Un motivo muy grande.

Clara

Salí del consultorio algo aturdida y me senté en una plaza cerca de ahí, tenía que planear que es lo que iba a hacer de ahora en adelante.

Cuando la Dra.Palmer me dió la noticia de que estoy embarazada me quedé de piedra, la verdad es que no lo podía creer, porque de todos los escenarios posibles jamás se me pasó por la mente el ser madre, es decir un bebé una vida está creciendo dentro de mi, pero la verdad es que temo por su bienestar, ahora más que nunca tengo que desaparecer y lograr mantenerlo a salvó de mis padres ellos están tan mal de la cabeza, con solo imaginarmelo un escalofrío recorre todo mi cuerpo. No sé que puedan llegar a hacernos, lo único que se es que voy a protegerlo hasta con mi vida si es necesario.

_ Muy bien lo primero que tenemos que hacer es contarle a la abuela Diana de ti, se pondrá muy contenta. _ Dije esto acariciando mi vientre aún plano.

Camino a casa me imaginaba muchas maneras de contarle Mamá sobre el bebé pero no se me ocurría ninguna hasta que pase por enfrente de una tienda de bebé, entonces entre y compré un conjuntito de bebé blanco muy lindo, luego me fui directo a casa. Al llegar escucho que ella está en la cocina y voy a su encuentro.

— Hola mamá ya llegué.

— Hola cariño.¿Cómo te fue?.

— Bien, mira esto es para ti.— Le entregué la bolsa de regalo.

— ¿Que es? — Le pregunta emocionada.

— Ábrelo y sabrás!!.

Abrió el regalo y no entendía nada.

— Vas a ser abuela.

— ¿De verdad?.

— Si, es por eso que me sentía mareada, con náuseas y cansada jajaja.

— Me alegro por ti.

— Si, pero hay un problema.

— Tus padre.

—Si, me aterra pensar en que ellos nos encuentren y nos hagan daño y lo peor es que aún faltan dos meses para cumplir la mayoría de edad, necesito irme a un lugar seguro algo remoto en dónde no puedan encontrarnos.

—Dejamelo a mi yo se de un pequeño pueblo en Argentina, pero tendremos que esperar a que seas mayor para irnos.

— Bien, gracias ma. Mientras tanto voy a seguir trabajando así juntamos más dinero.

— No tu no pued...— No la dejé terminar.

— Seguiré trabajando, hay una forma de mantenernos a salvó y lo hare... además no es solo por nosotras, es por mi bebé.

— Bien, te apoyaré en todo lo que más pueda!.

— Gracias, gracias gracias.— La abrace muy fuerte.

—Eres mi niña, haria todo por ti.

Luego de eso comenzamos a ahorrar para poder marcharnos ni bien yo cumpliera la mayoría de edad. Mamá puso en venta su casa para así poder mantenernos por un tiempo o compar una casita.

...Una semana después....

Los días pasaban y mi trabajo de mesera no era tan malo como antes o era que ahora tenía un motivo más grande por el quien pensar.

Eric

— ¿Estás bien?.

— Si, gracias Lía es solo que no me he estado sintiendo bien últimamente.

— Si, estos mareos no son para nada normales!!.

— No se que pasa conmigo.

— Deberías ir al médico. Porque ahora te salve yo, pero mira si caías por las escaleras.

— Tienes razón sacaré una cita con el doctor, para está semana.

— Bien adiós. — Lía que se iba se dió l vuelta y le dice.— Ah... yo que tuuu... evitaría las escaleras.

— Ja,ja, ja que gracias. Adiós.

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