¿Alguna vez se han levantado de la cama tensos? Como de que si supieran lo que pasará pero al mismo tiempo quieres evitar que suceda.
¿Si? ¿No? ¿Tal vez? ¿Puede ser? Supongo que todos en algún momento sucedió. Bueno, este es mi momento.
Me separo de los brazos de mi hermano para poder levantarme y salir de ahí. Creo que las babas de Oliver en mi almohada son el menor de mis problemas.
Quiero tener la esperanza de que le surgió algo en el trabajo y se tuvo que ir antes, pero ese pensamiento absurdo se esfuma en cuanto escucho el ruido de algo friendo en un sartén. Intento hacer pequeños masajes en mis hombros para poder bajar lo tensos que están, aunque es una acción sumamente inútil porque sigue igual o peor con cada paso que doy.
Vamos que si se puede.
Mis ánimos son igual que Oliver intentando cocinar.
Estúpidos y sin funcionar.
Entro a la cocina y les puedo jurar que nunca, en la vida, he sentido tanto miedo al ver una espalda. Trago saliva y por alguna razón me siento mareada, supongo que es por la tensión, las piernas en cualquier momento me van a dejar de funcionar y sería ridículo que me cayera en este preciso instante.
Al parecer, ella siente mi presencia porque gira sobre sus talones y al verme aprieta los labios.
—Buenos días —habla después de unos segundos.
—Buenos días.
Y... Silencio.
Como siempre me sirve el desayuno y como papá y Oliver aún no se levantan, nos toca hacerlo solas.
Gracias chicos, yo también los quiero.
Trato de solo mirar mi plato evitando categóricamente su mirada mientras termino de comer. Al hacerlo, voy al fregadero con mi plato para poder lavarlo y huir de ahí. Estoy a un paso de la gloria, cuando de repente ella habla.
—Olivia —aprieto los ojos con fuerza—, sabes que necesitamos hablar, ven aquí.
Suelto todo el aire acumulado en mis pulmones y arrastrando mis pies, me regreso a donde está ella. Noto como limpia sus manos como el pantalón y las une en la mesa mirándome sería.
—Escucha, sé que no fue la manera en la que debí... —Mueve sus manos buscando la palabra— comunicarme, estuvo mal, y pues te quería pedir disculpas. Lo siento.
...
—¿Y ya? —Las palabras salen de mi boca e inmediatamente me la tapo con las manos esperando lo peor.
—¿Cómo dices? —Su ceño está ligeramente fruncido.
Dudo antes de volver a hablar
—Mm si, o sea, no esperaba un discurso profundo pero tampoco esperaba algo tan seco —suelto la bomba y queda pasmada por la declaración.
Su silencio es demasiado tenso, solo parpadea, en pocas las palabras la dejé en modo reiniciando sistema.
—¿Puede decir algo? —Parece salir de su trance y balbucea un poco.
—Es que... Guau, no creí que fueras tan directa —se queda mirando un punto fijo—. Supongo que tienes razón, empecemos de nuevo. Tú no tienes la culpa de que yo venga con estrés del trabajo, no me gusta gritarles a los dos, ni mucho menos verlos llorar pero desgraciadamente cumplí esos dos puntos ayer y sé que te grite más a ti que Oliver, y es por eso que me quiero disculpar contigo primero. Sé que talvez al principio será algo tensante porque nuestro nivel de confianza se ha reducido pero pienso mejorarlo poco a poco ¿De acuerdo?
Si me dieran una moneda por cada vez que mamá se ha disculpado, me moriría de hambre.
A decir verdad, sus palabras no me llegan mucho al corazón, está bien, entiendo de que estaba estresada y todo pero igual como ella mismo dijo, nuestro nivel de confianza se ha reducido y siento rencor, más también por lo de la cena, en ese instante hablaba bien con papá y no se le veía estresada pero aun así, dijo lo que dijo.
Asiento de todas formas y me voy en silencio. No le hablaré tanto esta vez, no puedo evitar reflexionar que me grito más a mí que a él y... Me duele Dios, me duele bastante.
Voy a mi habitación y enseguida echo a Oliver de la misma para poder buscar mi ropa y bañarme.
Lo más seguro es que ahora hablara con él ¿Qué le dirá? No creo que lo mismo que a mí porque ella Igualmente dijo que me grito más a mí que a él, así supongo que lo regañara de manera suave.
Salgo del baño con la toalla en la cabeza y mi uniforme puesto, me encuentro a papá en el camino y simplemente nos saludamos.
La relación entre papá y yo, es más callada y divertida. Solemos entender los chistes del otro pero no solemos hablar demasiado, nuestro silencio es nuestro mayor sello.
Termino de arreglarme frente al espejo y antes de que me aparte de él, colocó mis manos sobre mi busto.
Está creciendo todavía más.
Las aprieto un poco y a decir verdad, relaja, son un poco más grandes que la otra vez que las medí y eso hace que sean pequeñas pelotas.
Buena ya. Tengo que dejarlo.
Sacudo mi cabeza para poder concentrarme en buscar otras cosas. Arreglo mi mochila y en un santiamén ya estoy esperando a Oliver en la puerta.
—¡Apúrate! ¿Qué tanto te arreglas? —Alzó un poco la voz para que me escuche.
—Las chicas no se conquistan oliendo mal Olivia —aparece y baja las escaleras quitando una pelusa inexistente de su hombro.
—No, pero mi promedio también depende de si voy puntual o no, así que cierra el hocico agarra tus cosas y vámonos.
Le agarro su brazo cuando ya tiene todo listo y salimos disparados de la casa para llegar rápido. Cuando vi la hora en la casa faltaban diez minutos entonces si vamos corriendo podríamos llegar en ocho minutos y solo faltarían dos para la campana.
Está todo fríamente calculado.
—¡Olivia espera! —Pongo los ojos en blanco y me detengo.
—¡¿Qué?!
—Espera, es que estoy sudando y se va la fragancia —empieza a abanicarse con una mano y yo creo que voy a arrancarle la cabeza.
—Oliver, si no corres conmigo a la escuela juro que serás la siguiente víctima debajo de mi cama —lo digo de manera tenebrosa mientras me acerco lentamente.
Sus ojos se abren con miedo mientras traga saliva.
—¿Qué más tienes debajo de tu cama? —Pregunta temeroso.
—Si no te apresuras muy pronto lo sabrás.
—Como que me dieron ganas de ir al instituto —una sonrisa satisfecha aparece en mis labios.
Y volvemos a la misma carrera de antes.
Llegamos, y cuando justo iba a entrar a mi clase la campana suena.
Por poco.
Mary está sentada en el mismo lugar de siempre y justo tiene mi asiento apartado. Me sonríe al verme y da unos palmaditas a su lado e inmediatamente voy hacia ella.
—¡Buenos días! —Exclama alegremente ella.
Frunzo el ceño.
—¿Qué pasa?
—¿Eh? ¿De qué hablas? —Se hace la desentendida pero se nota desde el otro lado de la escuela que está mintiendo.
—No importa lo que hagas, siempre te descubriré la mentira —bufa.
—Te odio —se cruza de brazos y me fulmina con la mirada.
—Claro —sonrío—. Entonces no hay nada —niega— ¿Segura? —Asiente—, bien.
Parece considerarlo hasta que vuelve a hablar.
—Bueno...
—Lo sabía.
—Es que... Yo quería... Yo quería ir a estudiar a tu casa —se sonroja un poco.
—Cuando dices estudiar, ¿es comer dulces mientras vemos películas?
—Puede ser...
Mary es penosa, puede que sea alegre pero a veces le da pena pedir las cosas, y más cuando se trata de venir a la casa.
Si supieran como es la pelea cuando quiere un poco más de comida.
—Supongo que está bien —subo y bajo los hombros.
—¡Si! Veamos Peter Pan, el de las personitas, así en vida real.
—No me parece mal, creo que Oliver estará en casa de Ian hoy, así que tenemos la casa para nosotras ¡Ah! y se dice Live Action Mary.
—Como sea —hace un gesto con la mano restandole importancia— ¡Tarde de chicas! —Su voz se alza un poco y algunos le quedan mirando—. Ups.
Doy una risita y el profesor entra justo cuando saco el cuaderno.
Al menos tendre una buena tarde.
(******)
—¿Si le pediste permiso a tu mamá?
—Que si mujer, me lo vienes preguntando desde qué salimos del instituto.
Y no era mentira, me preocupaba que su mamá viniera a la casa con un enojo supremo.
Abrimos la puerta y cuando justo cruzamos el pasillo nos quedamos quietas al ver lo que tenemos al frente.
—¡Little Cherry!
Ian se voltea hacia mí mientras que Oliver tiene una sonrisa en el rostro en cuanto me ve, pero su expresión cambia en cuanto ve a Mary.
Oh, oh.
OLIVER POV
¿Por qué tiene que estar ella aquí?
En cuanto su mirada cae en mí, rueda los ojos.
—¿No se suponía que tendríamos tarde de chicas Olivia? —Pone mala cara.
—Sería una linda tarde si cierta persona no estuviera aquí —digo groseramente.
—¡Oliver! —Me reclama Olivia pero la ignoro.
—No, déjalo Oli, él solo está irritado con mi presencia y no hay mejor sensación cuando una persona es feliz y la otra se muere por dentro.
—Tú y tu egocentrismo se pueden ir por la puerta Margarita —cambio su nombre sabiendo que se pone roja de la rabia.
Y efectivamente lo hace.
—Ya te dije que mi nombre es Mary —murmura con los dientes apretados.
—Si, bueno no me intere...
—¡Ya basta! —Ian y Olivia hablan al mismo tiempo mientras nosotros nos miramos con un desprecio masivo.
—Estoy cansada de que cada vez que se vean siempre tienen que estar peleando —mi hermana se cruza de brazos.
—¿Por qué siempre tienen que pelear?
—Siempre empieza —esta vez hablamos al mismo tiempo ella y yo. Nos señalamos los dos mientras miramos a nuestros amigos.
—¿Saben que? Ya tengo suficiente con las peleas familiares. Solo quiero ver una película con mis amigos y mi hermano tranquila, así que se callan o los mando afuera —sentencia Olivia.
—Yo estoy dispuesta si él se calla —abro la boca ofendido.
Iba a reclamarle por eso pero siento el dolor de un pellizco en mi brazo, Ian solo me mira con cara de:
Te callas y aceptas.
Con mala cara digo una palabra que no creí que diría, mucho menos a ella.
—Bien.
Las dos ser sorprenden pero se alegran al instante. Se lanzan al sofá en donde estamos Ian y yo, Olivia al lado de él y yo de ella.
Gracias Olivia, enserió te quiero.
—¡Veamos Peter Pan! —Menciona ella emocionada.
Quedo perplejo por la película que dice y por primera vez estoy de acuerdo con ella, ya que es una de mis favoritas.
—Vaya, al fin tenemos algo en común ¿Cuál te gusta? —Le pregunto con interés.
—La de las personitas.
—Live Action Mary —Le reprocha mi hermana.
—Eso, eso.
Olviden lo dicho, estoy en total desacuerdo.
—¿Cómo puedes adorar el de las personitas cuando tienes el original? ¡Eso es totalmente inculto!
—¡Es Live Action! —Se irrita Olivia
—Cuando creí que tendrían algo en común —Murmura Ian.
Y así, empieza otra nueva pelea con ella.
Mary y yo nunca hemos tenido buena relación, no he podido averiguar porque, pero desde que nos conocimos estuvimos peleando por cualquier cosa.
Seguimos discutiendo pero algo en mí se desconcentra y la mira con detalle. Me gustan sus mejillas rojas de la rabia y como mueve las manos cuando discutimos, su piel morena es fascinante y su cabello largo y negro, es como una casada encantadora...
¡¿Pero qué estoy diciendo?!
La odio y ella a mí.
No me puede parecer linda. Imposible.
Es mi enemiga y no puedo...
—¡¿SE PUEDEN CALLAR DE UNA VEZ POR TODAS?! —El grito de mi hermana nos deja callados y al mismo tiempo la miramos— No veremos nada de lo que ustedes digan, veremos Desafío Fashonista en Disvovery home and health y no quiero escuchar ninguna queja.
Abro la boca para reclamarle pero habla primero.
—Ninguna queja —dice lentamente con los dientes apretados.
Miro a Ian en busca de ayuda pero él solo alza los hombros como si no le importara.
—Yo la apoyo completamente, además, me importa un comino lo veamos, solo quiero ver televisión.
Olivia agarra el control remoto con una sonrisa satisfecha y pone el canal donde justo están dando la intro del programa. Ruedo los ojos y trato de entender de que se trata pero en este momento me vale un bledo. Juego con un hilo que sale de mi camiseta mientras ellos están concentrados en lo que tienen al frente.
Miro disimuladamente a Mary y siento que seríamos buenos amigos si no fuéramos polos opuestos. Ella le gusta el café, a mí la avena, a ella no le gustan las matemáticas mientras que a mí me encantan, a ella le gusta Marvel y a mí DC.
Con razón nos llevamos pésimo aunque si...
Paren el caballo.
¿Por qué sé muchas cosas de ella? ¿Cómo sé todo eso sin siquiera preguntárselo? ¿Le he prestado atención y no me he dado cuenta?
Oh no, no, no, no, ¡no! ¡No! ¡NO!
Primero me parece linda y ahora esto ¡Genial!
El silencio se mantiene en la sala hasta que Olivia se levanta emocionada sacándome de mis pensamientos. Al parecer tuvo una idea.
—¡Ya sé lo que podemos hacer hoy!
Y esa frase de siete palabras hace que ya tenga miedo.
Con Olivia nada es normal, y menos si son ideas para juegos.
—¿Qué se te ocurrió? —Pregunta Mary.
—Estaba pensando que... —La interrumpo de inmediato.
—¡Oh por Dios! ¿Tú piensas? —La molesto con una sonrisa.
—Si Oliver, y tú todavía sigues durmiendo con tu mantita de carritos —contraataca y les puedo asegurar que eso fue golpe bajo.
Las dos personas a mi lado se empiezan a reír mientras que yo solo me cruzo de brazos fulminándola con la mirada.
—Como decía antes de que me interrumpieran —vuelve a hablar cuando se acaban las risas—, ¿por qué no jugamos Desafío Fashonista?
¿Por qué tengo la idea de que esto no va a salir bien?
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Hola personita a través de la pantalla, quería agradecerte por seguir aquí, a pesar de la poca actualización que he hecho, trataré de escribir aún más, pero les juro que el colegio me tiene apretada con tareas, exámenes y exposiciones.
No olviden que los quiero!
Hasta pronto personita~
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Updated 29 Episodes
Comments
María Saori 😎🤫
concuerdo contigo
2022-10-25
1
María Saori 😎🤫
Ja.
2022-10-25
1