Me siento algo incómoda.
Es raro sentirme la única niña o chica, no sé que termino usar. Se supone que estoy en medio de la pubertad.
¿Eso que me hace? ¿Niña? ¿Chica? ¿Adolescente? ¿Pre-adolescente? Creo que ese no es un término ¿O si?
¡El punto es!
Estoy en la sala y mamá, papá, Oliver y la familia de Ian ¡¡La familia de Ian!! Están pasando juntos. La Navidad llegó, se fueron las clases y tenía la esperanza de que todo transcurriera con total normalidad, pensé que hablaríamos, nos divertiríamos, ¡Nos! Repito ¡Nos divertiríamos! Pero no es así.
Los adultos con los adultos y los niños con los niños.
Estuve pensando en unirme a mi hermano y su amigo pero no siento que «complementaria».
Suspiro mientras hago una pequeña mueca.
Me siento fuera de lugar. No tengo con quien hablar y si se preguntan por Mary, no, ella está con su familia de viaje visitando a todos sus demás familiares.
Estoy, por esta vez, sola.
Las películas de Navidad reconfortan un poco, al menos la de Mi Pobre Angelito aún me hace reír. Estoy acostada mientras pasan las escenas en el televisor.
¡Por cierto!
Descubrí que el líquido que me salió la otra vez se le llama flujo. Mamá —incómodamente— me explico que era, dijo que era normal y que no me tenía que preocupar, pero dijo que eso me daba antes o después de la menstruación.
Siento unas buenas ganas de ir al baño, con rapidez me encaminó al baño para poder hacer mis necesidades bien necesarias. En cuanto me bajo mi ropa interior, quedo helada al ver la mancha que hay.
Sangre.
De nuevo.
¡NOOOOOOO!
¡¿Por qué tenía que aparecer hoy?! ¿Por qué no mañana, o pasado mañana?
Bueno, ya sé porque no quería jugar con ellos ¡Gracias mundo!
Ahora tengo que ir a buscar ropa interior limpia y una toalla higiénica pero no quiero volver a colocarme esto todo manchado. Tendré que llamar a una de las pocas personas que sabe donde están las toallas junto a mi ropa.
—¡Oliver! ¡Ven aquí sanguijuela chupa sangre! —Le grito fuerte para que me intente escuchar desde la sala.
Tal vez debí llamar a mamá pero no quiero, después la conversación no volví a tomar mucha palabra con ella, cuando les digo que fue incómodo, es que lo fue y mucho. Aún siento mis hombros tensos de tan solo recordarlo.
Mamá es la única que puede saber del tema, y está estratégicamente sola en la sala viendo algo en su celular mientras yo la mira desde lejos.
Siento la típica presión en mi pecho que tengo cada que la veo.
Han bajado las reacciones con ella, antes me temblaban las manos y me sudaban al mismo tiempo, tenía ganas de vomitar y de llorar, pero ahora, solo está la presión.
¡Vamos Olivia! Si tuviste valor para enfrentar a la profe de Sociales por el injusto siete que te piso de calificación, tendrás el valor de enfrentarte al diablo en persona.
Doy unos cuantos pasos hacia ella en silencio y cuando estoy a punto de tocarle el hombro, se voltea asustándome.
¡El objetivo se volteó! ¡Alerta roja! ¡MD! ¡S.O.S.! ¡Aborte misión comandante!
—Oh, Olivia eres tú —sacudo mi cabeza para dejar de estar en crisis.
Noto como ella se tensa un poco mientras yo busco las palabras para poder preguntarle algo simple.
OK, ahora sí quiero ir a vomitar.
¡Olivia habla ya!
—Ma-mamá ¿qué-qué es... es... marrón? —Frunce su ceño y yo tengo ganas de golpearme la cabeza muy fuerte.
—¿Marrón? ¿El color marrón? —Pregunta confundida.
La inteligencia me persigue pero yo soy más rápida.
Y después de eso no sé cómo pude explicarle esa cosa del flujo pero al final me dijo que era normal. Eso fue un alivio.
—¡Oliver! ¡Strawberry! ¡Fresita! ¡Ven aquí! —Le sigo llamando y el muy hijo de su mami no viene.
¿Acaso es sordo?
El sordo y yo con heterocromía ¿Qué tipo de genes tiene la familia?
—¿Olivia?
La voz a través de la puerta me deja tan helada como ese pobre limón que olvidaron en la nevera.
—¿Olivia sigues viva? —La voz de Ian resuena de nuevo.
Esto tiene que ser una broma.
—Sí, sigo aquí —siento como me pongo roja de la vergüenza— ¿Dónde está Oliver?
—Fue a comprar unas cosas junto con mi papá, y bueno, te escuché desde abajo.
Me emocionaria sino fuera porque estamos en una situación un poco inusual.
—Mmm Ian, no sé como decirte esto enserió pero necesito un favor que si me lo haces haré lo que tu quieras por una semana —cierro fuertemente los ojos por lo que estoy proponiendo.
—¡Oh! Eso sí me interesa —pongo mala cara por su repentino interés—¿Qué deseas?
—Yo... Bueno es que... hay algo entre mi ropa que en este momento necesito, y no solo eso sino que también algo que es muy personal.
—Si pudieras ser más específica juro que sería increíble.
—¡Necesito Toallas y ropa interior! —Me desespero y alzo un poco la voz, de inmediato me arrepiento y bajo la mirada con un sonrojo en mis mejillas, me siento tan avergonzada que me sudan visiblemente las manos.
Al parecer eso lo dejo en shock porque no me responde por unos dos minutos exactos.
—¿Ian? ¿Sigues vivo? —Utilizo su misma broma para ver si reacciona. Escucho balbuceos y yo suspiro—, oye, llama a mamá creo que es algo desagradable para ti esto.
Me siento un poco triste porque puede que le haya molestado eso, ahora no va a querer hablarme, o siquiera mirarme sin evitar recordar que le pedí eso ¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Cómo no pude pensar siquiera en como se sentiría?
—Dime donde están y lo buscaré rápido.
Ese comentario detiene mis pensamientos y hace que mire la puerta con los ojos muy abiertos.
—¿Enserió? —Pregunto.
—Si, vamos, dime rápido para que no estés ahí adentro todo el día.
Le explico donde están mis cosas y de inmediato se escuchan sus pasos lejanos. No puedo creer que Ian haya dicho con determinación que las iría a buscar sin importarle que sea algo muy personal, y no solo eso, también se le oía preocupado.
Se preocupa por mi.
O sea claro en plan de amigos. Cualquier amigo iría a buscar la ropa interior del otro obvio.
¿Irías a buscar los calzoncillos de Oliver?
¡Cállate conciencia no es momento de aparecer!
Uy, perdón, creí que la autora tenía mal humor pero parece que no es la única.
Espera ¿Quién?
¡Nada!
Sacudo mi cabeza para quitar esa estúpida conversación.
Ahora falta que empiece a escuchar voces, repito, ¿qué tipo de genes tiene la familia?
—¡Ya llegué! No he visto nada, lo metí todo en una bolsita que estaba en tu cuarto para que no te sientas incómoda.
—Te daría un beso si no fuera por esto —lo digo sin pararme a pensar.
—¿M-me da-darías un beso? —Por poco no le entiendo lo que dice por su tartamudeo.
—¡En la mejilla! —reparó mi frase asustada—, obviamente —murmuro casi en susurrando.
—¡Oh! Si claro, en la mejilla je, je.
Soy yo, ¿o esto se volvió incómodo?
Después de unos segundos de silencio en los que cada uno estuvo en su mundo, recordé en que situación estábamos y le dije a Ian que cerrará los ojos y me lanzará la bolsa que tenía en manos. Cuando lo hizo, me tuve que levantar ligeramente porque no apunto directamente a mi posición.
Hago mi proceso de limpieza y salgo lista y reluciente del baño, no sin antes lavarme las manos. En cuanto Ian no está y yo me limito a ir a mi cuarto y dejar la bolsa. Bajo nuevamente y ahí están todos poniéndose sus chaquetas.
¿De qué me perdí?
—Olivia, hija, vamos al parque a pasear antes de que sea la cena ¿Quieres ir? —Me pregunta papá y yo asiento felizmente.
Por donde vivo hay un parque cerca y cada año rodean los árboles con luces de Navidad, pero no las típicas rojas y verdes, no, son amarillas como si fueran luciérnagas para algunos puede ser común pero para mí es una bella experiencia visual.
Busco una chaqueta rápidamente porque puede que no nieva pero si hace mucho frío. Vamos saliendo y yo voy dando saltitos a mi paso.
—Si me dieran quinientos dólares por cada que Olivia se emociona por ir a ver las mismas lucecitas de cada año, arreglaría el hambre en el país.
Ruedo los ojos por lo irritante que puede ser Oliver.
—Si a ti no te gustan ¿Por qué no te quedas en casa?
—Porque hacerte enojar es mi función de hermano así que aquí estoy, con un frío del horror que de seguro me dará un resfriado pero aquí estoy, deberías saber el sacrificio que hago por ti Olivia, deberías ser más considerada.
Debería arrancarle los ojos por ser idiota pero aun así no lo hago. Desearía tener una forma de insultarle secretamente pero no sé cómo, creo que los grandes sacan un dedo pero ¿Cuál era?
¿Era el índice?
Le saco el dedo índice y él me mira con extrañeza.
—¡Si me está insultando créeme que no funciona porque no sé que significa! —Me habla alterando.
—¡Yo tampoco sé que significa pero si te estoy insultando! —Nos miramos con un odio que de seguro mataría a cualquiera.
—Ya dejen de pelear par de frutas —papá coloca una de sus manos en la cara del otro separándonos y pasando por el medio.
Lo miro por última vez y sin darme cuenta ya estamos llegando. Inmediatamente, corro hacia los árboles, paso por ellos con tanta felicidad que siento que voy a reventar.
—¡No se irán tan lejos! —La señora Jenna nos alza un poco la voz para que escuchemos.
Corremos, saltamos, nos reímos, subestime un poco el creer que no me iba a divertir, Oliver se ha caído, Ian y yo hablamos como si nada, nos tomamos siento de fotos, ¡es perfecto!
Y este momento podría ser mejor, si no fuera porque una voz femenina llama a cierto ojiverde que anda correteando por ahí.
Tráiganme el azúcar se me bajo la coca.
—¡Ian! —Intento recordar quien es ella pero no me viene nada a la cabeza.
El nombrado al verla sonríe y a mí me atraviesa una estaca en el pecho.
Osea tampoco así, pero es lo que siento ¿Ok?
—¡Emma! —saluda con su mano y le hace una seña para que se acerque.
Logro verla mejor y guau, sí que es linda. Sus ojos son de un azul despampanante, y su cabello es negro como la noche.
Es una Megan Fox junior.
¿De dónde la conoce? ¿Por qué está aquí? ¿Por qué está peligrosamente cerca?
Aprieto mis puños inconscientemente y no sé porque siento este repentino enojo, es como si me doliera y enojara al mismo tiempo que ella esté aquí.
¿Serán celos?
Pero, ¿celos de qué? ¿Celos de amigos? ¿Siquiera existe eso?
Vamos Olivia, respira un poco, son solo amigos, no creo que vaya a pasar algo malo, si no respiras vas a terminar asesinado al primero que se te cruce y tú no quieres eso ¿Verdad?
—Oye que guapo te ves esta noche, me enamoras con ese outfit —le da una acaricia en el hombro.
Retiro lo dicho la quiero asesinar a ella.
Celos en tus ojos cuando miras a otra chica tengo celos. Celos.
¡Te dije que te calles!
Ugh, pésimo sentido del humor el tuyo.
Él se ríe nervioso y de la nada nuestras miradas se conectan por un instante, por su expresión sé que tiene una idea y con la mía le intento decir que lo que sea que piense es una pésima idea.
—Emma ¿Ya conoces a Olivia?
Y la tuvo que ejecutar.
Ian yo la quería matar solo a ella pero en este momento te quiero matar a ti.
Ella se gira y su sonrisa parece que se colapsa un poco pero vuelve a la normalidad.
—¿Cómo la olvidaría? Si hablas de ella casi todo el tiempo —Ok, eso Sonó como si lo dijera con odio.
Espera.
¿Ian habla de mi?
¡TOMA! ¡EL HABLA DE MI!
Tengo unas inmensas ganas de sacarle la lengua pero me contengo.
¿Por qué me siento tan feliz? Todo el enojo desapareció y se vuelve felicidad pura.
—Mucho gusto —digo con educación pero me responde con una sonrisa falsa y su mirada vuelve a Ian.
Se dice «Gracias» maleducada. Ruedo los ojos disimuladamente y me voy con mi hermano para estorbar. Ellos quedan hablando y yo me concentro en jugar con el a pesar de tener esa presión en el pecho. Pasa un rato y nos toca irnos para la cena.
Me quedé callada en todo el camino, al parecer nadie lo noto porque seguían hablando como si nada. Eso es triste.
¿Necesito atención? Me gusta pero, ¿la necesito? ¿Cómo sé eso?
Perfecto, más preguntas.
No sé cómo esto de la pubertad me deja tantas preguntas y yo no pueda responderlas inmediatamente. Tal vez los profesores sepan algo pero aun así, siento que falta más, estudiar más... Pero, por otro lado, me da una pereza que siento que es más grande que mi amor por el chocolate.
Antes de entrar a la casa siento como jalan mi brazo para que me quede afuera mientras los demás entran.
—¿Estás bien? —La pregunta me deja atónita por unos segundos pero vuelvo a la realidad.
—Si, ¿por qué no lo estaría? —Dios, enserió, ¿qué tiene Ian que no me da el poder de mentirle bien?
—Desde que nos regresamos estabas muy callada, eso no es propio de ti —abro la boca ofendida pero la vuelvo a cerrar porque no tengo nada que argumentar ante esa verdad.
—Es que... fue por eso, por que nos regresamos y me sentí mal por no quedarnos un rato más.
Más bien me sentí feliz porque así pudiste alejarte de Emma.
—Sabes que no te creo pero aun así no te forzaré a decirme algo si no quieres —antes de que diga algo al respecto me da un beso en la frente y se va corriendo.
Quedo ahí. En shock. Como piedra. Congelada.
Me sonrojo por ese acto, y hago una mueca.
—Sabis que ni ti creo piri aun isi ni ti forziri mimimimi ¡deja de hacerme sonrojar de esa manera y te diré lo que me molesta tonto! —hablo susurrando y finalmente entre para poder disfrutar de la comida y regalos.
Emma siento que serás un pequeño obstáculo en mi vida.
*********************
Se suponía que este iba a ser un especial de Navidad.... ¡¡SE SUPONÍA!! ¡¿Y QUE LES PARECE?! ¡YA ES OTRO AÑO!
—Suspiro—
Bueno en fin, FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO QUERIDA PERSONITA A TRAVES DE LA VENTANA!!!
Me alegra que sigas aquí a pesar de todo, tengo muchas ideas este año y en este libro. Mejorare en todo lo que pueda y haré muchas cositas bonitas.
Y feas jijijiji.
ESPERO QUE LES VAYA BIEN Y MIL BESITOS EN LAS MEJILLAS 7w7
•Hasta pronto personita•
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Comments
María Saori 😎🤫
😱🥰❤️❤️❤️
2023-01-09
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