabello.
—Lo dice alguien que no lo miran por ser mínimamente diferente —murmuro con molestia.
Por culpa de esta incomodidad hacia la gente se me ha hecho difícil defenderme, en vez de mejorar he empeorado. No puedo parar de pensar en el que dirán o en el que no dirán, y está mal darle vueltas a lo que la gente diga de mí pero no puedo evitarlo.
—Vamos, no pienses demasiado, hará que te de ansiedad y no me gustaría que mi hermanita padezca de eso.
Evito su mirada y volvemos a caminar, entrándonos en el pasillo lleno de gente, miro a todos lados y algunos babosos no evitan mirarme el pecho, con mi chaqueta trato de taparlo lo más que puedo. Para solo tener trece años tengo más pecho que a todas las chicas de mi clase y con la corta edad que tengo he aprendido a leer las miradas, si te fijas bien no es muy difícil.
Un ejemplo exacto es que algunas chicas me miran con algo de envidia, otras como con molestia de que no pueden tener lo que tengo yo y una pequeña cantidad simplemente no le importa. Si así fueran todas creo que nuestra clase mejoraría en un cien por ciento.
A veces dan ganas de darles una bofetada dándoles a entender que estos dos melones no son una bendición, sino que una maldición sin duda alguna.
—Bien, la dejo en su queridísima aula mi querida princesa si no hay nada más que desee me retiro —hace una pequeña reverencia que me hace reír, se va, no sin antes darme un beso en la frente.
Lo veo irse corriendo saludando a toda la gente a su paso, suspiro y devuelvo mi mirada al aula en donde sin descaro alguno las chicas se quedaron viendo a Oliver haciendo sus payasadas suspirando enamoradas.
No las juzgo, es más, esa misma actitud la tuve yo antes de que cierta persona se fuera.
Entro y voy directamente a mi lugar rogándoles a todos los dioses que ya toque el timbre. Justo cuando estoy a punto de sacar mi celular para ver la hora algo capta mi atención.
Todo el grupo de chicas están reunidas haciendo un circulo entre ellas, al parecer están halagando algo o a alguien.
Me da cierta curiosidad ir a donde ellas pero al mismo tiempo quiero quedarme con la duda.
Siempre nos gana la curiosidad y lo sabes.
Dejándome llevar por el momento me acerco con los puños apretados evitando el pensamiento sobre cómo me miraran.
Solo es una simple miradita que no hace daño a nadie, vas en silencio, satisfaces tu curiosidad y vuelves a tu puesto en silencio.
Un plan fácil sin ningún tipo de error. No puede fallar.
Al llegar una de las chicas me mira de arriba abajo y se aparta.
Bueno, al menos me da el paso.
Miro lo que tanto halagan y créanme que es una gran decepción. Solo es Greace presumiendo algo que en realidad no puedo notar.
—La señorita no se tardó tanto en hacerlo ¿Qué puedo decir? Soy tan perfecta que ni siquiera el maquillaje puede conmigo.
¿Maquillaje? ¿Dónde tiene el maquillaje?
—Es hermoso —dice una de ellas.
—Increíble —dice otra.
—¿Y el maquillaje donde lo tienes? ¿En las piernas? Porque no lo veo — tapo mi boca con las dos manos tratando de rogarles a todos los demás dioses que no me haya escuchado nadie.
¡ALERTA! ¡EL PLAN QUE NO DEBIA TENER NINGUN ERROR TIENE ERROR! ¡ALERTA EL PLAN FALLO POR COMPLETO! ¡ALERTA ME HARAN POLLO FRITO Y NO ME PONDRAN SALSA PARA COMERME!
¿Qué posibilidad hay que me haya escuchado?
—¿Qué carajos dijiste?
Cien por ciento al parecer.
Abro los ojos lentamente ya que por instinto los había cerrado fuertemente, se nota en toda su carota que está enojada, es más, con el rojo furia que tiene su rostro me hace ver con claridad que de verdad la maquillaron.
—¿Yo? Nada, ¿Quién dijo semejante tontería? ¿Fuiste tú? —Señalo una chica que se asusta de inmediato— ¿O tú? —Señalo a otra.
—Oh créeme que reconozco la voz del fenómeno en cualquier parte —se acerca lentamente a mí mientras yo retrocedo.
—Eso me hace pensar que tienes una gran memoria.
Si alguien con dos dedos en la frente me oyera se reiría del comentario que hice. Greace tiene tan poca memoria que cuando le preguntaron quién era la diosa de la belleza y el amor dijo que era ella misma cuando en esa misma clase se había explicado quien era Afrodita.
—Ay cariño, no tienes ni idea, ¿crees que con tus ojitos distorsionados te hace ver más bonita?
¿Ven lo que les digo? ¡Uso la palabra distorsionar cuando no tiene nada que ver con esto!
Estoy a punto de hablar pero ella lo vuelve a hacer.
—Está claro que no sabes nada de belleza, tan solo mírate, nadie fijaría su atención en alguien que es muy diferente a las bonitas —lo dice a tan solo centímetros de mi cara, me revuelve el estómago tenerla tan
cerca— Tan. Solo. Eres. Un. Bicho. Raro. —Con cada palabra dicha me pega con su dedo haciendo presión en la última.
—Vaya Greace no sabía que estábamos hablando de nosotras mismas, ¡Uy! sigo yo, fabulosa y mejor persona que tú, está más que claro.
Y ahí está la persona por la cual me atrevería a decirle a la señora de la cafetería que ella pidió jugo de fresa no de mora.
—¿Y tú para que te metes Mary? Busca tu asiento que mi amiga y yo estamos teniendo una conversación pacífica.
—Oh por Dios, eso es más falso que el trasero de Nicky Minaj, deja de ser estúpida y déjala, que en comparación en lo que dijiste, yo, si soy su mejor amiga —agarra mi brazo y me jala hacia ella.
Y aquí señoras y señores es donde me doy cuenta que dependo demasiado de Mary.
Mi yo de hace dos años y mi yo de ahora se desconocen completamente.
Greace mira a Mary como si quisiera asesinarla pero como no puede hacer nada simplemente rueda los ojos y vuelve al círculo donde estaba.
—¡Ah! Por cierto, para la próxima dile a tu mamá que te pongo una base de tu color, no una muy blanca, parecer Casper.
¡JA! Eso le iba a decir yo.
No es cierto.
Lo pensé.
No, no tengo registro aquí que lo hayas hecho.
¡Lo hice sin tu consentimiento!
¡Eso no se puede ridícula soy tu mente mensa!
Trato de ignorar la conversación mas estúpida que tuve conmigo misma mientras mis ojos se van con mi mejor amiga que me observa con una ceja levantada.
—¿Todo bien? —Pregunta.
Asiento.
En eso, toca la campana y puedo respirar tranquila, Greace se vengara pero son problemas de la Olivia del futuro no míos.
(******)
A la Olivia del pasado si pudiera le daría un golpe por pensar estupideces.
Tengo problemas y no son solo Greace, bueno, ella no me ha hecho nada aun, así que enfoquémonos en el problema principal.
¡El menso de Oliver me está dejando plantada!
Han pasado quince minutos y el muy impuntual no está en la entrada del instituto
tal cual como acordamos en el descanso para ir a la casa rápido. Pensé en la posibilidad de ir sola pero mamá me mataría y me picaría en miles de pedacitos si lo hago, así que me toca esperar.
No es hasta cinco minutos después que el don me gusta hacer esperar a la gente aparece.
—Si tuviera la capacidad de ahorcarte Oliver enserio que lo haría en este preciso instante —pongo mis dedos sobre el puente de mi nariz implorando paciencia.
—Lo siento mujer, tuve tarea que entregar y se me hizo tarde, vamos rápido que se está haciendo tarde y no queremos que la chismosa de la tía le diga a mamá que llegamos muy tarde.
Suspiro y empezamos a caminar para regresar a casa.
No quiero pensar en lo que paso, pero no puedo evitarlo.
¿Sera verdad lo que dice Greace? ¿No soy atractiva? O sea me fijo mucho en mi apariencia pero, ¿tengo que ponerme maquillaje para serlo?
Miro a Oliver y quisiera hablarlo con el pero no sé si lo entienda. Debo hacerlo con alguien que ya tenga experiencia sobre esto, alguien que ya haya pasado por adolescente y no tenga miedo a presumirlo, alguien que no me juzgue y me diga la verdad y más que la verdad.
¿Mary? No, ella tiene mi misma edad, ¿Cuál sería el chiste entonces si busco una opinión más madura?
¿Mamá? Siento que iría al instituto y armaría un escándalo.
¿La tía Janna? Ni de chiste.
Un bombillo en cabeza se enciende haciendo que abra los ojos con emoción.
La abuela Teresa.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 29 Episodes
Comments
María Saori 😎🤫
apoyo total ❤️
2023-10-24
1