la amable doctora

-No recuerdo nada, no recuerdo mi nombre.- Solo eso pude responder mientras mi labio temblaba y mis ojos seguían húmedo.

La doctora nota mi angustia -Bien cariño no te preocupes, fírmame esta autorización como puedas para así hacerte todos los exámenes que necesites, comenzaremos con unas placas, tomografía, seguido de exámenes de sangre.- Continúa Dra. clara explicándome todo el procedimiento.

Con manos temblosas a causa de mis nervios tome la carpeta junto con el bolígrafo y firme lo que era más parecido un garabato sin sentido que una verdadera firma, ya que no logro recordar ni siquiera mi nombre.

La doctora observa el papel y sonrió al notar mi torpe intento de firmar y percatarse que ni siquiera sabía mi nombre.

Entraron enfermeras me llevaron a una fría habitación, yo me mantenía callada observando todo el procedimiento y los diferentes extraños instrumentos.

Me tomaron varias placas, luego una tomografía.

Me llevaron a una habitación, nuevamente veo la doctora Clara entrando justo después que me ayudaron a subir en lo que sería mi cama.

- bien cariño esta será tu habitación aquí podrás estar más cómoda, ahora solo queda tomar una muestra de sangre- me informa la Dra. Clara y continúa hablando.

-Mañana vendrán dos oficiales de policía, no te preocupes solo te realizarán unas preguntas de rutina y te ayudarán a investigar que sucedió- finaliza

- gracias doctora- Respondí, sintiendo un alivio al saber que alguien me ayudará a buscar respuestas.

Seguía esforzándome en recordar, pensaba y pensaba pero el único recuerdo que venía mi mente era ese muelle.

Unos pocos minutos en silencio La doctora estaba impaciente viendo a los lados y observando su reloj como si espera alguien, de pronto entro una chica muy joven con uniforme blanco.

- Siempre llegando tarde - Soltó la Dra. clara con tono de disgusto

-hola señorita seré rápida - comenta la joven sacando los instrumentos para tomar la muestra de sangre, ignorando el comentario de la doctora sin siquiera voltear a mirarla.

Ya me encontraba cansada de tantos exámenes solo deseaba estar en silencio para concentrarme, con un dolor de cabeza cansada mentalmente de pensar y no poder recordar nada estiro mi brazo.

Cerré los ojos de golpe y volteé mi rostro esperando que de verdad la joven fuera rápida, mi corazón se aceleró sin motivo sentí un repentino extraño caloron y en cuestión de segundos mi cuerpo se volvió caliente, mi piel ardía, no sabía que sucedía pero todo fue muy rápido me queje por el desconocido malestar.

- Auuzz, mi piel quema -digo en vos alta

- pee, pero .. no he comenzado no encuentro tus venas, tú.. Tu piel es verde - Comenta tartamudeando la joven con evidentes nervios.

Abro mis ojos para ver a la doctora que estaba frente de mi; en un segundo veo que ella se movió tan rápido quedando justo a mi lado, le dio un pequeño empujón a la chica y así ella se adueña de su lugar, cuando giro mi cabeza y observo mi ante brazo me sorprendí al ver mi piel de un tono verde muy notorio como una gran mancha que crecía y se expandía.

- Aún te falta mucha experiencia querida, estas cosas pasan cuando se es nueva, retírate lo haré yo- comenta y Ordenó la Dra. Clara clavándole una mirada seria.

Mientras yo me quedo sorprendida cuando ella no le da importancia a lo que le sucede a mi piel, observo a la chica ella estaba intimidada y confundida al igual que yo; sus manos temblaban y sin más que hacer ella sale de la habitación con cara de disección.

- Cariño no te preocupes por tu brazo debe ser producto de un golpe, tranquila yo si seré rápida al tomar la muestra, pronto podrás descansar - Comentó Dra. clara tratando de calmarme porque evidentemente mi rostro era de sorpresa.

- Me duele mi piel siento que me quema, ¿segura que estaré bien? - insisto con algo de desconfianza no parecía un golpe y mi cuerpo dolía demasiado para ser algo tan simple.

-Respira profundo, inhala por la boca y exhala por la nariz, verás que así tu cuerpo se relajara, no dejes de hacer las respiraciones - Me sugiere la Dra. clara

Me concentré tanto en su petición que no me di cuenta cuando la doctora ya había tomado la sangre, luego preparo otra jeringa con la misma rapidez e introdujo el contenido de ella en una bolsa que tenía un líquido transparente, la bolsa colgaba al lado de mi cama, me tomó la mano me coloco una aguja soltó el líquido que contenía la bolsa transparente comenzando el mismo a gotear poco a poco.

- Cariño recuerda cuando esto suceda solo respira profundo, pronto podrás dormir - Comentó la amable doctora acariciando mi cabello viendo mi rostro con ternura, su vos era tierna y reconfortante.

No se que tenía ese líquido pero en segundos me pude sentí relaja y sentí sueño, sin darme tiempo de luchar o hablar cierro mis ojos y me entrego a la oscuridad.