Los preparativos

entonces lo primero sería encontrar un lugar para realizar dicho banquete. _ dijo Cuco hojeando un libro, mientras camina a lado de Eleonor.

- Así es, debe ser un sitio amplio; debido a que serán muchas personas. _ responde Eleonor escribiendo en una libreta.

- comprendo, aun así ¿no crees, que es demasiado el pedirme revisar cada lugar del palacio? _ aparta la vista del libro.

- eh, yo... no lo había pensado, ja, ja, ja creo qué no me explique ja, ja, ja, cuando te dije que me ayudaras a buscar un sitio no quise decir que debías ver cada salón del palacio, me refería a que me acompañaras, a ciertos lugares que tengo en mente. _ cuando Eleonor sonrió, los sirvientes que pasaban por ahí la miraron sorprendidos.

- y que querías que creyera, si las labores más difíciles me tocan a mí _ vuelve a abrir el libro.

- lo siento la próxima si me voy a explicar. _ Eleonor iba caminando cuando sus ojos se dirigieron hacia un salón en particular, de un momento a otro sus pasos cambiaron rumbo a dicho salón _ Cuco considero que encontré el sitio perfecto.

- estás segura, para mí es horrible, digo ni ventanas tiene _ dice Cuco con el ceño fruncido.

- Cuco te falta visión _ dijo Eleonor y abrió la puerta.

- te aseguro que mi visión está bien. _ ase un gesto con sus manos y el libro desaparece _ la tuya, es otro asunto.

- ¿Cuco dónde pusiste ese hechizo?, porque supongo el libro regresó a algún lugar _ mirada acusadora.

- yo, ¿no pensaste que iba a estar yendo y viniendo de la biblioteca o sí? _ alza una ceja.

- no tienes remedio, te has puesto a pensar que va a pasar si mi hermano trata de tomar el mismo libro que tú pides. _ modo mamá regañona.

- por supuesto, va a quedar como un tonto ja, ja, ja con la mano en la nada ja, ja, ja. _ se cubre la boca aún riendo.

- sabes que olvídalo, a veces creo que te consiento mucho. _ se soba la sien.

- como digas, a todo esto ¿Qué es el día de Eros? _ interesado.

- bueno el día de Eros, todas las personas deben usar una máscara (haciendo alusión a la frase "el amor es ciego"), todos los años en esta celebración donde cada joven casadera debe usar dos pequeñas campanas amarradas a la cintura por un listón color rojo, a igual que los hombres, pero las de estos son más grandes, cuando la luna está en su mayor esplendor las jóvenes comienzan a bailar, para llamar la atención de un hombre, si hay algún interesado, este entrara a la pista y bailara con la chica en cuestión, lo interesante es que si la chica le ha gustado, el caballero tiene asta que la pieza acabe para cambiar una de las campanas de la chica, por una de las de él.

- ¿Y cuál es la trampa o la razón? _ sigue interesado.

- la razón, bueno esto es como decirle al mundo que la está cortejando, la trampa pues las campanas están fuertemente amarradas y estas no deben hacer ruido al ser cambiadas; hacerlo significa que Eros está en contra de esa relación, además no pueden ver sus rostros asta que el baile haya terminado.

- mmm, ya veo, eso no es algo muy complicado. _ se rasca la nuca.

- pues el amor es así. En fin... llama al servicio para que nos ayuden a limpiar. _ Eleonor termina de hablar y empieza a limpiar el lugar.

...****************...

Horas más tarde, todos se encuentran limpiando, incluso ante la sorpresa de todos Eleonor hacía lo mismo, hasta que llegó la concubina Farah.

< dios que aroma, y pensé que solo la emperatriz olía así >

- vaya princesa, se ha degradado mucho no lo cree, primero fue exiliada y ahora solo es parte del servicio de limpieza. _ oculta su sonrisa burlona tras su abanico.

- saludos, concubina Farah _ Eleonor hace una reverencia _ no veo nada de malo en ayudar a limpiar el lugar. < resiste solo has que se vaya pronto >

- Si no tiene cuidado se podría volver una de ellos _ hace un gesto de desagrado.

- para mí sería un honor ser como estas personas, que trabajan arduamente para seguir adelante y no esperan a que el sustento les llegue del cielo, concubina Farah _ dijo Eleonor con una sonrisa.

- claro entre los de la misma clase se entienden _ hace un gesto de asco.

- por supuesto, las personas que se dedican al ocio jamás lo entenderían concubina Farah _ sonríe burlona.

- pues tenga cuidado con lo que desea princesa, recuerde que ya perdió el favor del emperador, pronto podría perder más y convertirse en una sucia plebeya que lo único que podría hacer para sobrevivir es limpiar el lodo y la mugre. _ sonríe con malicia _ después de todo la mugre siempre llamará a la mugre.

- si es así entonces no soy yo la que debería tener cuidado _ sonríe con burla _ por cierto, concubina Farah cuide su aliento _ hace un gesto exagerado para impedir que le llegue más su aroma, cuando todos los presentes vieron eso no pudieron evitar reír, pues la concubina Farah ya los había ofendido.

- como te atreves a ofenderme _ tas resonó una cachetada, la concubina Farah le había pegado a Eleonor.

- concubina Farah lo único que yo hice fue hacerle una recomendación _ sus ojos se ponen llorosos _ no quisiera que tenga problemas futuros.

- te burlas de mí _ intenta volver a pegarle, pero una mano se interpone, tomando fuertemente la mano de Farah, era Augusto quien venía a hablar con Eleonor, cuando vio que Eleonor se acercó con preocupación a Farah, pero esta la golpeo y cuando vio que lo volvería hacer no pudo evitar sentirse molesto.

- ¡Concubina Farah sabía usted que golpear a la familia real merece pena de muerte! _ dice Augusto en un tono molesto y alto.

- ma, ma, majestad... yo, yo no, no fue así, ella empezó, me ha ofendido _ la concubina Farah temblaba peor que un conejo ante un depredador.

- Eleonor que pasó aquí, _ la mira esperando una respuesta.

Eleonor estaba paralizada (o al menos era tan buena actriz que eso aparentaba) sacudió levemente la cabeza para hablar entre sollozos _ lo siento, concubina yo solo le pedí que cuidara su salud, pues se ve un poco pálida, no creí que eso la ofendería de alguna forma _ todos los presentes se sorprendieron pues eso no era lo que pasó.

- mentira eso no fue así. _ grito desesperada Farah.

Augusto miró a todos los que estaban trabajando y preguntó _ ¿es eso verdad?

Todos se miraron entre sí, pues no sabían que decir, pero sabían que esa era su oportunidad para bajar los zumos de Farah un poco _ si me permite decir majestad, la princesa fue agredida sin razón, ella solo estaba preocupada por la concubina. _ dijo una señora un poco mayor que al parecer era la jefa de personal de limpieza.

Eleonor se sorprendió al escuchar que apoyaron su versión pues ya estaba preparada para contraatacar cualquier cosa que dijeran los sirvientes _ hermana no seas muy duro con la concubina _ se limpia las lágrimas, pero estas siguen saliendo.

- Majestad no les crea, estos infelices por supuesto apoyan a la princesa, pero no debe creerles, no son más que sucios plebeyos su opinión no cuenta _ sigue gritando desesperada.

- ¡guardias llévensela al calabozo!, y que reciba 10 latigazos, ya me encargaré de quitarle su mesada. _ dice Augusto molesto.

Mientras los guardias arrastran a la concubina Farah esta seguía gritando que ella solo se había defendido, claro que mientras hacia eso gritaba palabras ofensivas hacia Eleonor; sin embargo, Eleonor solo la miraba con tristeza, su actuación era tan buena que conmovió a todos incluso a los que habían visto todo.

- Eleonor venía a entregarte esto _ Augusto le da dos bolsas con monedas de oro _ esta es para que prepares el banquete, y esta es tu mesada.

< ¡tanto!, por dios con ese dinero podría comprar mi propio palacio, disimula Eleonor que eres una princesa, es normal >

- gracias hermano, te aseguro que are un buen uso de él _ las toma con calma, como si no fuese nada.

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