Familia imperial "Imperio de Tierra"

El hombre sentado en un trono estaba feliz, por leer la carta e iba a dar una orden cuando la puerta se abre de golpe y él salta del susto. La persona que había entrado era una hermosa mujer albina con los ojos rosados, su piel era blanca como la porcelana, se veía de unos 30 años, pero su rostro mostraba enfado, ella dijo:

Mujer albina- que crees que haces, ni pienses que estoy de acuerdo con esto, diste hasta que convenciste a Carlos (duque Villanueva) de que le diga el príncipe heredero Víctor que autorice mandar una carta pidiendo por nuestra ayuda, que no piensas en nuestra gente, he estado escribiéndome con la emperatriz Marián, ella no quería que interviniéramos por el bien de nuestra gente, pero a ti ni te interesa, eres un ser egoísta solo piensas en luchar_ todo esto lo dijo a gritos y con mucha frustración.

El hombre al cual la mujer dirigió sus gritos y frustración era el Emperador de Tierra Luis Land, es un hombre alto de cabello rubio y ojos verdes su mirar era de un hombre imponente, pero al escuchar el reclamo de que le hacía esa mujer sintió un escalofrío en toda su espalda al escuchar los gritos de su esposa la cual era la Emperatriz Mariela Wetter.

Él iba a responder, pero la puerta se abre de un solo golpe, quien entro es un joven de cabello rubio y ojos azules grisáceos muy parecido al emperador solo que él se le veía de unos 18 años, él es el príncipe heredero Luis Land III, él dijo:

Príncipe Luis- padre es verdad que el tío Carlos ha envidado una carta para que vayamos a la guerra_ lo esté lo dijo con emoción en su voz.

El emperador iba a responder, pero fue interrumpido por la emperatriz.

Emperatriz Mariela- vamos? Eso me huela a mucha gente, tú (señalando al príncipe Luis con su dedo índice) no te mueves a ningún lado.

Príncipe Luis- pero madre yo también quiero ir a pelear y ayudar al tío Carlos_ lo dijo con una voz entristecida.

Emperatriz Mariela- no me importa suficiente con que vaya tu padre, nuestros soldados no te voy a arriesgar a ti también.

El emperador Luis se había quedado callado viendo como su esposa e hijo discutían, sin muchos ánimos de responder iba a decir algo, cuando la puerta volvió abrirse de golpe.

El emperador no aguantó más y gritando dijo:

No pueden entrar así como así a la sala del trono, que no hay un guardia haya fuera que me avise quien quiere entrar, si no me tocara despesdirlo_ está furioso no lo habían dejado hablar en ningún momento.

Todos se quedaron quietos y el príncipe y la persona que entro sintieron un escalofrío recorrer en su espalda, pero la emperatriz ni se inmutó.

La persona que había llegado era la princesa Mara, una hermosa albina igual que su madre, con unos hermosos ojos rosados. Ella se acercó al emperador con su cabeza agachada y sus ojos a punto de llorar y le dijo: padre disculpa que entre así es que quería saber si es verdad que vamos a ir a ayudar al tío Carlos _ su voz se escuchó entrecortada porque está a punto de llorar.

El emperador como estaba enojado no se fijó quien entró, y al ver a su princesa en ese estado, el bajo de su trono y se acercó a abrazarla y pedirle disculpa.

La emperatriz y el príncipe pensaron al mismo tiempo_ (manipuladora) y se reían internamente al ver como caía el emperador ser manipulado por su hija.

La emperatriz reaccionó al recordar que dijo su hija y dijo: vamos??, me suena a manada claro que no_(dijo gritando), ustedes dos_(señalando al príncipe y la princesa) no van a ningún lado he dicho.