Huir

En cuanto Eduardo y Lucia llegaron al lugar donde se quedaban comenzaron a discutir.

-  ¿Qué paso? ¿Qué fue todo eso? – pregunta Eduardo mientras se sienta en un sofá -, necesito toda la verdad, nos conocemos hace

más de dos años, nos fuimos juntos del país, pensé que confiabas en mí.

- Confiar en ti – sonríe -, acaso tú no tienes

secretos conmigo… eres un santo.

- No, no soy un santo, pero no tengo ningún secreto que pueda lastimarte, que cambie nuestra vida, yo en verdad te amo, si es por

mi nos habríamos casado hace tiempo, ahora tengo dudas ¿me amas? ¿me quieres? ¿Qué soy para ti? ¿significo algo en tu vida? Por favor responde – se pone de pie.

- Necesitaba huir de mi casa, de mi vida, de lo que era cuando nos conocimos, eras mi escapatoria, mi salida del infierno en el que vivía, eso eras.

- Era y ahora, en el presente sigo siendo tu

escapatoria …

- No la verdad en este momento solo eres una fachada o eras porque ya no te necesito y tengo que recuperar mi vida, conociste a Lucas y a Carla verdad – se para frente a el -, Lucas es el amor de mi vida, es el único hombre al que he amado de verdad, es el único que me interesa y Carla es mi hija ¡mi hija! Lo escuchaste bien.

- Nunca fui nada para ti – se sienta en el sofá -, no sentías ni un poco de cariño, te he apoyado en todo, ¿por qué jugaste conmigo?

- Quieres la verdad, al principio solo fingía que

tenía interés por ti, de todos los hombres que conocí eras la mejor opción, ahora que te conozco puede decir que siento cariño por ti, pero como un amigo.

- Y los amigos se besan, no son sinceros entre sí, no confían…

- Nunca pasamos de besos, tenía que asegurarme que no me dejaras, lo siento fui egoísta solo pensé en mí, en lo que yo quería, nunca quise lastimarte.

- No tienes que decir nada más, recogeré mis cosas y me voy espero que encuentres lo que buscas. Yo no merecía que me trates de esta

forma, fui sincero contigo siempre, si deseabas utilizarme no debías ilusionarme tanto, no debías dejar que planee un futuro contigo, que te incluya en todos mis planes.

Eduardo recogió sus cosas y se marchó del lugar, después de su partida Lucia se acostó en la cama y lloro hasta quedarse dormida.

Lucia _ ayer lloré, fui injusta con Eduardo nunca debía utilizarlo y solo verlo como un escudo una escapatoria, la vida ya me quito demasiado merecía tener un momento de paz, pensar en lo que quería, curar mis heridas, ahora tengo que recuperar a mi familia es lo único que importa.

Lucia decidió ir de nuevo hablar con sus padres y de ellos obtener la dirección de Lucas, al llegar fue recibida enseguida con ellos.

- Piedad: pensamos que no volverías.

- Lucia: siento decepcionarlos.

- Piedad: no me mal intérpretes, solo pensé que no querías saber nada mas de nosotros, que nunca nos perdonaras por lo que te hicimos.

- Lucia: no es fácil perdonar años de ¿Cómo decirlo? De maltrato, de torturas. No importa solo tengo unas preguntas ¿Qué paso con mi

madre? ¿Por qué aceptaron que Lucas este con Sofía?

- Rogelio: de tu madre no sabemos nada, después de que Piedad se fue con Sofía ella hablo conmigo, solo dijo que no podía

mantenerte, además de que sus padres la echaron de su casa a penas se dieron cuenta de su embarazo y en ningún trabajo la aceptaban con un bebe, le ofrecí mi ayuda dijo que no quería volverme a ver, pero que tú eras mi hija y merecías tener un futuro mejor, te dejo y nunca supe nada más de ella.

- Lucia: ¿Cómo se llama o llamaba? ¿Dónde vivía?

- Rogelio: Lucrecia era su nombre, no sé si ella está viva o no, tampoco sé dónde vivía jamás me intereso saber cosas sobre ella solo quería poseerla nada más.

- Lucia: ¿Por qué aceptaron que Lucas este con Sofía?

- Piedad: yo lo acepté porque iba a perder a mi hija si no lo hacía, además que fui a terapia durante mucho tiempo y me ayudo a

comprender mejor las cosas, mientras que Rogelio tuvo un accidente un caballo lo tiro y cayó en el empedrado casi muere, así que al estar al borde de la muerte decidió ser feliz y no complicarse por ciertos asuntos es todo.

- Rogelio: te perdí y gane tu odio por mis prejuicios, no iba a perder a la única hija que me quedaba, cuando conocimos a Carlita nuestro mundo cambio es una niña dulce, te enamoras con solo verla, pero nosotros te la arrebatamos, te quitamos la oportunidad de

estar junto a ella lo siento.

-  Lucia: de eso quería hablar, tienen la dirección de Lucas, necesito hablar con el sobre mi hija.

- Piedad: si, pero no creo … - es interrumpida.

- Lucia: recuerda que es mi hija, tengo derecho de verla siempre será mi hija.

- Piedad: lo entiendo, pero la niña tiene una vida perfecta, antes no la querías la despreciabas cuando estaba en tu vientre.

- Lucia: eso no es algo que tenga que explicarte, solo quiero su dirección Carla es mi hija entiendan eso, merecemos estar

juntas.

- Piedad: ella tiene una figura materna, te volverás a ir con Eduardo para que quieres ser parte de su vida si la vas a dejar.

- Lucia: no pienso dejarla de nuevo.

- Piedad: pero … - es interrumpida.

- Rogelio: basta Piedad, ella tiene razón es su hija le quitamos tres años de la vida de Carlita, no pudo ver cuándo comenzó a caminar o su primera palabra, esos pequeños detalles son los que guardo en mi corazón de Sofía fue mi mayor alegría en su momento – busca en un cajón – ten – le entrega una tarjeta -, no sabemos dónde vive, pero ahí tiene su local, de seguro lo encuentras.

- Lucia: gracias, me tengo que ir, que tengan un buen día.

Lucia enseguida salió de la hacienda en busca de Lucas.

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