La nota en mi bolsillo

Continuo leyendo a dos hojas de explicación, encontrando otros documentos que habla sobre un accidente que mis padres tuvieron hace 8 años, parpadeo varias veces al ver las actas de defunción- llevo una mano a mi boca y mis ojos se abren más de la normal, no puedo creer lo que estoy leyendo.

Murieron hace 8 años, eso indicaba el documento, decía que no tenía ningún familiar presente en mi vida o mejor dicho con vida, solo una tía lejana que nunca me conoció y nunca estuvo al pendiente de nuestra existencia.

Mi lágrima corrían por mis mejillas, mi cuerpo temblaba y mi piel seguía quemando como una fiebre que sobre pasa la temperatura normal, sintiendo con los segundos como mi corazón se agita de una manera precipitada, adolorida, triste y sobre todo derrotada, no tenía a nadie importante en mi vida, era cruel no recordar pero era más cruel leer y saber todo.

- Listo cariño tranquila te sentirás relajada en solo segundos - Dice la doctora abrazándome, limpiando mis lágrimas y acariciando mi cabello.

Mirando a un punto fijo mi cabeza da vueltas sentí mi cuerpo relajarse y rápidamente sentí mucho sueño, el dolor físico se fue pero el dolor de mi corazón estaba muy presente como una herida recién hecha, sin luchar me dejó llevar por esa sensación y deseo de dormir y cierro mis ojos al entregarme a la oscuridad.

*****

Unas horas después desperté muy hambrienta, mi estómago sonaba con fuerza era totalmente lógico, perdí el desayuno y almuerzo por las repentinas visitas y terrible noticias; supongo que la doctora no tuvo opción que ayudarme con mi dolor y nervios utilizando un sedante.

Me remuevo y observo que a mi lado ya se encontraba la doctora quien me regala una amplia sonrisa.

- Hola cariño, que bien que estés despierta, enseguida te traerán tu cena, necesitas alimentarte muy bien, únicamente eso necesitas para que te den de alta.

- hola doctora- sonrió- lo haré gracias tengo mucha hambre.

Estando a solas empecé a recordar el triste informe de investigación que me entregaron los oficiares, mi corazón y mi alma estaban más que tristes, que será de mi vida sin recuerdos a los cuales aferrarme, sin familia.

 ¿Será por eso que vine a esta isla?. Estaba escapando de esa terrible y triste vida, una vida sola, en el informe no hablaba de un novio o de amigos.

Una vida tranquila decía pero, ¿qué vida era esa?. En dónde llegas a una casa vacía, no puedo ni asimilar lo triste y difícil que pudo ser toda mi vida después de la muerte de mis padres, mi única familia, definitivamente huir de todo ese dolor debía ser el motivo de mi viaje a esta isla.

Tan pronto llegó la comida no tarde en comerlo todo, al día siguiente continúe cumpliendo lo que la doctora me pedía, si solamente debía alimentarme, si eso era lo único que debía de hacer para salir de aquí para mi sería muy fácil de cumplir porque siempre tenía un hambre insaciable.

Seguía triste y ansiosa por no recordar nada de mi pasado pero tampoco soportaba el encierro estaba haciendo todo lo posible para que me dieran de alta pronto.

Paso un día más de alimentos y revisión médica, la doctora siempre me visitaba e intercambiamos unas que otras palabras de verdad me agradaba su compañía.

- Bien cariño tus exámenes salieron muy bien, en pocas palabras estás perfecta, esta tarde podrás salir de alta - Dice la doctora clara con una gran sonrisa que en segundos me contagia al sentirme a tan pocas horas de conocer otro ambiente.

- Muchas gracias - un momento después caí en cuenta de que mi vida, no tenía un rumbo fijo ¿A dónde iré?, La doctora nota mi cara, que de seguro era de completa preocupación.

- No te preocupes traeré algo de ropa, recuerda que sigues hospedada en el hotel Island resort, al llegar a ese lugar le explicas a quien se encuentre en la resección lo que te ocurrió, le muestras tu identificación de seguro te dará las llaves - comenta la doctora entendiendo o leyendo mi expresión.

-Te pediré un favor muy personal cariño, ten está tarjeta- la tomo- ya tiene mi número llámame si necesitas algo, pronto iré a verte - comenta la Dra. Clara acariciando mi cabello como siempre lo hacía, ella es la única persona que me agradaba en este hospital, es tierna y amable además inspira confianza.

- Gracias por todo - le di un corto abrazo.

La doctora se marcha, en la tarde entra una chica con una bolsa de tienda, dentro tenía una muda de ropa cómoda que consistían en unos pantalones largos de mezclilla y camisa de algodón mangas largas.

Me aseo de prisa me vestí, acomodando mi pantalón noté que en el había una nota en uno de los bolsillos además de efectivo.

La nota decía: para que pagues el taxi asta el hotel, nos veremos pronto cariño.

Me sentí triste por esa corta despedida; ella es una mujer de muy buen corazón, debí abrazarla un poco más, aunque se que la volveré a ver, yo necesitaba de ese abrazo o tan solo un poco más de la compañía de la amable doctora, una posible amiga que quizás borre esta triste sensación de ausencia, la sensación de extrañar algo o alguien que no logro recordar.

Me miré al espejo detallando mis atributos; intentando reconocerme a mi misma, tengo cabello negro, largo y brillaba a simple vista muy bien cuidado.

Pienso que es muy hermoso al mismo tiempo que lo acaricio y lo peino, tú puedes jade Miller, me animo mentalmente.

mi instagram @velasquezfelicia22

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