Capitulo 14: Tarde de juegos.

Mary POV

Levantarme de mi cama con tranquilidad era mi plan desde la noche anterior ya que, es sábado y por obvias razones iba a dormir hasta tarde.

Pero cuando tienes a una hermana como la mía… Hasta se te hace imposible dormir.

—¡MARY SE LEVANTA AHORA MISMO QUE HOY VAS A ESTAR CONMIGO!

Por culpa del grito hace que me levante alarmada y me maree por lo rápido que lo hice.  Caigo a la cama de nuevo y cuando ya se me pasa la miro con una ceja levantada.

—Vamos levántate que hoy te toca estar con la mejor hermana que te pudo haber dado el universo —y con eso dicho, se va.

Después me preguntan que de donde saque el egocentrismo.

Me levanto bostezando mientras voy al baño. Al parecer mamá no va a estar en casa, de nuevo, desde que consiguió su nuevo trabajo ya no pasa con nosotras y es algo triste porque le quería contar que me fue bien en el examen de matemáticas a pesar de que no me gusten. Se lo tuve que decir por llamada, me felicito, pero no sentí su alegría en absoluto.

Al terminar mi aseo diario bajo a la cocina para poder observar y analizar lo que quemo mi hermana esta vez. Y no me equivoco cuando veo el plato frente a mí, pongo una mueca al ver que quemado el cereal.

—Miranda, ¿Cómo pudiste quemar algo tan fácil de hacer? ¡Literalmente esto solo tiene dos pasos! —Lo señalo con las manos.

—¡Oye! No me culpes en el tutorial decía que lo ponga en el sartén y lo frite.

—Déjame ver el video —Le ordeno con la poca paciencia que me queda.

Me pasa su celular y les juro que si pudiera decir groserías se las diría todas a ella.

—¡ESTO ES UN VIDEO PARA HACER ARROZ FRITO!

—El arroz según mi conocimiento es un cereal.

Siento el tic que siempre tengo en el ojo cada vez que me dice cosas estúpidas. ¿Cómo es que ella está en la Universidad ahora mismo?

—Ok, vas a seguir mis pasos de ahora en adelante ¿Entendido?  —Asiente—, bien, agarra las llaves del auto.

Doy media vuelta para poder ir a la cochera.

—¿Iras así? —Miro mi pijama de peluche morada con dibujos de unicornios, era un conjunto muy bonito pero muy infantil.

—Miranda quiero comer no a perecer en el periódico como asesina de hermanas, asi que mueve esas piernas flacas de flamenco si no quieres que suceda la segunda opción ¿Ok?

Al escuchar mi amenaza agarra las llaves y nos vamos de inmediato al carro, lo bueno, sabe conducir, lo malo, es que conduce como desquiciada.

—A ver Miranda, quiero vivir para comer, por favor.

—Sí, sí. Le compraremos las empanadas a doña Lucia ¿Te parece?

Asiento emocionada.

Doña Lucia es una mujer que tiene las manos mágicas, la conocemos gracias a las raíces colombianas de mamá, siempre nos llevaba cada que ella decía que tenía pereza de cocinar. Llegamos al restaurante pequeño que tiene y al vernos desde la cocina sale con una gran sonrisa limpiándose las manos con su delantal.

—¡Chinas! —Ese apodo le dice a cada niña que entra. Al verme en pijama mira con una ceja levantada a Miranda— ¿Otra vez? —Ella le da una sonrisa nerviosa y doña Lucia niega lentamente con la cabeza—. ¡Cuatro empanadas, dos de queso y dos de carne con café extra por favor Paula! —Dice nuestro pedido de emergencia cada que Miranda quema la comida.

Nos sentamos en una mesa y doña Lucia se nos acerca para charla un poco, le contamos lo que sucede con mamá y nos da un abrazo a las dos.

—Esta mujer me va sacar canas verdes algún día, así era de adolescente, su mamá no podía concentrarse en una cosa sin desconectarse de otra, ya hablare con ella no se preocupen chinas.

Con eso nos da un pequeño abrazo y se va. Un rato más tarde nos dan nuestra comida junto con mayonesa y ají, apenas le doy el primer mordisco siento que voy al cielo y vuelvo otra vez.

—Dios, esto esta delicioso —murmuro con la boca algo llena.

Lo crujiente que esta, el queso derretido que se estira si lo muerdo y junto con la mayonesa le da un toque celestial. Si me mataran ahorita el titulo serio.

Murió feliz por las empanadas de doña Lucia.

Algún día cuando pueda salir sola traeré a Olivia acá, solo le he hablado del pero sé que está emocionada por verlo. Ella a pensar de la corta edad que tenemos es la mejor amiga que he tenido, me ha ayudado al igual que yo a ella, su personalidad se complementa con la mía y es asombroso.

Por el contrario de su hermano Oliver.

Ese niño es una tortura tenerlo cerca, pobre Olivia, tener que vivir con él es un infierno. Y no me importa si es alguien atractivo, porque vamos, puede ser horrendo tenerlo cerca pero tengo que aceptar que si es guapo, no lo voy a negar. Lo sí voy a negar es que dicen que somos parecidos ¿Acaso la gente necesita lentes de contacto?

Mírenlo a él, todo menso, amante del chocolate negro, y es como un Golden Retriever en miniatura. Mientras que yo, toda inteligente, igual mensa pero aún no lo aceptare, amo el chocolate blanco y parezco un spitz con aires de grandeza.

¿Ven la diferencia? La gente se equivoca.

Oye pero si sabes más de él que la propia hermana. ¿Cómo vas a decir que están equi..?

La gente se equivoca.

Pero…

Se. Equivoca.

Aunque…

SE. EQUIVOCA.

—Vamos Mary, dile las gracias a doña Lucia y nos vamos.

Voy a la cocina para hacer lo que dice y despedirme con un abrazo, me regreso corriendo porque mi hermana es tan distraída que en cualquier momento piensa que llego sola al restaurante y me deja aquí. Me subo al carro y noto de inmediato que Miranda me quiere decir algo, ella es tan transparente.

—Dilo antes de que me pongo tan irritante como para sacarte lo que tengas que decir a la fuerza —ella rueda los ojos y se muerde el labio antes de hablar.

—Bien, tendrás que quedarte con la vecina una hora, me llamaron de la Universidad diciendo que me faltan algunos documentos, entonces tengo que ver que sucedió pero solo será una hora —veo como traga saliva—, iremos a casa, te cambias y te vas a la casa de al lado.

Y ahí es donde puedo presenciar con mis propios ojos como mi felicidad va decayendo y la decepción va aumentando, otra que también se va, ¿Por qué ahora todos lo quieren hacer?

Suspiro y miro a la ventana, no me había dado cuenta que ya habíamos arrancado.

—Dijiste que hoy iba a estar contigo —digo en un susurro inaudible— Solo déjame en la casa de una vez —lo seco se me sale y de reojo miro como aprieta los labios.

Tal vez estoy siendo melodramática pero entiéndanme a mí, estos días mamá no ha estado y el día que quiero que este alguien conmigo como mi hermana no está tampoco. Llegamos y salgo del carro para ir directamente a la casa.

Es solo una hora Mary, solo una simple hora. ´

Llego a mi habitación y me cambio el pijama y agarro mi mochila para agarrar algunas cosas que podría necesitar en caso de cualquier emergencia. Vuelvo a la entrada y desde mi posición logro ver a mi hermana como aprieta el volante, suspiro cierro la puerta y comienzo a caminar a la casa de al lado. Cuando mis nudillos tocan su puerta escucho como el carro arranca y el señor Dylan abre de inmediato.

Los vecinos Wilson. Una familia de tres que viven aquí desde hace mucho, su hija Dakota, es una buena amiga, no somos tan apegadas pero al menos nos solemos entretener la una con la otra.

—Buenos días señor, ¿cómo está?

—Hola Mary, pasa, ya tu hermana me informo que sucedió, Dakota está en su habitación sube.

Le hago caso y cuando paso por la sala veo a la señora Ginger viendo la televisión, la saludo mientras subo las escaleras, toco la puerta del cuarto de Dakota y me la abre emocionada.

—¡Mary!  Te estaba esperando, vamos entra.

Empezamos a hablar sobre la escuela y algunos chicos. Nos aburrimos de tanto hablar y comenzamos a jugar con las cartas de uno, mala elección porque soy muy competitiva, quedamos en empate con las ganadas. Para hacer el desempate jugamos una última vez y en medio de la jugada se me queda mirando por un largo tiempo.

—Oye ¿Qué pasa? Te toca —gira ligeramente su cabeza aun mirándome. Trago saliva y miro a otro lado porque de la nada me siento nerviosa, rasco mi nuca— ¿Algo que me quieras decir?

Sus ojos color negros junto con cabello oscuro hace que mi corazón lata un poco. Dakota es linda, tiene unos rasgos tan… indescriptibles. Un pensamiento se me viene a la cabeza y eso hace que abra los ojos abiertamente mientras siento como me sonrojo.

Bésala.

¿Cómo se sentirá besar a una chica? ¿Es malo? ¿Por qué de la nada tengo esta necesidad? Nunca he dado un beso, este sería el primero, ¿Está bien que mi primer beso sea con una chica?

—Mary… —Alzo la cabeza rápido cuando me llama, no me había dado cuenta que se había acercado— ¿Has pensado sobre cómo se sentirá besar a una chica?

¡ESO ESTOY PENSANDO EN ESTE INSTANTE Y ESTOY A PUNTO DE TENER UN CORTO CIRCUITO!

No respondo, solo asiento y dejo de respirar cuando se acerca un poco más.

—Solo será por simple curiosidad ¿No te sientes incomoda con eso? —Niego rápidamente.

No para nada tú síguele.

¡TU CALLATE!

Alza su mano y toca mi mejilla. Ese simple gesto hace que quede paralizada y no sepa cómo reaccionar cuando siento sus labios sobre los míos. Son suaves, carnosos he hizo que todas mis neuronas se fundieran en un instante.

Cierro mis ojos y me dejo llevar un poco.

Tengo mil emociones en este instante. No está mal, es más, me gusta.  Es como… irresistible, inocente, me dan ganas de seguir intentándolo. Ella abre un poco la boca y ya siento como esto va al siguiente nivel.

MARY NO ENTRES EN PANICO.

Abro la boca igual que ella y solo hago lo mismo que ella. Se separa y yo quedo tan embobada que me sigo acercando después de que ella se separó, abro los ojos lentamente  y las dos estamos con la boca abierta como si lo que acaba de pasar fuera el acontecimiento más grande de la historia. Bueno, no de la historia pero si de mi historia.

Parpadeo luego de un momento de silencio y sacudo mi cabeza para poder salir de mi trance.

—Wuau…

Es lo único que sale de mí. Dakota se relame los labios y me hace querer hacerlo de nuevo.

—Ok, eso fue… Creo que no hay palabra para poder describir lo que hicimos y lo que sentí —estoy de acuerdo con ella—. Te… ¿Te gusto? —Habla tímidamente.

NOS ENCANTO.

YA CALLATE, PRODUCCION YA SAQUENLA DEL EQUIPO.

—Al igual que tú, no creo que haya palabra poder describir todo lo que sentí.

Sonríe y me abraza.

—Gracias Mary, la verdad no sé qué sea esto, pero mis amigas piensan que no es algo normal que no quiera besar a un chico, y es por eso que lo intente contigo para comprobar si soy yo la rara o son ellas las ignorantes.

—¿Qué no es normal? Lo que acabamos de hacer no creo que este mal, cada quien es libre de hacer lo que quiere, y si tú quieres besar a chicas en vez de chicos pues adelante, se feliz.

Se separa y da una risita nerviosa.

—¿Podemos hacerlo de nuevo? Es que me gusto bastante, claro si no te sientes incomoda de algún modo, si es así, puedes irte no me enojare ni te hablare ni mucho menos…

¿Cómo hago que se calle y lo intente de nuevo?

En las películas las besan cuando hablan demasiado. Hago lo mismo y la que se queda paralizada ahora es ella. Esto ya me está gustando demasiado, sentirla nerviosa hace que algo en mi estómago se retuerza. Estoy tomando el control de algo que no sabía hace como cinco minutos y no está mal, es divertido, toco su mejilla tal cual como ella hizo y siento mi palma un poco caliente, esta sonrojada, es un hecho.

¡Que tierna!

—¡Mary ya vinieron por ti! —Escucho como desde abajo me llaman.

Me separo lentamente de ella y para no quedarme con las ganas le doy un pico antes de separarme completamente.

¡¿DESDE CUANDO ME HE VUELTO PROFESIONAL?!

Me levanto y agarro mis cosas para ponerlas en la mochila, miro de nuevo a Dakota y ella esta con sus dedos en los labios como si no parara de sentir los míos sobre los suyos. Esta sensación que provoque hace que me sienta satisfecha con mi trabajo.

—Adios Dakota —me rio un poco cuando sacude su cabeza y se da cuenta que ya me voy.

—¿Ah? ¡Ah! Si, si, adiós Mary, regresa pronto para terminar la partida ¡Nos vemos en la escuela!

De eso de terminar la partida es seguro.

Bajo con una gran sonrisa en mi rostro y veo a Miranda hablando un poco con la señora Ginger, agradeciéndole y esas cosas. Me despido y regresamos a la casa. Hablo un poco con mi hermana sobre lo que hicimos y así, creo que esta demás que omití la parte que a todos nos gustó.

Pasamos la tarde entre las dos hasta que suena el teléfono de la casa. Miranda contesta pero de inmediato me llama diciendo que en realidad la llamada es para mi, frunzo el seño y agarro el celular cuando me lo ofrece.

—¿Diga? —Escucho a través de la línea un sollozo y me preocupo.

—¿Mary? —Dios, es la voz de Olivia.

—¿Oliv? ¿Qué paso? ¿Qué sucedió? ¿Estás bien? ¿Tengo que matar a tu hermano? —Las preguntas salen tan rápido que mis manos no paran de sudar.

—No… no pasó nada de eso —sigue llorando y tengo las impulsivas ganas de ir corriendo a su casa— Es… es Ian… —Apenas dice su nombre escucho como sigue llorando con aun más fuerza.

Trato de calmarla de a poco y cuando ya solo moque le pido que me explique qué paso.

—Mary… Ian se ira del país.

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AHHHHHHHHHHHHHH COMIENZA EL DRAMA JIJIJIJI 

Leirianafer

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