The Kingdom Of Celez

The Kingdom Of Celez

Capitulo 1: El comienzo

El reloj sonaba indicando las 6:00 a.m. cuando la madre de Nathan lo llamó desde el comedor para que se levantara.

—Hijo, ya sonó la alarma, es hora de que te levantes — dijo en voz alta la madre, poniendo la mesa para desayunar.

Luego de unos minutos, Nathan decidió levantarse y dirigirse al baño para asearse, lo cual terminó alrededor de unos 10 minutos. Bajó hacia el comedor ya teniendo su uniforme escolar puesto y tomó asiento para poder desayunar junto a su madre.

—Te recuerdo que hoy viene tu hermana mayor. Procura ser bueno con ella, sé que su relación no es del todo buena — dijo su madre, sirviéndole una taza de café acompañada de unas tostadas con mermelada.

Al terminar el desayuno, subió por sus cosas y volvió a bajar. Su madre ya debía irse, él se acercó a despedirse y antes de irse le recordó que su hermana vendría a la tarde, a lo que él no le dio mucha importancia. Cuando su madre salió de la casa, él se quedó ordenando la mesa. Después de terminar de ordenar el comedor, se percató de que ya era algo tarde, agarró sus cosas y salió corriendo de su casa.

Cuando llegó a la parada del autobús, se puso algo inquieto ya que el transporte público estaba tardando más de lo normal. Luego de unos minutos, fue golpeado suavemente en la cabeza por su amiga de la infancia, Anna.

—Siempre llegando tarde, ¿no es así, Pearson? — dijo Anna en tono burlesco, dándole un pequeño empujón.

—Mira quién habla, tú también estás aquí, pequeña Zúzu — dijo Nathan, mirándola de arriba a abajo.

—¡Nathan!, te he dicho varias veces que no me llames así, sabiendo que me molesta — dijo Anna, dándole otro golpe en la cabeza.

—Está bien, pero no tienes por qué golpearme, además tú comenzaste a molestarme — dijo Nathan, con una pequeña sonrisa al mismo tiempo que miraba su celular.

—¿Viste la foto de perfil que puse en mi WhatsApp? Dime, ¿te gusta? — preguntó Anna, con una gran sonrisa, mirando su celular también.

—Si la vi, la verdad te ves muy guapa —, dijo Nathan con una mirada de desinterés.

—¡Gracias! No esperaba mejor respuesta que esa —, dijo Anna, muy contenta.

—Mala suerte que lo de guapa solamente sea en la foto —, dijo Nathan, mirando a ver si venía el autobús.

—Si sabes cómo molestarme —, dijo Anna, pisándole el pie con fuerza.

—¡Ay! ¿Qué haces? —, expresó Nathan, con mucho dolor.

—¡Justicia! —, dijo Anna, riendo con satisfacción.

Luego de una breve charla, llegó el autobús. Tardaron alrededor de unos 20 minutos en bajar; apenas bajaron, comenzaron a correr hacia la escuela. Al llegar a la tercera cuadra, Nathan se percató de que en la vereda de enfrente una joven estaba cruzando la calle sin antes ver a los lados. A la izquierda de la joven se acercaba un auto a gran velocidad. Nathan notó que aquella joven no se percataba del auto, por lo que decidió correr hacia ella, tirándose de frente para empujarla hacia atrás, haciendo que cayera de espaldas contra el suelo y dejando a la chica sana y salva.

—¡Oye! ¿Estás bien? —, expresó Nathan, con una mirada de preocupación.

La chica, con una mirada desconectada, no contestó a la pregunta, solo se puso de pie sin ninguna reacción. En ese momento, Anna cruzó la calle para acercarse a Nathan, ayudarlo y preguntarle si se encontraba bien.

—Sí, tranquila, estoy bien —dijo Nathan, con gestos de dolor—. Pero... —miró fijamente a la chica. Ella lo miró y sin decir ninguna palabra, salió corriendo del lugar.

—¡Hey! ¿A dónde vas? —, dijo Nathan, con un grito seguido de una mirada de confusión.

En ese momento, recordó que debía ir a la escuela, por lo que se puso a correr seguido de Anna. Después de unos minutos, ambos llegaron algo preocupados debido a su tardanza. Al entrar al salón, se dieron cuenta de que el profesor aún no había llegado, por lo que ambos dejaron escapar un pequeño suspiro de alivio.

Uno de sus compañeros que se encontraba hablando por celular, se levanta de su asiento para pasar al frente e informar que el profesor llegaría algo tarde. Pasados unos 3 minutos, se abre la puerta del salón dejando ver la silueta del profesor entrando al salón. Ya terminada la clase, es hora del recreo. Anna invita a Nathan a que almorzaran juntos.

—Gracias, pero hoy no, prefiero ir a la biblioteca —, dijo Nathan, guardando sus útiles.

—Está bien, como lo prefieras..., pero ahora que recuerdo, ¿cómo estás de tu espalda?, ¿fue un golpe fuerte?, deberías ir al doctor para que te revise —, preguntó Anna, con una mirada de preocupación.

—No, está bien... si fue un golpe fuerte, pero la verdad es que ya no me duele, gracias por preocuparte —, respondió Nathan, con una sonrisa.

—Ok, está bien... aunque no entiendo la actitud que tuvo esa chica al salir corriendo —, dijo Anna con una mirada curiosa.

—Ni yo, además no pude ver bien su rostro por la gorra y el barbijo que llevaba, pero bueno eso ya pasó, hay que olvidarnos; hasta luego —, dijo Nathan, con una mirada insegura.

Ambos se despidieron con un beso en la mejilla. Anna se fue con sus amigas y Nathan se dirigió a la biblioteca.

En la biblioteca, Nathan se dirige a la sección de fantasía ya que disfruta de ese tipo de género literario. En su breve búsqueda de una "aventura", es golpeado por un libro en la cabeza. Con dolor, llevó su mano hacia su cabeza para sobarse en el lugar del golpe, mirando hacia los lados buscando a alguien. Cuando escuchó el ruido de la escalera que es utilizada para alcanzar los libros, se llevó una sorpresa ya que no había nadie en la escalera. Dirigió su mirada hacia el libro que lo había golpeado, lo tomó e intentó abrirlo, pero se dio cuenta de que estaba cerrado con seguro. Dudó si llevárselo o no; finalmente tomó la decisión de llevárselo.

Cuando termina el horario de clases, los dos amigos regresan juntos a sus respectivos hogares. Al llegar, ambos se despiden. Nathan, después de cambiarse a ropa más cómoda, procede a limpiar la casa como suele hacerlo. En ese trayecto, recuerda aquel libro que había traído consigo. Sube a su dormitorio donde lo busca y al encontrarlo decide echarle un vistazo. Recuerda que el libro se encontraba cerrado por algún tipo de seguro, por lo que busca la manera de abrirlo. Luego de unos minutos de intentarlo, se resigna y lo deja en su escritorio para después volver al comedor donde se acomoda para poder almorzar algo. En ese momento, se escucha el timbre de la puerta.

—¿Eh?, ¿Quién será? —dijo Nathan, asombrado.

Se levanta para ir a abrir la puerta. Cuando la abre, se lleva la sorpresa de que se trata de su hermana mayor, Sharon.

— Ah, eres tú, me olvidé por completo —dijo Nathan, sin ánimos y con una mirada de desinterés.

—¿Qué forma es esa de recibirme? —respondió Sharon, enojada con una mirada amenazante.

—Perdón, tienes razón, disculpa — dijo Nathan, asustado, dando un paso para atrás.

—No hay problema, aunque me hubiera gustado una mejor bienvenida — dijo Sharon, con decepción y un poco desanimada.

Mientras va entrando a la casa, Nathan levanta sus pertenencias haciéndolas entrar adentro. Después de unos minutos acomodando las cosas, ambos se sientan en la sala principal.

—¿Qué quieres para tomar? — preguntó Nathan, poniendo unas galletas en la mesa.

—Mmm, dame algo caliente, una taza de té o café — respondió la hermana, con una sonrisa.

Nathan se levanta y decide prepararle una taza de café. Durante la preparación, Sharon no dejaba de observar a Nathan. Al terminar, Nathan le lleva el café a Sharon quien, agradecida, empieza a tomarlo.

—¿Por qué me miras tanto? Es molesto —preguntó Nathan, disgustado, comiendo una galleta.

—Aah, ya veo. Pues no es nada, pero es una sorpresa... has crecido bastante, ¿Cuántos años tienes? ¿17, 18? —, dijo Sharon, riendo mientras tomaba otra galleta.

—Tengo 17. ¿Y qué con eso? No le veo lo sorprendente —, dijo Nathan, con una mirada de desinterés.

—Siempre tan frío conmigo. Eres mi hermano menor, es lógico que me sorprenda, tonto. La última vez que te vi todavía eras un niño insoportable —, dijo Sharon, riendo con una calidad mirada.

—Sí, supongo que tienes razón. Y ahora que te veo mejor, tú también has cambiado. Debe ser porque ya no eres una adolescente tediosa —, dijo Nathan, con una pequeña sonrisa.

—Jajaja, creo que sí, aunque no sabría decirlo. Pero bueno, dime cómo has estado todo este tiempo. Desde la última llamada que te hice en Navidad, no me has llamado ni has respondido mensajes —, dijo Sharon un poco enojada.

—Sí, lamento eso. Es que anduve ocupado —, dijo Nathan apartando la mirada.

—Aja, claro. Quisiera saber, ¿qué es lo que te mantuvo ocupado durante un año completo? —, dijo Sharon, molesta.

—Nada que tenga que decirte —, respondió Nathan.

—¿Estás seguro de que no es por una chica? —, preguntó Sharon con una mirada curiosa.

—Nada de eso. ¿Estás loca? —, respondió Nathan, molesto.

—¿Por qué te alteras? —, dijo Sharon, riendo—. Está bien, ¿qué pasó con esa chica? ¿Cómo era su nombre? Solías jugar mucho con ella.

—¿Te refieres a Anna? Ella sigue viviendo aquí. Ahora es mi compañera de curso —, dijo Nathan.

—Ya veo. Entonces... ¿ya son novios? —, preguntó Sharon, con tono burlesco.

—No, solo somos amigos —, respondió Nathan, indiferente.

—Sí, claro. Puede que la veas como una amiga, pero ¿y ella? —, dijo Sharon, riendo mientras terminaba su café.

—No sé, ni me interesa. Solo quiero ir a dormir —, dijo Nathan, bostezando.

—¿Qué? ¿Tan temprano? Vamos, no puede ser que estés cansado —, dijo Sharon, sorprendida.

—Tuve un día largo y no quiero estar despierto cuando llegue mamá —, dijo Nathan, subiéndose a su habitación.

—Oh, stá bien, pero mañana prepárate porque seré yo quien haga el desayuno —dijo Sharon con tono contento.

Nathan, sin más palabras, se acuesta en la cama y no pasa mucho tiempo para que se quede dormido. Al día siguiente, ya en el desayuno, Nathan dice:

—No te lo voy a negar, está muy delicioso. Pensé que sería una completa decepción —dijo Nathan, comiendo una quesadilla.

—¡Es verdad! Sharon está muy rica —dijo la madre, también probando una de estas.

—¡Gracias! Las clases de cocina ya están dando fruto —dijo Sharon, contenta y orgullosa.

—Hija, estuve viendo la foto que subiste a tus redes. Te ves hermosa —dijo la madre, tomando café.

—Me la sacó una amiga cuando estábamos de paseo. Honestamente, la foto es más que casual, aunque logró captar lo mejor de mí —dijo Sharon, riendo.

—Bueno, ya me voy a la escuela —dijo Nathan, terminando su café.

—¿Qué? Pero todavía no es hora —dijo la madre, sorprendida, mirando la hora.

—Lo sé, pero no quiero llegar tarde como la última vez —respondió Nathan, tomando una quesadilla.

—Está bien. ¿Anna va contigo? —preguntó la madre.

—Me dijo que está con dolor de cabeza, por lo que no va a ir —respondió Nathan, dirigiéndose a la salida.

—Ya veo, pero qué chica más descuidada —dijo la madre, enojada, agarrando una tostada.

Sin más palabras, Nathan se despide y cierra la puerta de su casa, dirigiéndose hacia la escuela. Después de llegar, pasan unas cuantas horas hasta el recreo. Durante este tiempo, Nathan aprovecha para ir a comprar algo para tomar. Al regresar, observa que en el patio una chica se encuentra discutiendo con un chico. Curioso de saber lo que sucede, se acerca para observar de más cerca la situación.

—¡Oye! ¿Cuantas veces tengo que decirte que eres mía? ¿O es que no entiendes? —dijo el chico, enojado, sujetando a la chica contra la pared.

— ¿Tuya? ¿Eres idiota? ¿Qué es lo que te pasa? Te dije mil veces que no somos nada. Ya suéltame, me estás lastimando —, dijo la chica, enojada, intentando zafarse del agarre.

— Solo eres una perra desgraciada. Te daré lo que te mereces —, dijo el chico, levantando su mano para golpearla.

En ese preciso momento, su mano fue golpeada por una lata de refresco. Con gran dolor y desconcierto, soltó a la chica.

— ¡Maldita sea, mi muñeca está rota! —, exclamó el chico, con gran dolor sujetando con fuerza su muñeca.

— Oh, disculpa. Creo que me pasé de fuerza, pero tenía que evitar que la golpearas —, dijo Nathan, acercándose con tono burlesco.

— ¡Maldito estúpido! —, exclamó el chico, lanzándose para golpear a Nathan, pero éste esquivó el golpe, respondiendo a su vez con un rodillazo en el estómago, dejando al chico inmóvil en el suelo.

— ¡Maldito! —, dijo el chico, sin poder moverse.

La chica sorprendida se acercó a Nathan para preguntarle si se encontraba bien, a lo cual éste respondió positivamente. Después de unos 10 minutos, el chico fue llevado a la enfermería. Tanto Nathan como la chica aprovecharon para conversar con los directivos sobre lo sucedido. Cuando aclararon todo, cada uno regresó a su aula. Ya al salir y en el camino, Nathan se cruzó con la chica de antes.

— Me olvidé de darte las gracias —, dijo la chica, con una sonrisa.

— ... No tienes por qué agradecerme —, dijo Nathan, caminando junto a la chica.

— Menos mal que estuviste ahí para ayudarme —, dijo la chica, con un suspiro.

— Tienes razón —, dijo Nathan.

— Quería preguntarte... ¿Si querías ir a tomar algo conmigo antes de regresar a tu casa, si es que no estás muy apurado? —, dijo la chica, con una actitud tímida.

— ¿Cuál era tu nombre? —, preguntó Nathan.

— Cierto, no te lo he dicho. Perdón por eso. Me llamo Layla. ¿Y tú? —, dijo Layla, con una risa y un guiño.

— Nathan —, dijo Nathan, mirando su celular.

—¿Entonces?... ¿Quieres ir conmigo? —, dijo Layla, deteniendo su paso.

Nathan, un poco indeciso, termina aceptando la invitación. Ambos se dirigen a un café que se encontraba cerca de allí. Al llegar, se acomodan en una de las mesas libres. En ese momento, el mesero se les acerca para pedir su orden. Estuvieron conversando durante dos horas, hasta que uno de ellos se percata de que comenzó a llover.

Al ver que la lluvia era bastante fuerte, deciden posponer su charla. Pagan ambos la cuenta y al salir, los dos se apresuran a cubrirse bajo el techo de la parada del bus.

—Bueno, ya me voy yendo —, dijo Nathan, mirando la hora en su celular.

—En ese caso, voy contigo —, dijo Layla, con voz dulce y una mirada fija.

—¡¿Qué?!, —, dijo Nathan, sorprendido.

—Sí, es que no debe haber nadie en mi casa, y sería aburrido volver ahora —, dijo Layla, jugando con sus dedos y mirando al suelo.

—... Nos conocimos hoy —, dijo Nathan, riendo con nervios.

—No te preocupes... A mí no me molesta —, dijo Layla, con un guiño.

—... Eres un poco rara —, dijo Nathan, volviendo a ver la hora en su celular.

—Vamos, no seas así, no te voy a hacer nada, ja, ja, ja —, dijo Layla, jugando con su pelo.

—No creas que soy ese tipo de chico —, dijo Nathan, indiferente.

—Sé que me quieres decir algo, pero no sé qué es... —, dijo Layla, entrecerrando los ojos.

En ese momento, el autobús llega a la parada. Despidiéndose, Nathan lo toma, pero se da cuenta de que Layla hace lo mismo. Aunque no le dio importancia, solo se limitó a tomar un asiento.

Al llegar a su destino, Nathan baja del autobús y mirando de reojo se da cuenta de que Layla también bajó con él.

—Vete a tu casa —, dijo Nathan, indiferente.

—No quiero —, dijo Layla, con seguridad.

—Vete a tu casa —, repitió Nathan, con tono molesto.

—No quiero —, aclaró Layla.

—Haz lo que quieras —, dijo Nathan, dándose la vuelta para seguir con su camino.

Cuando llegó a su casa, procedió a sacar la llave de su bolsillo para abrir la puerta. Secó sus zapatos en la entrada y, al dar unos pasos hacia adentro, por mera curiosidad, volvió la mirada hacia atrás, llevándose una gran sorpresa: Layla lo había seguido hasta su casa.

—¿Qué haces aquí? —dijo Nathan, confundido y un poco molesto.

—Tengo mucho frío —respondió Layla, con una mirada fija.

—Tus necesidades no son mi problema —dijo Nathan, cerrando la puerta de a poco. Ya dentro de la casa, se cambió la ropa mojada y se acomodó en el sofá.

La lluvia ya había parado. Mientras tanto, la madre y la hermana de Nathan llegaban de hacer las compras. Cuando se acercaron a la puerta, con sorpresa vieron a Layla, quien se encontraba sentada en la escalera mirando su celular.

—¿Hola? — dijo Sharon, extrañada.

—Hola, ¿cómo están? —respondió Layla, con una sonrisa y poniéndose de pie.

—¿Quién eres? —preguntó la madre, también extrañada.

—Me llamo Layla, soy la amiga de Nathan. Mucho gusto —respondió Layla, guardando su celular.

—¿Y por qué estás aquí afuera? —dijo la madre, acomodando las bolsas en la entrada.

—Nathan dijo que iba a ir por algo, por lo que estoy esperando a que vuelva —respondió Layla, con una sonrisa.

—Hace mucho frío para que estés afuera —dijo Sharon, abriendo la puerta para entrar las bolsas.

—Entra, puedes enfermarte si te quedas aquí afuera — dijo la madre.

—No puedo creer que mi hermano te haya dejado afuera esperando — dijo Sharon, indignada.

Después de entrar, las tres se dirigieron al comedor. Una vez allí, pudieron ver a Nathan sentado en la sala de estar.

—¡Nathan, ven aquí rápido! — dijo la madre, molesta.

Con un rostro confundido, Nathan se dirigió hacia el comedor, donde se encontró cara a cara con Layla, quien, con una mirada muy molesta, se mantenía tranquila.

—Hijo, ¿qué significa todo esto? — preguntó la madre, muy molesta.

...

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Comments

Danteordar

Danteordar

tsk no me gusta que el prota sea tan simp a veces

2022-10-09

2

Danteordar

Danteordar

ndeaaa re curioso nuestro prota

2022-10-09

2

Danteordar

Danteordar

jj chale yo siempre llego tarde :"3

2022-10-09

2

Total
Capítulos
1 Capitulo 1: El comienzo
2 Capitulo 2 : Una cruda realidad
3 Capitulo 3 : La identidad del extranjero
4 Capitulo 4 : Una noticia Importante
5 Capitulo 5 : Un largo viaje hasta la capital
6 Capitulo 6 : El valle de los cinco puentes.
7 Capitulo 7 : La gran capital
8 Capitulo 8 : Encuentro familiar
9 Capitulo 9 : Los exámenes de ingreso
10 Capitulo 10 : Bienvenidos a Enhypen
11 Capitulo 11 : El prodigio de Enhypen
12 Capitulo 12 : Nistrid vs Amelia
13 Capitulo 13 : Apuesta ganada
14 Capitulo 14 : Antiguos recuerdos
15 Capitulo 15 : Comienza una rivalidad
16 Capitulo 16 : Un nuevo entrenamiento
17 Capitulo 17 : Emboscada
18 Capitulo 18 : La fuerza de Nathan
19 Capitulo 19 : Nuevo descubrimiento
20 Capitulo 2O : El plan de escape
21 Capitulo 21 : La verdad sale a la luz
22 Capitulo 22 : Encuentro inesperado
23 Capitulo 23 : Inicia la batalla
24 Capitulo 24 : Finaliza la batalla
25 Capitulo 25 : Relación terminada
26 Capitulo 26 : Propuesta de matrimonio
27 Capitulo 27 : Día de descanso
28 Capitulo 28 : Amenaza cercana
29 Capitulo 29 : Pequeñas enseñanzas
30 Capitulo 30 : Gran esfuerzo
31 Capitulo 31 : La carta
32 Capitulo 32 : Niebla espesa
33 Capitulo 33 : El gran momento llego
34 Capitulo 34 : Los directivos
35 Capitulo 35 : Comienza la primera etapa
36 Capitulo 36 : La primera etapa
37 Capitulo 37 : La hidra de cien cabezas
38 Capitulo 38 : Nuevo encuentro
39 Capitulo 39 : Un largo laberinto.
40 Capitulo 40 : El minotauro
41 Capitulo 41 : Gran alivio
42 Capitulo 42 : Los caballero de armadura oxidada.
43 Capitulo 43 : Trabajo en equipo.
44 Capitulo 44 : Creencias.
45 Capitulo 45 : La lucha de Cristel y Renn.
46 Capitulo 46 : Finaliza la segunda etapa.
47 Capitulo 47 : La preocupación del Rey
48 Capitulo 48 : Las aventuras de Ino, Luka y Jinni
49 Capitulo 49 : El triangulo de la muerte y el animago.
50 Capitulo 50 : Un pequeño castigo
51 Capitulo 51 : Te dejo un encargo
52 Capitulo 52 : La tercera etapa
53 Capitulo 53 : La grieta del vacío
54 Capitulo 54 : Un feo recuerdo
55 Capitulo 55 : El plan de Rellsho
56 Capitulo 56 : El Jadre
57 Capitulo 57 : La fortaleza de Rey de las sombras
58 Capitulo 58 : Estrategia
59 Capitulo 59 : Una breve partida
60 Capitulo 60 : Escena de horror
61 Capitulo 61 : Trogloditas
62 Capitulo 62 : El espectro oscuro.
Capítulos

Updated 62 Episodes

1
Capitulo 1: El comienzo
2
Capitulo 2 : Una cruda realidad
3
Capitulo 3 : La identidad del extranjero
4
Capitulo 4 : Una noticia Importante
5
Capitulo 5 : Un largo viaje hasta la capital
6
Capitulo 6 : El valle de los cinco puentes.
7
Capitulo 7 : La gran capital
8
Capitulo 8 : Encuentro familiar
9
Capitulo 9 : Los exámenes de ingreso
10
Capitulo 10 : Bienvenidos a Enhypen
11
Capitulo 11 : El prodigio de Enhypen
12
Capitulo 12 : Nistrid vs Amelia
13
Capitulo 13 : Apuesta ganada
14
Capitulo 14 : Antiguos recuerdos
15
Capitulo 15 : Comienza una rivalidad
16
Capitulo 16 : Un nuevo entrenamiento
17
Capitulo 17 : Emboscada
18
Capitulo 18 : La fuerza de Nathan
19
Capitulo 19 : Nuevo descubrimiento
20
Capitulo 2O : El plan de escape
21
Capitulo 21 : La verdad sale a la luz
22
Capitulo 22 : Encuentro inesperado
23
Capitulo 23 : Inicia la batalla
24
Capitulo 24 : Finaliza la batalla
25
Capitulo 25 : Relación terminada
26
Capitulo 26 : Propuesta de matrimonio
27
Capitulo 27 : Día de descanso
28
Capitulo 28 : Amenaza cercana
29
Capitulo 29 : Pequeñas enseñanzas
30
Capitulo 30 : Gran esfuerzo
31
Capitulo 31 : La carta
32
Capitulo 32 : Niebla espesa
33
Capitulo 33 : El gran momento llego
34
Capitulo 34 : Los directivos
35
Capitulo 35 : Comienza la primera etapa
36
Capitulo 36 : La primera etapa
37
Capitulo 37 : La hidra de cien cabezas
38
Capitulo 38 : Nuevo encuentro
39
Capitulo 39 : Un largo laberinto.
40
Capitulo 40 : El minotauro
41
Capitulo 41 : Gran alivio
42
Capitulo 42 : Los caballero de armadura oxidada.
43
Capitulo 43 : Trabajo en equipo.
44
Capitulo 44 : Creencias.
45
Capitulo 45 : La lucha de Cristel y Renn.
46
Capitulo 46 : Finaliza la segunda etapa.
47
Capitulo 47 : La preocupación del Rey
48
Capitulo 48 : Las aventuras de Ino, Luka y Jinni
49
Capitulo 49 : El triangulo de la muerte y el animago.
50
Capitulo 50 : Un pequeño castigo
51
Capitulo 51 : Te dejo un encargo
52
Capitulo 52 : La tercera etapa
53
Capitulo 53 : La grieta del vacío
54
Capitulo 54 : Un feo recuerdo
55
Capitulo 55 : El plan de Rellsho
56
Capitulo 56 : El Jadre
57
Capitulo 57 : La fortaleza de Rey de las sombras
58
Capitulo 58 : Estrategia
59
Capitulo 59 : Una breve partida
60
Capitulo 60 : Escena de horror
61
Capitulo 61 : Trogloditas
62
Capitulo 62 : El espectro oscuro.

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