El despertar

Abro mis ojos viendo un hermoso cielo iluminado con muchas estrellas.

Lo primero que detallo es ese hermoso y oscuro cielo, me encontraba incómoda en un húmedo y descubierto lugar.

Me remuevo sintiendo mis músculos rígidos y adoloridos mientras escucho el insistente ruido de agua.

Me sentí muy cansada y tenía un indescriptible ardor en mi piel no entendía la razón de lo que era pero se sentía como si me quemaran bajo la misma piel dolía en demasía, me removía a causa del dolor mientras de mi boca salían apagados quejidos.

A los segundos comienzo a sentir frustración pero más era mi confusión al intentar recordar y encontrarme con mi mente en blanco, adolorida y con miedo solo me quedaba girar mi cabeza en busca de respuesta.

Observo a los lados sin saber exactamente que buscaba pero la pregunta era ¿dónde estoy? ¿que me sucedió? Miles de preguntas parecidas aturdían mi cabeza y ahora la misma se suma a los diferentes dolores.

Decido quedar acostada esperando que ese dolor en mis músculos y piel cesaran, con miedo e inseguridad en mi pecho a los segundos ese deseo me abandona.

Llena de preocupación insisto atreviéndome esta vez a buscar más con mi mirada volteo de un lado y solo pude ver un largo extenso mar de ese mismo es donde provenía el ruido de agua.

El mar solo era alumbrada por el hermoso cielo cubierto de estrellas, di un suspiro sintiéndome bloqueada y frustrada por no saber donde estoy, tomé fuerzas en mi rígido cuerpo.

Me levanté de un solo impulso y con solo ese esfuerzo me sentí aún más cansada y mientras mi cabeza daba vueltas por lo rápido que me levante; apenas pude notar que me encontraba en un sucio y duro suelo de concreto rústico.

Justo al final asta donde mi vista pudo notar estaban varios barcos de diferentes tamaños, no eran muchos pero sin duda era una especie de muelle; los barcos eran mi única compañía me quedo sentada esperando ver alguna persona y después de unos minutos sin escuchar a nada más que el mar tuve que recostarme de nuevo, ya que no sentía las fuerzas necesarias para levantarme y caminar.

Con el pasar de los minutos una angustia se apoderó de mí ser, sin recuerdos, sin saber que me pasó, ni entender en donde estoy; después de un buen rato recostada y sin esperanza escuché a lo lejos una solo voz y el ruido de sus pisadas me indican que se acerca hacia mi.

-¿Qué?, no puede ser ¿Jovencita qué te sucedió?- Decía una voz preocupada que no reconocí

-¿Señorita se encuentra bien?, Ayudaaa estoy aquí, llamen una ambulancia - Gritaba con desespero el hombre desconocido.

-Tranquila- me susurra- ya vendrán ayudarte- me escanea con la mirada- no veo que estés herida pero es preferible que no te muevas, ¿que te sucedió como llegaste aquí?- el hombre insiste en saber lo que mi mente me impide recordar.

A lo lejos escuché más voces y Vi como llegaba más personas, por supuesto quería hablar y responder todas esas preguntas que tanto hacían pero mi garganta estaba seca y mi confundida mente daba vueltas sin sentido, me dedique a observar sin pronunciar palabra.

Mis ojos picaron y mis sollozaron fueron inevitables de mis ojos empezó a brotar lágrimas de frustración al no recordar nada; sentir ese vació que me indicaban que algo o alguien me faltaban ¿quién soy?. ¿Por qué estoy aquí? Eran las preguntas que tanto me frustraban.

En segundos había mucho ruido y Luces luego la llegada de muchas personas en movimiento a mi alrededor.

Unas personas uniformadas de un mismo color comenzaron a revisarme, solo les veía sus rostros que para mi no eran familiar, cuando más me esforzaba no reconocía a nadie me subieron a una ambulancia y estando en ella a puertas cerradas todos continuaron revisándome con insistencia cada extremidad de mi cuerpo.

Mi ropa estaba mojada y yo estaba completamente mojada, eso apenas lo note, antes ni siquiera había sentido frío me preguntaron como caí al mar pero ¿cómo responder si no lo recuerdo?

-Afortunadamente, lograste salir esa área del muelle es muy profunda - Dice una amable mujer con uniforme que se encontraba a mi lado.

Aun con mi garganta seca me esfuerzo todo lo que puedo para pronunciar palabra.

-Aaagua, agua 

Mi garganta sonaba roncha, tenía mucha sed quizás con un poco de agua podría hablar más, luego de que la mujer me ayudara a tomar agua logre sentir un alivio y así por lo menos intentaré responder.

-Bien señorita ¿puede decirnos su nombre y apellido? - me pregunta la mujer.

-No lo recuerdo - apenas pude responder nuevamente me solté a llorar por el hecho que más me asustaba, no tener recuerdos.

Sentir esa extraña sensación de vacío en mi pecho no era nada agradable, necesitaba recordar sabía que algo en mi estaba mal además de sentir esa extraña sensación de inseguridad es lo podía percibir en todo mi ser.

La mujer acarició mi cabello- susurrando- tranquila todo pasará, te ayudaremos, no te preocupes- me coloco una manta a pocos minutos de camino llegamos a lo que parece el hospital.

Me enviaron a una habitación compartida, dónde me encontré con otro rostro de mujer con bata blanca.

Me sonríe -Hola cariño soy la doctora Clara Wilson, ¿dime qué sientes?, seré yo quien te atenderé- verifica su carpeta para continuar- de principio te haremos unos exámenes, ¿deseas llamar un familiar?.

Yo seguía confundida y molesta sin saber que responder; Encontrarme en medio de tantas preguntas sin respuesta me deja un sabor amargo con miles emociones.

¿Hay alguien más en mi vida?. ¿Qué me sucedió? Eran las preguntas que rondaban por mi mente.

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