Capitulo 4: El mensaje

El momento de las presentaciones fue algo rápido debido a que el duque se dirigió a su oficina acompañado de sus invitados, el mayordomo extraño de antes y un hombre de apariencia regordeta. Algunos caballeros que venían en compañía de la pequeña delegación custodiaban la entrada, por lo que le fue imposible a la duquesa el paso, haciendo que dicha acción le molestará bastante. Kasir en cambio se excuso con sus deberes de educación para heredar el ducado y se marchó, Eleonoro huyó rápidamente del lugar una vez los invitados se marcharon, y Vanessa cómo cada día, se dedicó a mantenerse apegada a la duquesa, sin embargo, la tranquilidad era demasiado buena para durar tanto tiempo.

-Emily

—¿Si mi señorita?

-Estoy algo curiosa, ¿Sabes quiénes eran los hombres que vinieron con mi padre?

—¿Se refiere al mayordomo de traje negro y el hombre de apariencia poco discreta?

-Exactamente

—No lo tengo muy claro señorita, pero he escuchado que los sirvientes más cercanos del emperador y la emperatriz bordan sus trajes con hilos finos y tienen en la solapa el escudo familiar

-¿Eso quiere decir?

—Eso quiere decir, que el señor de apariencia poco discreta tiene el escudo familiar en la solapa de su traje, por lo que debe ser un sirviente cercano al emperador

-¿Un sirviente del emperador? «No recuerdo que un sirviente del emperador estuviera en una reunión privada con el duque a esta altura, ¿Será porque Cristal decidió salir de la habitación?» ¿Puedes averiguar qué está haciendo aquí?

—Eso sería un poco difícil señorita, pero puedo intentar descubrir algo —preocupada— esto... ¿Estará bien sola señorita?

-Si, ve, no te preocupes por mí

—Esta bien señorita, nos veremos más tarde

Al marcharse Emily tomé un camino diferente del suyo, me dispuse a dar un paseo por los alrededores del ducado, quería mirar más detenidamente este lugar y ayudarme a pensar. A medida que caminaba habían algunas zonas abiertas como el jardín, el cual estaba algo descuidado, seguramente la duquesa estaba tan ocupada con sus eventos sociales o vestidos caros que no podía ocuparse de él. El sol picaba sobre la piel, y se hacía algo extraño sentir el cosquilleo y el viento azotando mi cabello. Siempre quise tener el cabello rojo, o vestir atuendos antiguos, pero nunca pensé que sería reencarnado en el cuerpo de otra persona. Se siente extraño haber cambiado de vida hacia otro mundo, pero el negarme a mi misma el hecho de que estoy aquí solo me causaría problemas, es mejor afrontarlo y cambiar el destino de esta chica, si ella vive, entonces yo también puedo seguir viviendo.

-Lleve una mano a mi barbilla y asentí-

«Bien, usemos los conocimientos de esta novela y el flujo de la historia y pongamoslo a nuestro favor, tracemos una línea recta donde se reflejen nuestros objetivos. Si tratamos de conseguir algunos personajes a nuestro favor, iremos aumentando el poder de Cristal, y asistiendo a algunas reuniones sociales cambiaremos su estatus social, también debemos buscar una forma de cambiar los rumores sobre ella»

-Suspiré-

«Ahora mismo Cristal debe ser considerada una chica malvada, obsesiva y rencorosa, una bruja que controla a las personas con magia negra, y diferentes rumores cuadrados por Vanessa, su madre y sus seguidores. Estoy perdida, tengo más problemas que posibilidades de sobrevivir. ¿Debería escapar?. No, ¿Pero con qué dinero?. Debería hacer dinero y luego ver qué posibilidades hay de escapar, hablando de dinero»

-le di un vistazo al jardín en el que me encontraba-

«¿Por qué este jardín luce tan lúgubre?. Se supone que hay fondos para el mantenimiento de la mansión y contratar a un jardinero. No veo ninguno por aquí, tampoco veo a sirvientes, ¿Acaso... Todo está mal por aquí?»

—Por allá, ¡Rápido!

—Espera, cuidado con la ropa

—Atrapenlo, ¡Atrapen al ladrón!

«¿Ladrón?. No había una escena como esta en este día. Primero un carruaje sin insignia, luego el empleado del emperador, una reunión con urgencia cuando el duque llega de viaje, y ahora ¿un ladrón?. Ni parece el inicio de la historia que leí. Las cosas están muy alborotadas para ser un solo día»

Me dirigí al lugar de donde provenían las voces, estaba cerca de los tendederos en la puerta de personal. Había un hombre que sostenía la mano de un niño, el cual tenía sujetado con fuerza un pedazo de pan.

—Pequeño bastardo, ¿Sabes cuál es el castigo por robar?. Devuelve lo que has robado y quizás no piense en denunciarte.

-¿Que está sucediendo aquí? —La mirada del hombre recayó en mi, decidí tomar una apariencia un tanto frívola y malhumorada, la mayoría de los sirvientes en este lugar eran fieles a la duquesa o neutrales, pocos estaban a favor de Cristal y los recuerdo bien, ya que en cierto punto llegaron a cambiar su vida por la de su señora— ¿Qué hace este niño aquí?

—Señorita Cristal, por favor no interfiera, este mocoso estaba robando comida, ni siquiera sé cómo se coló en el ducado

-¿Estabas robando comida?

Pregunte al niño, el cual simplemente me ignoro y volvió la cabeza

-¿Tienes hambre?

Miro el pan que tenía en la mano, el cual el hombre le arrebató. Caminé hasta el pequeño y me coloque a su altura.

-Dime... Pequeño, ¿Te gustaría tomar el té conmigo? —Le dedique una pequeña sonrisa—

—Narra Emily—

Me dirigí hacia la oficina del duque con un carrito donde llevaba algunos postres y té, los guardias inspeccionaron el carrito y luego de unos toques en la puerta se me permitió pasar.

—El té ha llegado, por favor, acepten una taza mientras hablamos —Hablo el duque—

–Duque Lawnig, su hospitalidad es en verdad agradable —dijo el hombre con el escudo bordado del emperador en la solapa—

—No es ningún problema, sin embargo, me gustaría saber porque ambos están aquí en este momento.

–Como sabe el duque, estoy aquí de parte del emperador, el ha enviado una solicitud para el duque, es de carácter urgente, se que acaba de regresar pero es necesario que comprenda la situación.

Me dispuse a acomodar la bandeja con bocadillos en el centro de la mesa, mientras escuchaba detenidamente lo que estos decían, y me preparaba para servir el té

—Entiendo, ¿De que se trata?.

–Sobre la situación en el norte, el emperador ha estado preocupado por el incremento de los ataques de demonios en la cordillera del norte, piensa en una posible expansión hacia el interior del territorio, no se me ha brindado mucha información, pero se me ha dado un documento de solicitud de apoyo para la familia del duque en el frente en caso de que la situación empeore

—Eso es un asunto muy serio, en la guerra contra los demonios y la lucha por el poder de hace 15 años no hemos visto un incremento como éste hasta el día de hoy

-Por el momento el emperador ha programado un encuentro con el señor del norte, pero este ha enviado a alguien en su lugar, el señor que nos acompaña, el afirma que puede resistir por el momento, pero si la situación empeora, el duque Lawnig tendrá que enviar a alguien de su familia en representación, y deberá ser alguien con facilidad mágica

–El número de magos en nuestra familia es menos que en generaciones pasadas luego de la muerte de la antigua Duquesa

—Lo entiendo señor, sin embargo, solo estoy a cargo de pasarle el mensaje y el documento, el plazo de tiempo que hay para ver si la situación no cambia y si debe enviar a alguien está escrito en el documento enviado por el emperador

—¿De cuanto tiempo dispongo?.

-Menos del que le gustaría al duque, de eso estoy seguro

Había terminado de servir el té, por lo que no tenía excusas para quedarme en la habitación por más tiempo, tome las cosas y me vi obligada a salir, abandonando el despacho y la conversación del duque.

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