La Subasta (parte1)

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...Narra Ethan:...

　　– Señor gruñón… ¿dónde vamos?– Pregunta Joss haciéndose el gracioso delante mío y de Erick.

　　– Al cementerio– Respondo con sequedad al tenerme bastante harto con sus chistes estúpidos.

　　– ¿Para qué?– Pregunta Erick al provocar un silencio profundo dentro de la camioneta.

　　– Iré a ver sus tumbas, porque si siguen con sus tontas bromas los terminare matando– Digo al conducir sin rumbo alguno.

　　– La verdad que ese apodo te queda bien, señor gruñón– Ambos ríen por el comentario tonto de Joss.

　　– Oye, gruñón, es para mí o te retaron a ser el mejor– Erick habla estando en la parte trasera de mi camioneta doble cabina marca Toyota.

　　– Eso no es nada a comparación de los Heston– Sonrío de lado– Esta noche mostrare de lo que soy capaz de hacer, dudo que alguien este dispuesto a pagar por ese cuadro más que yo.

　　– Esa chica parecía que sí…

　　– Dejen de hablar de ella como si fuera importante– Digo mascullando al conducir por una calle asfaltada con jardines a sus costados.

　　– Si te pones a pensar, ella, es la primera mujer que te ha retado. La mayoría se enamoran o van detrás de ti por dinero– Joss agrega con una sonrisa al ver a sus costados.

　　– No es la primera– Digo con seriedad al dejar un silencio suspensivo dentro de la camioneta.

　　– Ahhh...– Erick rompe el silencio al alargar esa simple palabra, para volver nuevamente al ambiente en que nos encontrábamos– ¿Quién es?

　　– Ethan Wells, no tuvo un rechazo… ¡Sino dos!– Y en ese momento en donde los dos estallan en risas provocando que mi enojo aumente de una manera muy rápida.

　　– Váyanse a la mierda– Digo al detener mi camioneta enfrente de una inmensa casa blanca la cual es rodeadas por arboles, flores y césped que adornan la entrada como el resto del lugar.

　　– Ethan…– Joss viene detrás mío junto con el otro estúpido más.

　　– ¡Ethan!– La puerta de la casa se abre de lado a lado con rapidez, dejándome ver a una hermosa jovencita de solo 19 años.

　　Sin esperarlo, Jane, mi hermana menor se lanza a mis brazos provocando que la reciba con los brazos abierto para comenzar a girarla por el aire al mismo momento en que escucho su melodiosa risa. Al detenerme, me separo de ella para admirar su hermoso cabello castaño claro que hacen juego con sus ojos mieles, junto con esa digna sonrisa de una verdadera modelo.

　　– ¿Cómo estás, princesita?–

Pregunto al acariciar una de sus mejillas.

　　– No sabes lo emocionante que es modelar, tienes que venir conmigo una sola vez, Ethan. Tienes que conocer el mundo entero, es tan maravilloso– Dice con un notorio entusiasmo al estar de gira durante seis meses.

　　– Créeme, conozco al mundo tan bien como tú–Digo al sonreír leve.

　　– Claro, salúdalo solo a él. Nosotros nos marcharemos–Dice Erick con indiferencia al pasar al lado de ella con sus brazos cruzados.

　　– Esperen...– Jane toma del brazo de Erick para detenerlo y abrazarlo.

　　– Ahora falto yo– Joss abre sus brazos provocando que Jane se dirija hacia él que es donde lo abraza.

　　– Son unos celosos– Digo al comenzar a caminar lento.

　　– Seré celoso pero no un viejo gruñón– Larga Erick provocando que me detenga en seco para observar que los dos sonríen maliciosamente.

　　–¿Viejo gruñón?– Pregunta Jane con media sonrisa– ¿Y eso a qué se debe?

　　– De nada, no les hagas caso a esos estúpidos– Digo al observar como Joss mueve sus cejas.

　　– Dime Jane: ¿Existe alguna mujer que haya rechazado y odiado a Ethan?–Pregunta Erick observando fijamente a Jane.

　　– No… ¿Por qué?

　　– Porque el gran Ethan Wells fue rechazado a la primera– Joss responde a su pregunta manteniendo una expresión maliciosa.

　　– Y no solo eso, también fue retado por la subasta de esta noche– Erick le hecha más leña al fuego– Y su nuevo alias es “El viejo gruñón”, así fue llamado por esa chica– Termina con una sonrisa para comenzar a caminar junto con Jane y Joss.

　　– Son unos inmaduros, no dicen más que puras mentiras– Digo al darle la espalda para caminar hacia esa casa donde subo unos cuantos escalones para entrar y ver que Julieth, mi hermana mayor, aparece en la sala principal– Julieth...–

La detengo para observar que me mira con una sonrisa– Erick, Joss y Jane me están molestando– Digo al acercarme a ella la cual me envuelve en un abrazo.

　　– Ethan…–Escucho que ríe un poco.

　　– Awww… el nene ya fue a ponerle las quejas a la hermana mayor– Escucho como Joss dice con un tono de voz burlesco.

　　– Déjenlo en paz– Dice Julieth al separarme de ella para acercarse a esos tres– Erick, Joss… estarán castigados, sin la Play Station por dos días y Jane sin salir durante dos días también– Dice al tomar de las orejas de mis hermanos.

　　– ¡AY! ¡Julieth, LE DIRÉ A PAPÁ!– Joss se queja al tratar de zafarse de su agarre.

　　– ¡YO TAMBIÉN!–Erick lo apoya como la mayoría de las veces.

　　– ¡Julieth, YO NO HICE NADA!– Jane es la que comienza a hacerle cosquillas provocando que esta deje a mis hermanos los cuales corrieron a mí para embestirme y chocar mi espalda contra la pared.

　　– Esta es nuestra venganza– Joss sonríe de lado.

　　– En tus sueños– Digo al empujarlos con todas mis fuerzas para salir corriendo por la sala.

　　– ¡TODOS A ETHAN!– Grita Jane al sentir que se me lanza encima haciendo que trate de sacarla antes de que mis hermanos lleguen.

　　Jane comenzó a gritar en mi oreja cosa que hizo que llegaran Joss, Erick y Julieth en mi búsqueda, no tardaron en unir fuerzas para tratar de tirarme al suelo, cosa que lograron de inmediato.

Sin imaginarlo comenzaron a hacerme cosquillas provocando las carcajadas de mi parte al sentir sus manos, me retuerzo de la risa en el suelo con mis hermanos sobre mí.

　　– Señor- – El mayordomo aparece en la sala llamando nuestra atención– Su padre ha llegado– Dice con indiferencia para luego retirarse.

　　– A ver, salgan… papá nos va a matar– Digo al tratar de levantarme pero me es imposible ya que me tiran al suelo.

　　Mis hermanos se comienzan a quejar ya que cada vez que tratan de levantarse los tiro al suelo, ya que ellos me lo hicieron a mí. Entre sus risas repito una y otra vez el mismo movimiento hasta que la puerta se abre dejando ver a mi padre entrar por esa puerta, el cabello plateado de mi padre brilla en la sala y en su traje que resalta la fuerte figura de un hombre mayor.

　　Con rapidez, mis hermanos, se colocan de pie bajo la mirada de mi padre. Los cinco quedamos en silencio, sin dirigir la mirada a esos ojos azules de él. Mi respiración se entrecorta por un momento al sentir como su ceño se frunce al elevar su mano un poco. En silencio nos acercamos para dejar un beso en su preciado anillo.

　　– A mi oficina, tenemos que hablar– Con su gruesa voz provoca que Funza mi ceño al seguir su paso hacia su oficina–

Tomen asiento– Ordena con firmeza y autoridad provocando que mis hermanos se sienten– Toma asiento Ethan.

　　– No quiero sentarme– Digo al solo cruzarme de brazos para observarlo seriamente.

　　– Como quieras– Dice en un suspiro de resignación para sentarse en su silla detrás de su escritorio– Saben que hay una subasta hoy– Mis hermanos asienten– Esta noche les tengo otro trabajo, aparte de conseguirme ese cuadro.

　　– ¿Cuál?– Pregunto llevándome la mirada critica de ellos.

　　– Como saben, tenemos enemistad con los Rusos. Durante mi viaje tuve la oportunidad de encontrarme con el jefe de esa mafia.

Mi ceño se frunce al escuchar esas palabras–… quedamos en varios acuerdos sobre nuestra rivalidad…

　　– ¿Cuáles son los acuerdos?– Me apresuro a preguntar al ver que mi padre me fulmina con la mirada.

　　– Tenemos dos acuerdos, uno pasivo y uno activo. El pasivo es que uno de nuestros hijos contraiga matrimonio, para dejar de ser enemigos. Saben a la perfección que somos más fuertes que ellos pero siempre quieren dar la nota…

　　– Si somos tan fuertes, ¿por qué no atacamos? En vez de acordar algo tan estúpido– Digo al observar atentamente a mi padre– Somos la mejor mafia, somos de sangre italiana, somos sicilianos. No hay nada que nos detenga.

　　– ¡Ethan!– Mi padre golpea su escritorio con su puño– El FBI esta detrás de nosotros por nuestras cabezas, somos los más fuertes, y si caemos nosotros caen los demás. Es más que seguro que el ruso cooperará con ellos a cambio de varias cosas, no me puedo dar el lujo de perder todo lo que hemos logrado.

　　– Ethan… deja que termine– Julieth pronuncia al estar seria con la mirada fija en mi padre– No seas irrespetuoso, es nuestro padre– Su mirada fría como un hielo pasa a mí provocando que solo me quede en silencio.

　　– Tenemos dos opciones, que uno de nuestros hijos contraigan matrimonio y la otra opción es dejar nuestras inversiones legales a su nombre– Dice al suspirar lento.

　– Como no dejaste todo como antes, ¿Ves lo que has hecho?, pareces gallina con esas opciones estúpidas– Digo al acercarme a la puerta para abrirla y azotarla con fuerza y comenzar a caminar por ese pasillo con firmeza.

　　Narra Erick:

　　Observo y escucho como Ethan sale enfurecido de la oficina de nuestro padre, jamás vi que algo tan simple le molestará tanto, aunque de cierta manera nunca creí que mi padre se acobardara tanto ante el enemigo. El silencio se apodero de la sala causando un tremendo miedo de respirar brusco o tragar saliva sin que nadie comience a decir algo.

　　Seguramente Ethan ya está bebiendo sus licores... Que suerte.

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