Capitulo 9

Ya

terminamos nuestro rico almuerzo, le digo a mi padre que me queda lugar para el

postre el se ríe y me dice que esta bien, vamos a una cafetería o pastelería,

mi hija se merece comer lo que quiera. Yo me rio y le digo que sí.

 "Después de haber disfrutado de

su almuerzo en el restaurante, Janessa se siente llena pero aún tiene espacio

para algo dulce. Entonces, se dirige a su padre con una sonrisa y le dice que

le encantaría visitar una pastelería Thomas Haas Chocolates & Patisserie:  una

pastelería francesa en North Vancouver con deliciosos pasteles y chocolates

hechos a mano. para probar algunos postres canadienses. Su padre acepta de buen

grado y, después de pagar la cuenta en el restaurante, se dirigen a la

pastelería. El aroma dulce de los postres recién horneados y el ambiente

acogedor de la pastelería hacen que Janessa se sienta feliz. Ella puede ver una

gran variedad de pasteles y postres en el mostrador y no puede esperar para

Hincarles el Diente."

Padre:

"Hija, no puedo esperar para escuchar acerca de tu viaje a Italia. ¿Cómo

te fue por allá?"

Janessa:

"¡Fue una experiencia inolvidable, papá! Visité tantos lugares hermosos y

probé algunas de las mejores comidas que he tenido en mi vida."

Padre:

"¡Eso es genial! ¿Cuál fue tu lugar favorito?"

Janessa:

"Fue muy difícil elegir uno, pero definitivamente Venecia y Florencia

estuvieron en el tope de la lista. La basílica de Santa María del Fiore en

Florencia es una verdadera maravilla arquitectónica y los museos en la ciudad

están llenos de obras de arte impresionantes."

Padre:

"¡Qué genial, hija! ¿Probaste alguna comida deliciosa en Florencia?"

Janessa:

"Sí, comí la especialidad local de Florencia, la bistecca alla fiorentina,

y estaba absolutamente deliciosa. También probé el gelato en la famosa

heladería Vivoli y fue una experiencia fuera de este mundo."

Padre:

"Suena que lo pasaste muy bien y aprendiste mucho. ¿Te gustaría regresar

algún día?"

Janessa:

"Definitivamente, papá. Hay tanto que aún quiero explorar en Italia y

espero regresar pronto."

El

padre de Janessa la observa con una sonrisa cómplice y pregunta: "Hija, ya

que conociste tantos lugares y probaste tanta comida deliciosa, ¿conociste a

algún chico interesante mientras estabas allí?" Janessa sonríe y le cuenta

acerca de Rodrigo Pitt, un chef profesional que conoció en Florencia y con

quien compartió una tarde entera en una cafetería cerca de donde iba hacer la

reunion, probando la deliciosa comida italiana y charlando sobre su pasión por

la cocina. "Fue una experiencia increíble y aprendí mucho de él, pero solo

nos vimos un par de veces antes de seguir nuestros propios caminos, papá",

le dice con una pizca de nostalgia en su voz. El padre de Janessa asiente,

contento de que su hija haya tenido la oportunidad de conocer a alguien con

intereses similares y seguir creciendo como persona.

Por

cierto, papa, le dice Janessa, lo que más me sorprende es que ese hombre

Rodrigo Pitt, es de Canadá también, justo llegamos en el mismo vuelo. Mi papá

yo respondo; MMM interesante, se apellida Pitt, creo que me suena su apellido

no se si sus padres tienen dos restaurantes aquí en Canadá. Pero me alegra que

hayas echo, aunque sea un amigo de viaje en Italia.

Janessa y su padre

terminan su postre en la cafetería y se levantan de la mesa. "Tenemos que

volver a la agencia para terminar el trabajo", dice el padre de Janessa

con una sonrisa. "Sí, tienes razón", responde Janessa, un poco

decepcionada de tener que partir. Juntos, salen de la cafetería y se dirigen a

la agencia de publicidad.

Al llegar, se ponen a

trabajar inmediatamente, discutiendo los detalles del proyecto y trabajando

juntos para crear un anuncio creativo e impactante para la empresa de

cosmequitos y su nuevo lanzamiento de maquillaje. Janessa se concentra en dar

los últimos toques al diseño gráfico se pone justo al frente de la pantalla de

su laptop mientras su padre se enfoca en la de redacción. Pasan horas en el

trabajo, hasta que, al fin, llegan a un acuerdo sobre el diseño final del

anuncio.

Janessa

y su padre se sienten orgullosos y satisfechos con su labor. "Buen

trabajo, hija", dice el padre de Janessa, dándole una palmadita en la

espalda. "Buen trabajo tú también, papá", responde Janessa. Con su

trabajo terminado, recogen sus cosas y se dirigen a casa, listos para descansar

después de un día arduo pero productivo de trabajo en la agencia de publicidad.

Janessa sale de la

agencia junto a su padre, satisfecha con el trabajo del día. Mientras caminan

por la calle, ella nota a un hombre en el otro extremo que parece observarlos.

Al acercarse, su corazón late más rápido al reconocerlo como Rodrigo, el chico

que conoció en una cafetería en Italia y con quien coincidió en el mismo vuelo

hacia Canadá.

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