Capítulo 3 - Thaliana.

Sale el Sr. Eduardo me da una sonrisa toda coqueta y me guiña un ojo, yo siento que se me suben los colores al rostro porque lo siento demasiado caliente y me imagino con la cara super roja, reconozco que es muy apuesto y cualquier mujer estaría feliz de estar con él, en la cama, pero ni modo yo en esas garras no caigo y lo que menos quiero son líos de faldas en la oficina.

Suena mi teléfono y contesto buenos días que necesita CEO, porque sé que es mi jefe, pero como siempre no responde a mi saludo y solo me dice que pase a la oficina para que el indique que tiene en la agenda para el día de hoy, le digo que ya paso, pero ni las gracias me da solo me tira el teléfono, maldito demonio de juego, si no fuera por mi sueño ya me hubiera largado de acá para estar en un lugar mucho mejor pero no puedo darme por vencida ni rendirme tan fácil.

Recojo la Tablet, una libreta y el bolígrafo, toco la puerta cuando me indica que pase, ingreso con los implementos necesarios y acomodándome mis anteojos y este demonio me mira con desprecio y como si tuviera una enfermada contagiosa. como me cae de pesado este pedazo de mierda.

Le leo la agenda le indico que tiene una cita a las 9:00 am, con el Sr Lopez que es el CEO de la embarcadora para mirar el tema de los costos exportación del petróleo.

A las 10:00 am, tiene cita con el Sr. Londoño que es el ejecutivo del banco para la nueva cuenta que piensa abrir en Italia.

A las 11:00 am tiene que atender la videollamada de los ejecutivos de chile para mirar los planos y el presupuesto de los nuevos condominios que se van a realizar en este país y ya después de esto quedaría libre y que en la tarde no tiene más reuniones.

Me responde perfecto ya se puede retirar, como es mi costumbre le pregunto si desea que le pida el almuerzo y que desea que le pida o si piensa salir, me dice que aún no sabe que una vez tome la decisión me indicara que sea o donde debo realizar la reserva. Le digo Ok y salgo para continuar con mi labor.

A las 12:10pm, llega una de las conquistas de mi jefe toda imponente, preguntándome que si su Emi esta en la oficina y le digo que si ya que la voy a anunciar y la muy zorra me responde que si no sé quién es ella. Y yo pienso una zorra más de la lista de mi jefe y le sonrió con arrogancia y ella ni se da cuenta. Se gira y se va tongoneando sus caderas así la oficina y yo trato de detenerla y la llamo Sra. Katrina debo anunciarla antes, ella voltea y me dice oye mugrosa ya te dije que yo no necesito que me anuncies ya que en el futuro no muy lejano voy a ser la Sra. Villareal dueña de todo este edificio y me estruja la muy zorra esta. le digo que me respete y en esas sale mi jefe y me dice que cual es el alboroto, a mí me mira con desprecio y a la zorra que tiene en frente se la quiere comer delante de mí el muy desgraciado ese.

Disculpe Sr. Villareal, pero la Srta. Katrina deseaba ingresar a la oficina sin ser anunciada y pues le estaba diciendo que debía anunciarla antes, pero la respuesta de ella fue un estrujón y pues eso si no lo voy a permitir que me respete. estoy apretando mis puños y enterrándome las uñas de la ira que tengo, por la falta de respeto de esta señora, me las pienso cobrar algún día, pero este no es el momento ni el lugar.

Ella le responde a mi jefe diciéndole Emi no la estruje solo que choque con ella porque me iba a caer mira mis tacones como son de altos, sabes que no sería capaz de poderle un dedo encima, la muy sínica esa me quería dejar como una estúpida frente a este demonio, pero está bien esto se tendrá en cuenta… él no dice nada solo

me mira de arriba abajo y dice Srta. Rosales vaya a almorzar que voy a estar ocupado con la Srta. Katrina y después nos iremos almorzar, no le respondo solo giro y me voy directo para el ascensor. Y Solo escucho cuando esa escoba con falda le dije Emi como toleras a ese espantapájaros en tu oficina y el solo se ríe como lo odio se me aguan los ojos, pero no me giro y trato de no darle importancia a las palabras de este par, sigo mi camino, para la zona de alimentación a reclamar mi almuerzo.

Se termina mi hora de almuerzo y regreso a mi puesto de trabajo para continuar con lo que tengo pendiente y cuando llego pienso que ya mi jefe y la escoba con falda se fueron. Pero que equivocada estoy, cuando me estaba sentando escucho los gemidos de esos dos y de solo pensar lo que están haciendo me da fastidio.

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