Reencuentro

Ya era la 1 de la madrugada cuando llegaron a la manada, Alan entró al estacionamiento de la casa principal, bajó de su auto y apenas había dado dos pasos, cuándo todo se oscureció. Dos minutos después llegaron Alex y Liz, que al verlo tirado en el suelo corrieron a auxiliarlo.

Liz llamo a tres guerreros que venían regresando de su guardia, para que los ayudaran.

Liz- chicos, necesito su ayuda, el Alfa está inconsciente, debemos llevarlo a su habitación y que venga pronto el médico, dirigiéndose a uno de los chicos. Dos entraron al estacionamiento, pero se quedaron desconcertados al encontrarse con Alex, se pusieron en guardia y miraron a Liz para recibir indicaciones. Ella comprendió su desconcierto y les dijo "él es el beta Alex, es mi mate y miembro de esta manada. Por favor ayuden a subir a mi hermano a su habitación.

Ambos- Entendido!!! dijeron no muy convencidos

Entre los tres subieron a Alan, era extraordinariamente alto y pesado. Lo recostaron en la cama y los guerreros salieron, Liz y Alex se quedaron solos en la habitación esperando al médico. Liz estaba muy preocupada, últimamente había notado a su hermano muy cansado, pero esta era la primera vez que caía inconsciente.

Alex- preciosa, tranquila! es fuerte, estará bien.

Liz- no, no está bien, cada vez lo veo más decaído

Alex- aún no la encuentra, verdad?

Liz- No, piensa que la Diosa Luna, se olvidó de enviar una pareja para él.

Alex- entonces, se le está acabando el tiempo...

Liz- el tiempo?

Alex- si, hace cuatro años, antes de separarme de la manada, el consejo de ancianos decidió darle un tiempo limitado para buscarla, el aún tenía esperanza y negoció con ellos hasta que logró que el límite se extendiera a 5 años, accedieron no muy convencidos, con la condición que si no la encontraba, tendría que aceptar la esposa que ellos eligieran.

Liz- pero eso es injusto!!! mi hermano necesita más tiempo. Porqué debe aceptar lo que dijo el consejo???

Alex- no, no es justo, pero él es un Alfa, sin su Luna se irá debilitando, eso lo hace vulnerable y la manada corre peligro.

Liz comenzó a llorar, ahora entendía el motivo de la tristeza de su hermano.

El médico de la manada no tardó mucho en llegar, fue recibido por una de las chicas del servicio y lo acompañó a la habitación, entró sin preguntar dando un ligero vistazo dónde estaban Liz y Alex y comenzó a revisar a Alan, ellos se quedaron atrás dando espacio a Luis, que no solo era Doctor, también había tomado el lugar de beta cuándo Alex se fue.

Alex sintió un golpe bajo al sentir esa mirada, en ese momento Alan comenzó a recuperar la consciencia.

Doctor- Vaya que nos diste un buen susto muchacho!!! - se dirigía a él con mucha familiaridad ya que era un buen amigo de su padre

Alan- que me pasó? me siento un poco mareado

Doctor- sufriste un desmayó por agotamiento, necesitas dormir más

Alan- un poco complicado, los asuntos de la empresa y la manada, son bastantes.

Luis- pues hoy tendrás que hacerme caso, te voy a aplicar un calmante y tendrás que dormir.

Alan- pero tengo varios asuntos pendientes aún.

Luis- pues hoy tendrás que obedecer al doctor y sabes que puedes confiar en tu padre y en mi.

Alan- no quiero preocuparlo, ya no es el Alfa, esos deberes son míos ahora, él ya hizo un extraordinario trabajo, me toca a mí estar atento, y no quiero echar a perder el paseo de mis padres haciéndolos regresar una semana antes de su viaje.

Luis- Me alegra que tú si tengas bien clara tu posición y responsabilidad como Alfa de esta manada, pero por una noche que te relajes no pasará nada.

Esas palabras, fueron directo al corazón de Alex, sabía que tenía razón, pero no dejaba de doler.

Liz- hermanito, por favor hazle caso y descansa, deja que te aplique algo para que puedas dormir -tratando de desviar la tensión que sus palabras provocaron en Alex

Alan- ok está bien, pero no les digas nada a nuestros padres.

Liz- está bien, pero por favor, relájate y descansa -en ese momento Luis procedió a aplicar el calmante

Alex- antes que me retire, hay algo que debo hacer para formar parte de la manada nuevamente..

Luis- ahora no!! lo harán después de que descanse y recupere fuerzas - dijo con autoridad, mientras Alan cerró los ojos presa del agotamiento y el efecto rápido del medicamento

Alex- yo....

Liz- dejemos que descanse, cuándo despierte lo harán - apretando su mano- vamos, pediré que te preparen una habitación.

Luis- un solitario no puede dormir en la casa principal, será mejor que salga de la manada y se hospede en un hotel.

Liz- pero él es mi mate!

Luis- y hasta que no reconozca a su Alfa, deberá seguir las reglas como todos.

Alex- tranquila cariño-apretando su mano al sentir que ella estaba molesta- es verdad, debemos respetar las reglas de nuestra manada

Liz de pronto reaccionó, ella estaba pasando por alto algo demasiado importante, Luis era el padre de Alex y también para él estaba siendo muy difícil hacer cumplir las reglas en ese accidentado reencuentro después de 4 años.

Liz- entiendo, entonces te avisaré cuándo Alan esté en condiciones, llévate mi auto. Y Luis...lo lamento, tienes razón. De hecho, creo que tienen muchas cosas de que hablar, pueden usar el estudio de mi hermano, yo me retiro a mi habitación. Buenas noches.-dándole un beso a su mate y las llaves del auto, se giró, le dió un abrazo a Luis y le dió las gracias por cuidar siempre de Alan.

Salieron los tres de la habitación, Liz caminó a su habitación y ellos fueron al estudio de Alan, cuándo estuvieron solos Alex se arrojó a los brazos de su padre como niño pequeño, aunque Luis intentó resistirse, no pudo, le devolvió el abrazo y le dijo - espero que realmente estés aquí para quedarte y tomar tu lugar, si es así ve a ver a tu madre que te extraña muchísimo, si no, es mejor que no la veas 😔 ella a sufrido mucho por tu ausencia.

Alex- lo sé papá, perdón! yo estaba mal, la culpa me ganó y no supe cómo reaccionar, yo he madurado, Liz también sufrió por mi indecisión y mis miedos, no pienso hacerlos sufrir de nuevo. Vine para cumplir con mi manada como debí hacerlo desde el inicio.

Luis- entonces vamos a casa, tu madre estará feliz de verte, después te irás a descansar al hotel más cercano y más tarde podrás hablar con Alan.

Al llegar a casa de sus padres, su mamá casi se desmaya al verlo llegar, lloraron, conversaron y se abrazaron llenos de felicidad por qué su hijo estaba de vuelta y también porque había encontrado a su mate.

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