CAPÍTULO. 14 EL DIVORCIO DE CHIQUI (Antonio Shetlliel).

En la casa de Chiqui se encontraba Diana encerrada en su cuarto, con una crisis de nervios, por que su esposo la había amenazado, la iba a dejar en la calle, y no tanto le preocupaba eso sí no era que ella no tenía familiares era huérfana y no tenía ah donde irse, todo le preocupaba y sus ataques fueron agudizándose, Chiqui entró un día a su habitación y le dijo que ya estaba preparando los papeles del divorcio, que estaba enamorado de su secretaria y no quería nada con ella , que no pensaba darle ni un solo centavo y se marchó.

Diana no paraba de llorar y solo pensó en llamar a su suegra no tanto para salvar su matrimonio si no para que le diera alojamiento; no tenía ah nadie más a quien recurrir y veía todo perdido.

De tanto insistir por fin su suegra respondió la llamada, Diana en medio de los nervios le explicó todo lo que estaba sucediendo , Olga le dijo que recogiera todas sus cosas, que no se le ocurriera firmar ningún documento por que ella tenía derecho a la mitad de las cosas que tiene su hijo que contará con su apoyo; esas palabras la consolaba pero no le quitaba el gran dolor y la preocupación que cargaba.

Olga hablo con Rosalba y las dos se fueron a buscar a Diana, ella tenía varias maletas ya preparadas, estaba asustada de tal manera que ni coordinaba lo que hacía ni lo que decía; entre las dos mujeres la calmaron y la subieron al auto, embarcaron las maletas y se fueron a la casa de Rosalba por que sabían que Chiqui iría a casa de su mamá y por lo pronto había que hacerle creer que no se sabía nada de ella.

Al llegar a la mansión, Rosalba ya había mandado a preparar una habitación para Diana, está no pararaba de llorar y de decirle a sus suegra , que la perdonará que estaba arrepentida por que había hablado muy mal de ella, Olga vio que lo decía de corazón y le dijo que no era solamente la esposa de su hijo si no que la consideraba una hija también pero como ella siempre cargaba una aptitud arrogante por eso no se acercaba.

Diana sin más la abrazo diciéndole que ella nunca había tenido una madre ni un padre, por eso desconocía lo que era ese amor, y no sabía cómo tratarla, siempre se sentía insegura con miedo al rechazo, creando esa coraza de mujer mala; aunque ella si se enamoró perdidamente de su esposo , ella ama a Chiqui incluso al grado de perdonarle muchas infidelidades que eran pasajeras, pero esta vez lo vio hacer cosas que ni con ella hacía.

Rosalba le dijo que en su casa iba a estar protegida que hablaría con su hijo y su esposo para que la apoyarán.

Olga se fue a su casa por si aparecía Chiqui no sospechara nada, ella estaba tan mal que no sabía si llamar a Libardo y contarle lo que estaba sucediendo, pero sabiendo lo de su operación no lo creía conveniente y si este se enteraba de lo ocurrido, por otros medios, entonces se molestaría y pues andaba en ese dilema.

Rosalba le contó todo ah Zair y ah Joaquín, su hijo le dijo que la ayudaría investigando y que le avisaba.

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Cuando Chiqui llegó a su casa no encontró a su mujer y empezó a pegar gritos como loco, Tomo las llaves de su auto y se fue a casa de su mamá, al llegar empezó desesperadamente a llamar ah Diana, abriendo cada puerta de las habitaciones que contenía la casa, en lo que su madre le dijo que era la última vez que el llegaba gritando a  su hogar, que no perturbara su tranquilidad, no tenía ningún derecho de lo que estaba haciendo, preguntándole que sucedía y el muy sarcástico le dijo que no se hiciera la cínica que sabía muy bien que Diana al primer lugar donde acudiría, era allí pues no tenía otro lado, el le explicó que estaba enamorado de su secretaria y no quiere nada con ella y que sólo quería que le firmara el divorcio .

Su mamá le respondió que no sabía nada de ella y que no cometiera una locura, el le dio mucha risa por que después que hablaba mal de ella ahora la defendía, pero que a él no le interesaba, el se divorciaria y punto.

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En Canadá Libardo era chequeado por el doctor, y con una excelente respuesta ante la operación, solo debía quedar un día más para hacer chequeos de rutina y le podrían dar de alta tomando en cuenta que debería de visitar mensualmente a un especialista en su país para hacerle seguimiento y se descargará cualquier complicación; además tenía que andar con gafas oscuras para que los rayos del sol no le irritarse la vista, y una serie de medicamentos.

Emily estaba siempre a su lado.

-Libardo: princesa ya te he dicho que eres hermosa.

-Emily: si cariño muchas veces.

-Libardo: bueno pero aún no es suficiente, quiero hacerte la mujer más feliz del mundo.

-Emily: cariño dijimos que íbamos a ir poco a poco.

-Libardo: si princesa pero no quiero perder el tiempo, el mañana no lo conocemos y no sabemos que pueda pasar.

-Emily: no digas esas cosas que no sucederá nada.

En ese momento Libardo jalo a Emily hacia el, le apartó un mechón de cabello que caía frente a sus ojos, le acarició su mejilla, se fueron acercando y muy sutil mente le dio un beso, un primer beso que estaba lleno de amor, de sentimiento, de dulzura, un beso que le hizo sentir conquillas en el estómago.

Lentamente el dejo de besarla y coloco su frente junto a la de ella y le dijo suavente, Emily quiero ser tu presente y tu futuro.

Ella con una sonrisa le dijo y yo quiero que tú seas el mío.

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